José Luís Nunes Martins
La existencia de cada uno de nosotros es un camino
largo, marcado por cruces con otros caminos, encuentro con personas que vienen
de lejos, en el espacio y en el tiempo, y que, después de nosotros, seguirán
hacia otros parajes… de los que jamás tendremos noticia.
Todos llegamos para después partir.
Es preciso envejecer bastante hasta que lleguemos a
comprender que el momento de la despedida es una parte importante de todos los
encuentros. Aunque después de la despedida haya mucho que permanece intacto,
por más dura que haya sido la pérdida, la verdad es que no cambia el pasado y
lo que vivimos vivirá para siempre con nosotros y en nosotros. Seremos siempre
más nuestro pasado que nuestro futuro.
Encontrar y perder son solo momentos que se suceden
sin fin. Por eso se puede tener la certeza de que cada fin es un comienzo. Así
como en cualquier camino hay subidas que son resueltas, dependiendo de la
dirección en que se está.
Nuestros caminos se cruzan, se encuentran, se apartan,
pero algunos, pocos, se unen.
Es preciso conocer para amar y para que eso suceda es
preciso ir al encuentro del otro. El amor permite que se unan aquellos que se
encuentran, ¡pero de qué forma y con que intensidad, eso ya depende más de
ellos que del amor!
Cuando me encuentro contigo, descubro tanto sobre ti
como sobre mí. Por lo que tenemos de semejante y de diferente. Después de
darnos de esta forma, acabamos siempre mejores que antes. Pero después de cada
encuentro cada uno es llamado a responder a la pregunta: ¿Y ahora qué vas a
hacer?
Las líneas torcidas con las que Dios escribe derecho
son al final muy sencillas, un camino por donde somos llamados a dar fruto en
todos los encuentros que vamos teniendo con los otros. Enriqueciendo,
alegrando, pacificando, siendo buenos haciendo el bien y evitando el mal.
Tú y yo seremos siempre aquellos que buscan, los que
andan perdidos, los que encuentran y los que perderán aquello que creíamos nuestro,
antes de andar para adelante sin saber lo que espera… pero amando siempre, a
pesar de todo.
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