domingo, 27 de diciembre de 2020

PARECER LOCO, PERO SER SABIO

 

José Luís Nunes Martins


 

¿Qué es más fácil, hacer algo grande o algo bueno?

 

¿Qué es más fácil, conquistar algo, o defenderlo después?

 

¿Si sabemos que nadie es lo que parece, por qué nos dejamos engañar? ¿Por qué insistimos en desear lo que nunca es lo que parece?

 

Ser feliz no es así tan difícil, el problema es que queremos ser más felices que los demás, o mejor, que los otros parecen ser. Y es en este pequeño detalle donde tropezamos sin cuenta.

 

¿Pero cuál es la razón de nuestro error? Tal vez nuestra decisión tiene demasiado en cuenta lo que creemos que los otros piensan sobre nosotros.

 

Es necesario tener coraje para mirar hacia todo sin dejarse engañar. El mundo está hecho de falsas promesar. Seducciones de gente que se pierde y, sin motivo aparente, quiere arrastrar a muchos más hacia los fallos de la existencia donde caerán. Opiniones que cambian todos los días, sin ninguna certeza sino la de elogiar siempre a quien las hace o expone.

 

Ser feliz pasa por tener la valentía de escoger una forma y un rumbo de vida que sean rectos, aunque parezca locura o estupidez.

 

¡Ser insensato a los ojos de una multitud salvaje es, tal vez, una buena señal!

 

El sabio sabe escoger, a pesar de todo.

 

¿Pero y si eso implica una vida llena de contrariedades?

 

La adversidad es tantas veces mejor que la prosperidad… La pobreza nos da algo que la abundancia no tiene: ¡una noción de lo que es la existencia!

 

Lo esencial es vivir la única vida que tenemos, la nuestra.

 

Luchemos por defender nuestra paz y no perturbar nunca a los otros.

 

¿Qué importa el resto si conseguimos llegar al punto donde somos siempre felices?



sábado, 19 de diciembre de 2020

¡Ofrece tu casa!

 José Luís Nunes Martins


 

¿Qué harías si hoy, a la hora de comer, llamase a la puerta una joven embarazada de nueve meses en compañía de su marido y te pidiesen pasar la noche en tu casa?

 

Tal vez dijeses que tenías mucho gusto, pero que, con mucha pena, no era posible, por no tener sitio.

 

Rechazados o, por lo menos, ignorados, tendrían que buscar otro lugar posible…

 

¿Qué lugar tenemos, dentro de nosotros mismos, para el deseo de ser feliz? ¿La acogemos en nuestro día a día? ¿O andamos tan ocupados que no tenemos espacio ni tiempo para pensar en nada que no sea cómodo?

 

La felicidad exige paz. Ahora bien, la paz es difícil porque exige que alejemos de nosotros lo que no es importante verdaderamente. Al contrario, andamos muy ocupados con cosas banales que sirven para mantenernos lejos de la verdad.

 

Gastamos mucho tiempo y energías intentando cambiar lo que no conseguimos controlar, al mismo tiempo que no nos concentramos en mejorar lo que está a nuestro alcance.

 

La paz depende de decidirnos a dejar fuera muchas cosas. Decidirnos a no avanzar más con demasiados proyectos. Para que haya oportunidad de preocuparnos con lo que nos es posible cambiar y es importante para nosotros.

 

Es importante descansar, bastante. La verdadera productividad no es una cuestión de tiempo, sino de energía. Habrá quien en media hora haga más y mejor que muchos en varios días de trabajo. Eso depende mucho de la forma en como descansa y se concentra.

 

Es preciso que seamos capaces de abrir la puerta a una vida más feliz, aunque sea más incómoda y audaz que aquella a la que estamos habituados.

 

Y un instante de Navidad es cuanto basta para que todo cambie.

 

La Navidad es un tiempo de cambio. Tiempo para encontrar espacio para que algo divino nazca en nosotros. No es el lugar lo que hace la Navidad. No es preciso que estemos inmaculados, solo que seamos capaces de arriesgarnos a escoger algo tan desconocido como maravilloso… ¡Nuestra felicidad!

 


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sábado, 12 de diciembre de 2020

¿Dónde está mi alma?

José Luís Nunes Martins


 

Puede estar en el fondo de mí, pero no siempre eso me parece tan claro. Hay momentos en que siento que me envuelve, saliendo de dentro afuera, para guardarme y protegerme.

 

Ningún cirujano conseguirá nunca tocar mi alma con la punta del bisturí, ¿Pero significa eso que no tengo alma? No. Yo soy mucho más que un cuerpo. Mucho más. También soy sueños, dolores antiguos, miedos, dones, fuerzas y fe. Tal vez el alma sea la morada de todo esto…

 

Tengo idea de que es posible ver el alma de alguien cuando miro a esa persona. Una especie de exhalación continua de algo tan sutil como concreto

 

Mi alma tal vez se deje ver cuando soy auténtico y se esconde cuando elijo el engaño en vez de la verdad.

 

¿Pero y si mi alma fuera como un fuego puro y libre, que en lo hondo de mí ser da sentido e impulso a lo que soy y a lo que elijo ser?

 

¿Es que mis gestos están animados por esa centella, ese instante de mí que es también un pedazo de eternidad, esa fracción ínfima que hace que hace de mí alguien grande y completo?

