domingo, 21 de abril de 2024

No apagues el pabilo que aún humea

 José Luís Nunes Martins


 

Si estás seguro, no desistas. Aunque tengas que sufrir a causa de eso. El camino del bien y de la verdad casi nunca es cómodo, implica muchas renuncias, hasta de algunas realidades que no son condenables.

 

Es preciso perder mucho para alcanzar los bienes mayores. Muchas veces las tentaciones no son cosas más, sino bienes mayores…

 

Amar es una elección, una decisión que exige nada menos que l mayor de las lealtades.

 

Amar no es un sentimiento que nos toma y hace sus súbditos, sin que nuestra voluntad y libertad sean respetadas. Eso implica que seamos responsables durante gran parte de nuestra existencia. Eligiendo y eligiéndonos a nosotros mismos. Somos el resultado de las obras que decidimos llevar a cabo.

 

No desprecies a alguien o alguna cosa solo porque está rota o débil. No les des fin. ¿Cuántos de nosotros pasamos largos periodos en que tristezas de muerte se abaten sobre nosotros? ¿Habría sido acertado renunciar a lo que somos y a nuestros sueños en esos momentos de angustia?

 

¡Una luz débil siempre será más luz que débil!

 

El que fuera capaz de ver en el humo la certeza de una llama que aún resiste, un resto de luz que aún puede volver, ve la verdad. Todos somos débiles con necesidad de ser fortalecidos. ¿Quién de entre nosotros no necesita fuerza, esperanza, fe y amor?

 

¡Algo trascendente es que quien más necesita y con más prisa se dispone a compartir lo poco que tiene! Todo esto se pasa sin que nadie se de cuenta de lo que está sucediendo. Es como una brisa suave que da sentido al mundo.

 

Que yo sea capaz de asegurar mi propia mano cuando tuviera la tentación de echar todo a perder, cediendo a lo que me parece más seguro… Amar es cortar, de forma radical, con la lógica de este mundo.

 

¡La verdad es que el cielo y el amor valen todo lo que temo perder!

 

lunes, 15 de abril de 2024

Tienes que vencer tu orgullo

 José Luís Nunes Martins



 ¡El orgullo es un error que forma parte de nuestra naturaleza, siendo que me es posible volverme mayor que ese sentimiento que me hace sentir por encima de los otros!   

 

El que es altivo no pide ayuda, prefiere caer… se levanta solo y en pánico por la posibilidad de que alguien lo haya visto, al final, igual a todos los demás. Es una especie de condenación a una vida solitaria. Se cree por encima, pero viven debajo de sus semejantes, por haber escogido mostrar solo aquello en que se creen buenos.

 

Esconder nuestros males nos da fuerza, espacio y tiempo. Pasamos a escuchar solo los consejos de quien piensa como nosotros…porque admitir que el mal es malo implica mejorar y eso, creen los orgullosos, es un proceso solo para otros: los débiles.

 

No quieren quedar a deber nada a nadie. Llaman a eso libertad, pero solo es ignorancia, pues quien no acepta que la vida feliz solo es posible cuando nos ayudamos mutuamente. ¡En verdad, el amor no es algo que suponga una contabilidad común, es incluso contradictorio, porque solo es precisamente mío aquello que hubiera sido capaz de dar!

 

¡Amar también es aceptar, abrirse al otro, quedar a deberle mucho, todo…y ser feliz con eso, sin el afán de retribuirle cada cosa… solo con la alegría de ser amado de verdad y sin que quien nos ama espere algo a cambio!

 

No mires para ti. Observa a tu alrededor y encontrarás muchos ejemplos de vidas heroicas alas que muy pocos prestan atención. Inspírate en la abnegación de los que son capaces de olvidarse de sí en favor del corazón de aquellos por quien luchan para amar.

 

Si crees que eres muy bueno, no necesitas hacer nada que no sea esperar que la viday los otros vengan a presentarte vasallaje… ¡Nada de eso sucederá! ¡Entonces, te sentirás cada vez más frustrado y culpable…al punto de volverte vengativo e insoportable para ti mismo! ¡Sal de ahí!

 

¡No dejes que el orgullo te arruine el tiempo de tu única vida que tienes aquí!

 

El orgulloso es infeliz, porque ni ama ni se deja amar.

 

domingo, 7 de abril de 2024

Sé amable contigo mismo

 José Luís Nunes Martins


 

Gran parte de todos nosotros es hostil consigo mismo. Somos capaces de ser amigos de mucha gente, pero no siempre lo somos de nosotros mismos. Al contrario, llegamos a ser los críticos menos piadosos y, muchas veces, injustos con lo que somos o hacemos.