 

Mi alma es un soplo, un viento en una tempestad. Porque me proporcionas calor y paz, me impulsa, me orienta, y me vuelve capaz de enfrentar y derrotar lo que parece invencible.

 

Cuando amo a alguien, le entrego un pedazo de mi alma, que quedará junto a la suya. Entonces paso a amarla también a partir de su interior, al mismo tiempo que, si soy amado mi alma queda en compañía de un fragmento del alma de quien así se ha entregado a mí.

 

No sé si estos pedazos alguna vez vuelven…

 

La verdad es que mi alma se multiplica y engrandece cada vez que amo y, así, me ofrezco.

 

Cuanto más me doy más soy.

 


https://agencia.ecclesia.pt/portal/onde-esta-a-minha-alma/  

domingo, 6 de diciembre de 2020

Muchos comienzan, pocos acaban

 

José Luís Nunes Martins


 

Tenemos muchos proyectos, pero pocos éxitos, quizá porque la mayor parte de nuestros sueños nunca llegan a salir del reino de la imaginación. Quedan en nuestra almohada como si fuesen imposibles.

 

Lo que marca la diferencia en la vida no es si somos tercos e incapaces de percibir lo que pasa a nuestro lado, como si fuésemos un animal ciego. Lo que importa es definir con ponderación un camino, con garantías de que tenemos reservas de convicción suficientes para superar la más que cierta falta de voluntad que vamos a tener que afrontar.

 

La vida es subiendo. Si nos distraemos, nos desequilibramos, andamos para atrás y… caemos.

 

Solo se vencen las grandes batallas cuando se es capaz de lidiar con las pequeñas. Los fracasos son parte del camino. Todos caen, pero solo algunos son capaces de descubrir el sentido del valor de cada obstáculo, sea una piedra en el exterior o una angustia en el interior.

 

La felicidad que busco depende mucho de mi voluntad. De m, capacidad de no perder el entusiasmo, incluso cuando he andado mucho tiempo en dirección equivocada y tengo que volver atrás.

 

Solo amamos a alguien cuando aceptamos todo cuanto ese amor trae consigo

 

Podemos protestar porque está lloviendo, no podemos, en nuestro interior, aceptar la lluvia y… dejar que llueva.

 

¡La felicidad es posible y, diría, obligatoria!

 

No aplaces, no creas que hay otras cosas más importantes, o que se pueden ir haciendo al mismo tiempo, no desistas a la primera herida, por más honda que sea, no te culpes ni justifiques, termina cada etapa… más vale hecho que perfecto.

 

Todos tenemos nuestras miserias, no te fijes en las tuyas ni ignores la existencia de los otros. Sigue adelante, por el camino que es solo tuyo, que eres tú.

 

Desperdiciar dones, tiempo y oportunidades todos saben. Ser feliz es una obra maestra.

 

¡No, no creas que no está a tu alcance, eso es solo el miedo que murmura al oído! ¡Pero, la única manera de saber si eso es verdad o mentira es luchar para ser mejores y, después, ver hasta donde y que es lo que nos llevó!

 

Si no supieras por donde comenzar: ¡Apártate del mal! ¡Es un buen comienzo, pero no llega!

 

No te pierdas nen palabras. Las obras son amor.

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¡Comienza y acaba!

 


https://agencia.ecclesia.pt/.../muitos-comecam-poucos.../

viernes, 4 de diciembre de 2020

¡Hoy, ya poca gente se sorprende!

 José Luís Nunes Martins


 Todos los otoños son bellos, aunque sean pocos los que son capaces de mirar el mundo con una mirada verdadera y pura. Andamos convencidos de que ya hemos visto todo y no hay nada más que aprender. Como si ya hubiésemos adquirido la sabiduría y hubiese poco en el mundo capaz de sorprendernos.

 

Viven la monotonía de los días sin darse cuenta de que no hay dos días iguales, ni siquiera parecidos. La vida siempre es nueva.

 

Uno de los mayorees errores de esta gente descontenta e inconforme es que creen que, por conocer una pequeña verdad de la vida, eso ya les da capacidad de ver el mundo como es él. Es imposible descubrir la verdad mirando solo una parte.

 

¡El envejecimiento debería volvernos más sabios, pero la verdad es que hace de una gran parte de nosotros, gente más convencida de sí misma, o sea… más ignorante!

 

Envejecemos como si nuestra vida fuera un gran viaje en tren, donde, a pesar de algunas paradas breves, nunca permanecemos mucho tiempo en un lugar ni jamás andamos hacia atrás, repitiendo cualquier estación. Un día tendremos que salir del tren, pero, así como ya andaba hacía mucho tiempo antes de que fuéramos sus pasajeros, tampoco dejará de andar cuando faltemos nosotros.

 

Asombrarse es lo que resulta de mirar hacia el interior de las cosas, hacia su ser. Las apariencias esconden, son solo coberturas superficiales que muchas veces dicen poso de lo que en realidad importa.

 

Nadie sabe quiénes son aquellos que, habiendo dormido sobre la tierra ayer, mañana estarán ya echados debajo de ella.

 

Por más viejos que seamos, es sabio vivir día a día, descubriendo y admirando las maravillas que se esconden en cada pedazo del mundo y en cada instante de la existencia.

 

El otoño nos lleva al invierno y no hay invierno que no nos entregue a la primavera. Pero no solo las primaveras son bellas. Eso es solo lo que aquellos que no se sorprenden se dicen toda la vida para sí mismos y a los demás.

 

La existencia es siempre grandiosa.

 

En cada estación, a cada hora.

 


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lunes, 23 de noviembre de 2020

¿Por qué te obstinas en no dejarte amar?

 José luís Nunes Martins



Se necesita mucha humildad para reconocer que no somos tan fuertes ni tan independientes como nos gustaría.

 Es precisa una gran confianza para dejar nuestras heridas interiores al alcance de alguien que, en vez de ayudar cerrarlas, puede aprovechar para hacernos más daño todavía.

 Pero nadie es feliz sin amar, ni sentirse amado. Es, por tanto, esencial que nos dejemos amar, ofreciendo mi vida como camino para que el otro pueda cumplir su voluntad y necesidad de amar.

Si yo no permito que amen, estaré prohibiéndome mi felicidad y haciendo imposible que quien lo intenta sea también feliz.

 ¿Crees que te bastas a ti mismo? No te bastas.

Nadie se basta, menos aún aquellos que presumen, porque, con eso, solo buscan el aplauso de los otros – sien el cual se sienten solos y abandonados.

 La visa está hecha de muchas estaciones. Primaveras suaves e inviernos crudos. -y eso es bueno. A cada verano le sucede el otoño. Pero, pero por más tiempo que tenga que pasar, llega el tiempo de ser un buen día- y eso es maravilloso.

 Cuando llueve dentro de mi corazón, truena y hace frío, es tiempo para que yo abra los brazos, más para ser abrazado que para abrazar… y porque ninguna tempestad es más fuerte que el amor, con un abrazo, y de forma silenciosa, ella pasa y vuelve a tener paz.

 Sin amor, las tempestades siembran miedo en cada rincón de mi interior. Haciendo de mí alguien más distante, cruel e infeliz.

 ¿Crees que no hay nadie que te ame?

 ¡Al amor parece que le gustan las profundidades de la duda! Exige fe, quebrando nuestras certezas, como quien prepara la masa para hacer pan, ¡amasando hasta que la masa quede blanda y dócil… antes de echar el pan al fuego!

 ¡Se humilde y confía! El amor se te aparecerá. ¡Abre los ojos… y los brazos!


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sábado, 14 de noviembre de 2020

¿Cómo se llega al cielo?

 José Luís Nunes Martins


 Casi todos queremos ir al cielo, pero pocos se esfuerzan por descubrir, escoger y aceptar su camino para llegar a él.

 Solo hay un camino para cada uno de nosotros. Pasa por quien está cerca de nosotros, todos aquellos con quienes nos cruzamos varias veces a lo largo de los días. A veces en el mismo día. Nuestros familiares, aquellos con los que trabajamos y, de una forma u otra todos aquellos que conocemos al mirar.

En verdad, todos formamos parte unos de otros, por lo que no podemos ser felices si los otros no estuvieran bien. Es promoviendo su felicidad como alcanzamos la nuestra.

 Por más paradójico que parezca, el que solo cuida de sí no consigue el resultado que desea: paz y alegría.

 Los egoístas creen que los otros son meros figurantes en una historia que tiene solo un protagonista: ellos mismos. Son el centro de su mundo, donde non cabe nadie más, de tan grandiosos que se creen. Viven siempre solos, aunque haya alguien que les satisfaga los caprichos. Viven descontentos, aunque tengan más que suficiente para ser felices.

 El camino para el cielo pasa por dar con amor, no por acumular por egoísmo.

 Puede ser más pesada nuestra vida de lo que alguna vez creímos posible, pero nunca será más pesada de lo que nuestros hombros puedan soportar. Y si nos derriba alguna vez, que seamos capaces de levantarnos y seguir adelante. Muchas ves necesitaremos la ayuda de otros. Así también los otros, por más fuertes que sean y los creamos, necesitan nuestra fuerza.

 Amar es ir al encuentro de quien se encuentra débil. No por ser débil, sino solo porque somos iguales a él y siempre es tiempo de apoyar a quien vive un momento de necesidad.

 Las puestas del cielo están a nuestro alrededor, un poco por todos lados. Necesitamos parar y hacer de nuestro silencio espacio y tiempo para que el otro n os revele aquello que necesita. Pero, necesitamos estar atentos a las miradas que se cruzan con la nuestra, buscando la verdad que está detrás de cada uno. Después de parar, escuchar y oír, es tiempo de actuar.

 Es tiempo de amarnos y hacer que los que sufren se sientan amados. Sin palabras ni discursos, pues las obras del amor no se hacen de promesas ni de bellas frases.

 Nunca basta amar. Es necesario que el otro se sienta amado. Caso contrario, es solo un ejercicio de buena voluntad, sin resultado. Tal vez hasta un poco egoísta, porque el objetivo debe ser precisamente que el sufrimiento del otros sea apaciguado a través del amor que fuéramos capaces.

 Para llegar al cielo es necesario ser luz

¡Quien no es luz solo aumenta la oscuridad!

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sábado, 7 de noviembre de 2020

Andamos llorando con prisa

 

José Luís Nunes Martins


¿Qué le sucederá mañana a quien no tiene tiempo para digerir las pérdidas de hoy?

 El mundo parece cada vez más indiferente a las angustias personales. Como si no formaran parte de la vida o fuesen una señal de que no sabemos vivir. Somos invitados a compartir con los otros solo nuestros éxitos, porque nadie quiere saber de las desgracias, mucho menos las ajenas.