 

Son pocos los que, sobre las mismas faltas, se perdonan más a sí que los otros.

 

Mas quien se da, debe dar lo mejor de sí. Por amor al otro, debo cuidar de mi y garantizar que le llego tan auténtico cuanto ligero y en paz.

 

¿Si Dios, que me conoce, me ama como soy, quién soy yo para no hacer lo mismo?

 

¿Por qué razón valoramos más el desprecio de los que nos menosprecian que el amor de los que nos aman?

 

¡Si cada uno de nosotros fuera capaz de hablar consigo mismo como si estuviese hablando con una de las personas que más ama, entonces todo sería más calmado, verdadero y justo!

 

Mientras tanto, porque muchas veces nos engañamos a nosotros mismos de forma muy peligrosa, es preciso garantizar que nuestra conciencia se encuentra en paz y estamos teniendo en cuenta lo que es importante.

 

Uno de los mayores peligros de la vida es el de actuar con un corazón ciego para lo que nos importa, ni la realidad, ni el bien, ni la verdad… este corazón cerrado solo consigue verse a sí mismo, odiándose, y valorándose en dosis extremas, en una especie de guerra en la que se alternan de forma caótica el odio y el odio a ese odio.

 

La mayor parte de nosotros se destruye si le sucediese todo lo que desea… ¡A pesar de eso, casi siempre nos consideramos derrotados por el fracaso de esas nuestras esperanzas!

 

Solo quien abandona las ideas sobre lo que cree ser, se encuentra y admira tal como es.

 

Debemos cuidar de nosotros y amar a los otros. Procurando garantizar que nos somos ásperos ni fríos con nadie. Nadie.

domingo, 31 de marzo de 2024

No comprendo, pero confío

 José Luís Nunes Martins


 

¡Qué me importan las razones? Lo importante es comprender lo que pasa, siempre será más importante vivir en paz y con confianza en el mañana.

 ¿Comprendo mi historia, las razones de mi existencia, los porqués y paraqués de cada día de mi vida? Pero soy lo suficientemente inteligente para comprender que todo puede tener sentido aunque yo no lo entienda. La razón consigue alcanzar una verdad importante: hay muchas realidades que nos superan.

 ¿Conseguirá, por ejemplo, un niño comprender todo lo que sus padres hacen por él? ¿O pierde su mundo encanto a causa de eso? ¡No! ¡un niño confía! Tanto que cree posible lo más increíble de los posibles.

 Poco importan las razones cuando alguien no confía en sí y desconfía de cada uno de los otros… lo que lleva a gran parte de ellos a no creer tampoco en quien no tiene fe en ellos.

 No exijas confianza, haz por merecerla.

 La fe no depende de la razón. Algunos no creen siquiera lo que está delante de sus ojos. Como no lo comprenden, creen que se trata de una mentira.

 El orgullo nos ciega. Los que se consideran excelentes se creen autosuficientes, apartándose de los otros y acaban lejos del mundo, de lo que son y de lo que podrían ser. Nadie es feliz solo.es sencillo: o confiamos unos en otros y nos ayudamos o estamos condenados a ser infelices.

¡No dejes que la razón te esconda lo infinito!

 Sólo la confianza permite mantener la esperanza frente a todos los miedos, incomprensiones y sufrimientos del camino.

 

domingo, 24 de marzo de 2024

¡No te quedes solo!

 

José Luís Nunes Martins


 

 

La vida está llena de piedras, errores, fracasos y derrotas. Hay horas que nos dejan un vacío irrespirable que acabamos experimentando que la existencia tiene abismos por los cuales sentimos que caemos… sin encontrar suelo… hasta encontrar a alguien.

 

Mo puedo perder a alguien sin perder un fragmento de lo que forma parte de quien soy. Amar es estar presente, dándose. Dando el tiempo y el silencio para que el otro pueda ser quien es… en nosotros. Y el amor nos deja siempre más ricos.

 

Lo peor de la muerte es que nos revela los momentos no vividos… lo menor es que el recuerdo, que es amor y no una memoria de él, es la prueba absoluta de que ese mismo amor no acabó. Él existe y resiste. Solo cuando nos olvidamos de los que nos soñaron y amaron es cuando la muerte nos vence y quedamos solos.