 No tenemos tiempo para nada. Pasamos el día ocupados, pero, por más que hagamos, aún queda siempre mucho por hacer. Trabajamos mucho, pero la verdad es que parece que no hacemos nada. No somos máquinas, y cuanto más intentamos serlo, más lejos estamos de la perfección.

 Entonces, cuando la soledad nos atrapa, no nos queda sino cerrar la puerta y, ahí, lejos del mundo, nos susurramos las verdades que callamos durante el resto del tiempo.

 Pero no tarda en aparecer la idea de las obligaciones que nos quedan por cumplir, que nos esclavizan a cambio de dar una cierta sensación de utilidad a nuestra vida.

 La pérdida deja marcas permanentes, y no solo en el caso de la muerte de alguien cercano. El desempleo involuntario, la traición de alguien que creíamos leal, la desilusión por una promesa que hicimos y no conseguimos cumplir, una oportunidad que no aprovechamos o las enormes cantidades de tiempo que desperdiciamos sin darnos cuenta.

 Todas las pérdidas dejan cicatrices mucho más profundas de lo que creemos, porque sin tiempo para hacer el luto intentamos curar la herida solo escondiéndola.

 Vale la pena asumir nuestros fracasos. Incluso corriendo el peligro de hacerlo ante personas equivocadas. Al final, lo que más importa es que seamos capaces de ser verdaderos con nosotros mismos, si no asaremos la vida mintiendo a los otros tal como lo hacemos con nosotros mismos.

 Quien ha perdido necesita hacer luto. Necesita hablar y ser escuchado, sin condiciones, sin voluntad ninguna de oír… sólo necesita compartir y librarse del dolor, así haya alguien dispuesto a escucharlo.

El silencio es una de las formas más sublimes de expresar el amor.

 La presencia es una de las formas más bellas del amor

Elija yo estar presente y ofrecer mi tiempo a quien necesita de mí.



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sábado, 31 de octubre de 2020

Los vacíos del corazón

 José Luís Nunes Martins


Solo cuando nos vaciamos de nosotros mismos es cuando abrimos espacio para que los tesoros que nos esperan puedan entrar. Como si nuestro interior estuviese ocupado y secuestrado por un conjunto de cosas sin valor que lo llenan e imposibilitan para vivir de forma plena.

Es cierto que nuestra vida está compuesta de momentos de inspiración y de expiración, ahora más vacíos, ahora más llenos. Pero siempre será mejor que, antes de que nos llenemos de lo que es bueno, nos purifiquemos de todo lo malo que -como higiene - pueda temer quedar en nosotros.

Hay vacíos que duelen porque en ellos reinan y excavan las tinieblas, al contrario de otros en que la luz transforma el espacio interior en alegría. El dolor y el amor no pesan, pero pueden ocupar todo el espacio de nuestra intimidad.

El deseo, cuando al respecto de algo vano, nos debilita, porque abre agujeros innecesarios que hieren nuestra integridad. Esto, al contrario de las aspiraciones más nobles, que buscan revestirnos de algo que promueva lo que (ya) somos.

La fe implica confiar en lo que no se ve, convencido de la certeza de lo que se espera.

Cuando vivimos en la búsqueda del bien, la duda y las tentaciones provocan, a través de algunos miedos, una inestabilidad que nos perturba, pero hace frente a lo que debemos hacer. ¡Tal vez nos pueda animar la simple verdad de que nel mal solo seduce a quien está fuera de él, o sea, solo es tentado quien está en el camino acertado!

No hay mayor pasión que la fe, porque ella es la certeza de que no estamos solos.

 


http://agencia.ecclesia.pt/portal/os-vazios-do-coracao/

sábado, 24 de octubre de 2020

Para ser feliz, perdona y acepta el perdón

 

José Luís Nunes Martins



 Nadie consigue vivir en paz si nos fura capaz de perdonar y aceptar el perdón.

 El que niega el perdón, no perdona, o no acepta el perdón, mata cualquier posibilidad de ser feliz. La felicidad es una plenitud que admite todas las fragilidades y flaquezas, pero no la falta de amor. Sin amor, nadie es feliz.

 ¿Cuántas relaciones se tornan desgracias, porque alguien se niega a perdonar, o a aceptar el perdón del otro?

 El rencor crea y alimenta una masa maligna en el interior del corazón, que crece lentamente y cada vez influye más en la forma como vivimos nuestros días. La decisión de no perdonar lleva al resentimiento, al deseo den venganza, y, por fin, a una forma de desesperación que abrirá las puertas del alma a las tinieblas.

 El perdón es una fuerza que da vida. Une y reconcilia. Quien perdona se libra del rencor, el que es perdonado se libra de la culpa.

 Sólo hay paz cuando nos libramos del peso del pasado.

 Quien ama, perdona. Porque el amor está, sobre todo, hasta de la razón.

 Es preciso ser fuerte para perdonar. Los cobardes no perdonan.

 Quien perdona cree y confía en el otro. Perdónate también a ti mismo, pero acepta con humildad esa certeza de que serás mejor.

 Procura comprender que todos somos frágiles y fallamos muchas veces, a veces de forma trágica.

 Perdona y olvida. El sol nacerá dentro de ti y de quien es perdonado.

 Quien decide no condenar a los otros, ni siquiera los juzga, vive en paz. Con los otros y consigo mismo.

 


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lunes, 19 de octubre de 2020

´´El Fuego de María´´, P. Ignacio María Doñoro de los Ríos

 

Acabo de leer este libro, al poco tiempo de haber conocido la existencia del Hogar Nazaret y su creador, el P. Ignacio María Doñoro, y la primera impresión fue ´de donde saca tiempo´, parece un mensajero de Dios sin descanso, como un ángel de guardia permanente para acudir ante  cualquier necesidad, en cualquier parte, a cualquier hora, en cualquier circunstancia.

Corre para explicar los acontecimientos de su vida, de modo que a veces te quedas con las ganas de conocer más detalles de situaciones o pasos que va dando en su vida. Pero luego llego a la conclusión de que él, voluntariamente los oculta, de manera espontánea, sin el menor remordimiento, para hacernos ver cómo quien dirige su vida es Dios, y ayudado por María.

Cualquiera estaría deseando, yo por lo menos lo estaba, llegar al momento de la fundación del Hogar Nazaret, y aquí, la verdad, uno casi no entiende cómo pudo llegar a ser una realidad. A mi me encantaba la frase que se lee en su página web: Hogar Nazaret es una familia sobrenatural, nacida del sueño de Dios que demanda hombres y mujeres nuevos… una obra de misericordia de la Iglesia que intenta restituir a los niño más pobres de entre los pobres los derechos que les han sido vulnerados: el derecho a la identidad, el derecho a la salud, el derecho a la familia, el derecho a sentirse especiales y el derecho a ser amados, entre otros… Por eso pensé que habría sido más fácil fundar esta familia extraordinaria.

La tercera parte del libro es una maravilla, aquí se palpa la realidad, se aprecian los resultados milagrosos de la tarea tan noble y digna que el P. Ignacio desarrolla,  niños que soportan una existencia horrible, despreciados y abandonados, cuando llegan al Hogar, gracias a la acogida recibida, cobran conciencia de su   dignidad de personas humanas, de ser hijos amados por Dios, a través del padre primero y luego por sí mismos.

No solo es recomendable la lectura del libro, ya  que además de disfrutar conociendo este proyecto maravilloso, a personas capaces de llegar a los confines del mundo para socorrer a los más pobres de los pobres, a los niños que sufren la marginación más descarnada y vejatoria, contribuyes a una gran labor, a proporcionar a esos niños cuantos medios necesiten para su cuidado. El resto ya lo hace el P. Ignacio y su método maravilloso, eficaz y esperanzador.

El libro se puede conseguir en

 https://l.facebook.com/l.php?u=https%3A%2F%2Fbit.ly%2Fel-fuego-de-maria%3Ffbclid%3DIwAR3dEIW2lTZtxjnbMdzTVth4GRUSoheQtcugvlo5qRdq9VcSgi76KlDcbGQ&h=AT3_5O-GliiTHPGR63XbGWI3OCP-7uI8fOSG6rbJswe6UFxT4_ueHXtClGoQlZD9D3b8XUjPClqGyaahOc82NIK5bdXXW69ti_n_qg-r0_JjqUH5FKZ6B-tziLpua_eaF3FG&__tn__=-UK-R&c[0]=AT3j4t0T-9FXR7zYQDjCJtXrYqbfw8llYygO2SKI3h3ykLfh6wGp5H3uVPKpPLSyo0V6P260-dP_MNzfGLogrvTKY5m_sktadUWq98qlOyyzQe33qGtXMMcDE6cZWnHk2AtaFNfIyXQNmiR1eMJKYHQ

sábado, 17 de octubre de 2020

¿No tienes tiempo para vivir?

 José Luís Nunes Martins


  

El mundo exige prisa y nosotros, sin pensar ni sentir, corremos tras urgencias que no son nuestras, sino de quien hace de nosotros unos esclavos. Mártires del éxito ajeno.

 La velocidad es tanta que son pocas las veces que no nos damos cuenta de los errores que cometemos, tampoco de los accidentes que nuestra prisa causa en otros. Nuestras disculpas son siempre las mismas: no hubo maldad y andamos ahogados con la exigencia de cosas por hacer.

 Sacamos conclusiones inmediatas respecto de cualquier persona, acontecimiento u objeto. Como si, con una simple mirada, fuésemos capaces de juzgar todo y a todos.

 Vivimos ansiosos para que todo se cumpla. Cuando alguien se demora un poco más en realizar algo de lo que dependemos, sentimos que todo comienza a desmoronarse en una especie de efecto dominó. Y presionamos como si todo el mundo estuviera a la espera. En verdad, casi nadie quiere saber. Y nosotros también deberíamos aprender a relativizar nuestras propias aflicciones.

 ¿Qué importan todas esas exigencias cuando aparece un verdadero problema?

 Tal vez los plazos con que nos flagelan cada día sean una forma de intentar asegurar un resultado por horas, ¿Pero no es mejor aquel del que somos capaces, que hubiese más tiempo?

 ¿Y yo, cuántas veces exijo lo que implica sacrificio, solo porque no se esperar?

 El sistema está corrompido y hoy se cree que el punto antes del agotamiento es el límite de la perfección.