 

La soledad duele. Es en las horas más amargas cuando la presencia de alguien se hace más necesaria.

 

Estate atento e impide que quien sufre se sienta abandonado. Acércate y queda con él en silencio… y cuando tu fueres a sufrir una hora mala no te quedes solo, no olvides quien te ama, llámalos y pídeles ayuda.

 

Y al final de este tiempo, cara a cara con la muerte, acuérdate de que esta vida es solo una parte de otra mayor.

 

Somos eternos a pesar de ser aquí pasajeros con destino infinito y un camino lleno de ansiedades, desasosiegos, angustias y desesperación.

 

Ama y deja amar. Solo el amor vale la pena. No sufras solo.

 




domingo, 10 de marzo de 2024

Escribe a mano tu oración


José luís Nunes Martins


 Recógete y encuentra en el silencio tiempo para pensar, después comienza a escribir palabras en una hoja de papel que expresen lo más profundo que hay en ti. Sin prisa, pues la mano no acompaña la velocidad del pensamiento, más bien lo obliga a calmarse, permitiendo que reflejes y saborees cada frase.

 

Es bueno entregar lo más íntimo que tenemos a Dios, de forma ponderada, más aún si lo hacemos como si estuviésemos depositando un tesoro en un lugar secreto. La verdad es que arrancar palabras de la tristeza y de las preocupaciones produce un alivio y una paz sin igual, como si, al compartirlas, nos librásemos de parte de ellas.

 

Escribe la verdad. Tu verdad. Aunque no sea la verdad para nadie más. Tus sueños más locos, pero también tus deseos más simples.

 

Casi todos tenemos un corazón que aún no ha envejecido… es bueno dejarlo libre y escucharlo con atención.

 

Escribir una oración nos permite visitar partes de nosotros que solemos tener cerradas. Como si descorriésemos nuestro museo interior. Profundo, rico y único.

 

Escribe una oración que no imite ninguna otra. Escríbela de tal forma que nadie consiga imitarla.

 

Deja nacer en ti lo que, como un fuego, se eleva hasta el cielo. Purifícate, quemando en ti egoísmos, orgullos y demás impurezas.

 

Agradece. Pide perdón. Pide ayuda. Medita. Entrega tu silencio. Entrégate, como si te entregases a los brazos del amor que te hace existir.

 

Acuérdate de lo que fuiste, de lo que eres y quieres ser… escríbelo para que lo puedes leer y así te sientas más comprometido. Oblígate a ser tan bueno cuanto te es posible, fijando objetivos nobles confiando en que eres capaz de alcanzarlos, a pesar de todos los sacrificios que tendrás que soportar para conseguirlos.

 

Nunca esperes respuesta. Ella surgirá, `pero no en el tiempo ni en la forma que imaginas.

 

Lo más excelente de la oración es transfigurar a quien la hace.

 

 

domingo, 3 de marzo de 2024

El amor es una elección

 José Luís Nunes Martins


 El amor es un compromiso. Una elección que hace de sí mismo un instrumento de la felicidad de alguien.

 El amor que uno siento no resulta de una atracción. Seducción o encanto, sino de la decisión valiente que lo lleva a arriesgarse, presentándose al otro como es, con todas sus faltas, heridas y pérdidas.

 Hoy, el egoísmo, lo contrario del amor, está mucho más de moda. Llega a presentarse como la actitud acertada frente a los otros, buscando en ellos lo que haya para satisfacer nuestros apetitos, deseos y placeres…más que buscar en sí lo que puede sembrar y alimentar la felicidad en el otro.

 Amar no es ser feliz, es luchar por la felicidad, no la mía, sino la de otro, no la de este mundo, sino la del otro.

 El matrimonio no es la promesa de un enamoramiento sin fin. Sino el compromiso de amar al otro siempre y a pesar de todo.

 Los egoístas llegan l mañana, pero nunca a la eternidad. Esa es solo para quien decide a amar y ama

 La elección de amar es ardua porque exige renunciar a muchas opciones que están asociadas al suceso. Llega a exigir que se elija a amar al otro en aquellos días n que la voluntad era la de no estar siquiera cerca de ello.

 No esperes por Dios. Amar es hacerse semejante a Dios. Es ir a su encuentro.

 ¡Cuánta fuerza y coraje es necesaria para día tras día, a pesar de todo, hacer que el amor de frutos mediante gestos concretos. Diciendo al otro a través de las obras: ¡Sí, te acepto!, ¡Sí, te quiero feliz!, ¡Sí te amo!