 Es importante pararnos. Apartarnos de estas corrientes que nos arrastran. Sería bueno que fuéramos capaces de escapar de la prisión de la rutina cada semana, no para hacer nada nuevo, sino para algo mejor aún: estarnos un poco con nosotros mismos, en paz y sosiego, lejos de exigencias y plazos. Y permanecer allí sentirnos recargados y capaces de volver a las agendas de los otros.

 Más importante que las noticias es la reflexión. Más importante que nuestra sociedad es la familia, pero muchos parece que no tienen tiempo para dedicarse a lo que importa… muchos se arrepienten, algunos… demasiado tarde.

 La vida es tiempo. Tiempo libre. Las prisas de los otros no son vida.

 El que no es señor de su tiempo, no sabe vivir y… morirá sin haber vivido.


 https://agencia.ecclesia.pt/portal/nao-tens-tempo-para-viver/?fbclid=IwAR33wPFbNAz0h8ql2JisTSx0JLdAqo9c1Idr7hk2pxjkEep5-V9jxosgC-8

sábado, 3 de octubre de 2020

Los amigos no se van cuando llega la desgracia

 José Luís Nunes Martins


  Un amigo nos ayuda a descubrir lo que tenemos de bueno en nosotros y a ponerlo en acción, aun cuando no creamos que no podemos aguantar más, un amigo nos revela donde podemos encontrar las fuerzas para hacer frente a lo que nos quiere derrotar.

 Hay quien cree que tiene muchos amigos, pero, en verdad, son pocos los que tienen dos o tres. ¿Cuántas personas tienes que celebran tus victorias como si fuesen suyas? ¿Cuántos permanecen contigo cuando todo va mal por tu culpa?

 Cada amigo es único, porque su mirada ve e ilumina partes diferentes de lo que somos. Ayúdanos a ser quien podemos ser. Un amigo es alguien que entrelaza su vida con la nuestra.

 Una gran parte de los que se dicen amigos se apartan así que las cosas comienzan a ir mal. Ninguna lágrima nuestra le caerá en sus hombros. Algunos de los otros aún quedan para ese momento, pero se irán poco después, en cuanto perciben que el pozo es hondo y que la tempestad va a ser larga.

 Sería mejor que no fingiéramos amistad, para no tener que revelar a las personas que nos creen próximos y amigos que, al final, no lo somos, o porque no queremos o porque no lo conseguimos

 Un amigo es el contraveneno de la soledad.

 El amor exige que entreguemos nuestro tiempo y ser a quien lo necesita, a pesar de que nos pueda parecer que no nos merece.

 ¿Cuántas personas es capaz de perdonar desde el fondo del corazón y olvidar?

 ¿Cuántas personas pones delante de ti en la fila de la felicidad?

 Un amigo ama.

 


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sábado, 26 de septiembre de 2020

ORACIÓN PARA LOS DÍAS INCIERTOS

 José Luís Nunes Martins


  

En estos días inciertos, Te pido que me ayudes a tener más confianza. A creer más en mis fuerzas y en mis talentos.

 

Que yo escuche más y mejor a los otros que sufren dificultades, y traiga yo a mi vida lo que les costó tanto aprender.

 

En estos tiempos inconstantes, Te pido que tengas aún más paciencia conmigo, una vez que ando perdido y con mucha dificultad en encontrar por donde seguir adelante.

 

Que yo tenga la paz suficiente para ver más lejos, para escoger el camino que me hace subir y que, a pesar de todas las dudas, yo encuentre la forma de seguir adelante, paso a paso.

 

En estas noches sin mucho sueño, Te pido la alegría profunda de saber que la vida es un don maravilloso, a pesar de todo, y que, aunque los males parezca que no tienen fin, yo encuentre la esperanza y la paciencia necesarias para hacerles frente.

 

Que yo sea capaz de sonreír, incluso cuando las lágrimas estuvieren a punto de lavar la tristeza de mi rostro. Que yo sea tan fuerte hasta el punto de no desistir de mí, incluso cuando eso me pareciera lo más acertado.

 

En estos días llenos de nada, en que pocas cosas parecen tener importancia, Te pido que me llenes el corazón y la imaginación de sueños, para que, como si fuese un niño, me olvide del pasado y me despreocupe del futuro, concentrándome en encontrar mis alegrías de cada día.

 

Que yo consiga reír y llorar con la misma pureza y verdad, sintiendo siempre todo y jugando mucho, solo y con los otros, sin considerarme más fuerte, maduro o mejor que cualquier otra persona.

 

En estos abatimientos de nuestras vidas, donde la tranquilidad parece ser imposible, Te pido que me des fortaleza para que no falle cuando no es oportuno, ni me resguarde en el silencio cuando fuese tiempo de hablar. Por más que duela hacer lo que es mejor.

 

Que me convenza a mí mismo que, si casi nada es cierto, eso no significa que yo sea insignificante, sin sentido o sin valor. Al contrario, quiere decir que estoy llamado a ser sólido y fuerte para que en el mar de la inestabilidad yo pueda ser un puerto seguro, un faro útil y una brisa suave, capaz de inspirar a los que están a perdiéndose a sí mismos.

 

En estos tiempos sin suelo, Te pido que ilumines mis caminos, para que pueda escoger el mejor y así alcanzar la paz que busco.

 

Que yo sea capaz de amar a los otros, aceptándolos como son, sin juzgarlos, luchando a su lado por lo que les es esencial. Sin buscar otra certeza que no sea saber que yo soy un instrumento importante para la felicidad de aquellos con quienes me cruzo en la vida.

 

Así sea.

 


https://agencia.ecclesia.pt/portal/oracao-dos-dias-incertos/

sábado, 19 de septiembre de 2020

¿Qué es un gesto de amor?

 José Luís Nunes Martins


  El amor exige que no seamos egoístas ni orgullosos, por lo que la primera de las condiciones para un acto de amor es que solo tenga en cuenta al otro. Nunca debemos usar al otro para exhibirnos, ni para nosotros mismos.

 La vanidad es un vicio de quien busca la aprobación a ojos de los demás y desea que piensen bien de él. Crear esta cortina de ilusión es algo muy común en quien no tiene nada para mostrar. El orgullo es otro vicio de quien se considera superior a los otros. Es un camino para la desgracia, porque el orgulloso siempre anda solo.

 Nuestros gestos de amor no deben servir para impresionar a alguien; d3ben ser un movimiento de generosidad que lleva algo bueno de nosotros al otro.

 Amar es dares, entregar lo mejor de nosotros, para el bien de quien amamos.

 El amor se construye con pequeñas acciones, no con gestos grandiosos y valientes. Su grandeza reside en la sutileza de elecciones simples y valientes -porque sabe que el camino es largo y se tiene que hacer día a día, todos los días, cada día de forma diferente.

 Cualquier gesto de amor, por más pequeño que parezca, es grande.

 El amor es atento. Cuando solo la felicidad el otro me hace feliz, necesito saber en qué puedo ayudarle de forma concreta. Y no hay dos días iguales. Tal vez haya momentos en que es preciso hacer algo mayor, pero en los demás la presencia y el silencio son tan sencillos como valiosos y…difíciles de cumplir.

 ¡El sentido de la vida consiste en encontrar y recorrer el camino que sale de mí y me lleva al corazón del otro, para que a través de la ventana de su interior yo vea el mundo de su mirada! Y en abrirme al otro con confianza… para que, superados mis miedos, el amor transforme nuestras dos fragilidades en una fuerza capaz de luchar todos los días por una sola felicidad, ¡mayor que nosotros dos!



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sábado, 12 de septiembre de 2020

Ama quien lo necesita, no quien lo merece



 José Luís Nunes Martins


Ábrete a la luz que te habita, para que tu camino se ilumine. Se más trasparente, no te llenes tanto de ti. La luz de ti mismo necesita un espacio para brillar. Ofrécele un corazón grande, con pocas cosas-casi vacío.

Acepta el don del amor y serás una fuente de bien para otros.

Nunca rechaces al amor, déjate amar. No hay nada peor que rechazar lo que da sentido a tu vida y te dignifica.

No es tu nombre, ni tu familia, profesión, dinero, poder, posición social o incluso tus capacidades. Tú eres aquello que te diferencia de los otros.

¡Crecemos cada vez que no acumulamos, nos enriquecemos cada vez que somos generosos! ¡La felicidad no es acumular cosas, es compartir con quien no tiene quien lo valore por lo que él es!

No te dejes atrofiar por tu orgullo y tu egoísmo.

Recuerda que amar es un don, no un premio. Nadie lo merece, per4o todos lo necesitamos, mucho.

Tu eres mayor, y más importante, de lo que lo son tus errores y fracasos

Los otros son iguales a ti: mayores y más importantes de lo que lo son sus errores y fracasos.

Levántate, anda y ama.

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sábado, 5 de septiembre de 2020

LA IMPORTANCIA DE LA TRISTEZA



José Luís Nunes Martins



La alegría es solo un pate de la vida, por mucho que algunos traten de convencernos de que su existencia está hecha solo de buenos momentos.

Ser humano es ser de carne y hueso. La vida que queremos parece que pasa el tiempo huyéndonos, y mientras perseguimos lo que soñamos cada día hay tropezones y paradas. Vamos absorbiendo esos sufrimientos que forman parte de cualquier camino, hasta que, en un momento inesperado, tenemos que afrontarlos en nuestro interior. Susurramos y gritamos con la tristeza que nos encoge el corazón.

El mundo de hoy nos presiona para estar siempre felices, o por lo menos parecerlo. Una presión fuerte y constante para que solo consideremos el lado positivo de todo. Sin embargo, el mundo es mucho más que los cantos de alegría, hay tiempos y lugares donde la tragedia vive y crece…

Mi felicidad tiene que integrar los momentos en que, de forma inesperada, una aflicción vaga, sosegada y profunda llega, haciendo que dejemos de encontrar gusto y diversión en las cosas comunes. Y es en esos terrenos inexplorados donde debemos buscar las bellezas raras que no existen sino en los valles más profundos de la condición humana.

¡Hay caminos hacia lo alto! Pero es preciso buscarlos y reconstruir las partes que se estropean por falta de uso.

La tristeza nos eleva, en la medida en que nos hace apartar la mirada de lo inútil y nos permite ver lo importante.

Hoy, las grandes conquistas son las de las cosas, el éxito material… no se valora a quien hace frente a sus pesadillas y alcanza la paz. Como si eso no fuese lo más importante. ¿Cuánto valen todas las riquezas para quien se pierde a sí mismo en el modo de alcanzarlas?

Es posible que yo impida a mi corazón sentir tristeza, pero eso tiene un costo: me estaría desligando de todas las otras emociones, buenas y malas.  Solo puede ser feliz quien se permite a sí mismo sentir todos los sentimientos

¡Sin tristeza propia, no puedo comprender ni ayudar en la tristeza a quien quiera que sea… Y, sin amor, nadie es feliz, ¡ni siquiera anda cerca!

Aunque mi historia sea un mar de infortunios, creo que hay y habrá siempre algo que sobrepasa y justifica mi vida.

Un alma triste no deja se ser noble, muy al contrario.

Y cuando es tiempo de paz y alegría, nadie vuela más alto que aquellos que aceptan la vida tal como ella es: larga, larga, profunda y tan alta que llega hasta el cielo.

Hay una cierta dulzura en la tristeza que revela nuestra fragilidad auténtica, mostrándonos, a nosotros mismos y a los demás, verdaderos. Tristes, pero enteros.

Que la tristeza no nos haga sentir y crear falsa apariencias de éxito o alegría. Que no nos cierre en nosotros y así nos impida amar y ser amados.


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sábado, 29 de agosto de 2020

¿De qué sirve el talento si no hay confianza?

 José Luís Nunes Martins


 No nacemos confiados. Nos volvemos más confiados, a medida que vamos arriesgando, y nos disponemos a aceptar, con la misma naturalidad, tanto el éxito como el ridículo.

 Puedo ser competente, tener inteligencia, fuerza, voluntad de aprender y experiencia, pero si me falta la confianza no consigo poner a rendir ninguna de las virtudes anteriores.

 El miedo a loa opinión de los otros es algo que crece a medida que le vamos dando espacio. La verdad es que no hay ni una sola persona en la faz de la tierra que no cometa errores, que no haga cosas ridículas, que no tenga ideas estúpidas. ¡Sin embargo, como todos nos esforzamos para que no se vea esa cara nuestra, hay muchos que creen que son los únicos ridículos del mundo! Llenos de vergüenza por el juicio ajeno, esconden sus talentos asta a sí mismos.

 ¡La verdad es que nadie es norma! Y eso es algo fantástico,

Es difícil imaginar que aquellos que admiro en el día a día teniendo los mismos problemas que yo. Desde los más comunes a los más complicados. Como si fuesen perfectos, y yo no.

Tendemos a no considerar a aquellos con quien vivimos… una vez que hemos conocido sus defectos y vicios, tenemos la certeza de que no son dignos de ser apreciados como aquellos otros que nos maravillan, cuando estos, en verdad, tal vez dejasen de tener esa consideración si los conociésemos un poco más.

 La madurez que debemos alcanzar es un nivel de comprensión en que no consideremos a nadie perfecto ni miserable.

Cada uno está llamado a lanzarse a la construcción de la historia. De su historia y la de todos. Eso se hace con los talentos que ya tenemos y con la confianza con la que nos decidimos a construir.

 Exige de ti la paz de confiar en tus talentos.
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sábado, 22 de agosto de 2020

¿Cómo vivir en la incertidumbre sin fin?


 José Luís Nunes Martins


No podemos prever gran parte de nuestro futuro. Planearlo con inteligencia implica dejar un enorme margen en blanco, porque casi todo puede cambiar en poco tiempo.

A casi todos nos gusta controlar nuestro futuro. Pero eso es imposible, por causa de nuestra naturaleza y de las circunstancias que vivimos. Nadie puede prever con exactitud el resultado a largo plazo de una acción suya, o cual será el efecto de una determinada condición que aparece hoy va a tener más adelante.

Vivir es aceptar el desafío de navegar en el mar del desconocimiento. Es importante ser humilde y creer que podemos y debemos decidir nuestro día a día, una cosa cada vez. Sin la ilusión infantil de querer con una sola acción cambiar todo de una vez para siempre.

Todo es posible. Pero eso no significa que el camino para lo que parece imposible sea fácil o corto. Nuestras mayores conquistas nos consumen tanto que, al alcanzarlas, en vez de gloria, sentimos un enorme alivio por haber llegado al final de esa lucha.

Nada es cierto. El mundo es mucho más complejo de lo que alguna vez pudiéramos comprender. Los otros seres humanos no son meros figurantes de mi vida, son tan dignos de estar ahí como yo y de ser protagonistas de su existencia y de la mía, por lo que, las decisiones que hacen mi futuro no son solo mías.

Somos pequeños y frágiles. Cuando no aceptamos con humildad nuestros límites, caemos con facilidad en desequilibrios, porque al querer todo de una vez, vamos para los excesos desde donde… es fácil caer en el abismo.

Es preciso desprendernos del deseo de controlarlo todo. ¡Porque si lo hiciéramos, sería una tragedia mayor de lo que podemos imaginar! ¡Ninguno de nosotros es el centro del mundo y eso es una excelente noticia!

¡Ninguna vida está exenta de males, pero siempre hay bienes a su alrededor! ¡En vez de vivir concentrados en lo incierto y el mal que existe y en aquellos que pueden llegar, debemos admirar el bien que nos rodea y nunca dejar de soñar! ¡Estando presto para trabajar por el bien que queremos!

Acepta la vida como es. Busca el mejor lugar para dar el próximo paso, siempre. Poco importa que estés en el fondo del pozo o en la cima de la montaña más alta.

¿Cuál es la cosa mejor que puedes hacer después de leer este texto?

Haz eso.
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