sábado, 29 de diciembre de 2012

Tiempo de Navidad




Estos días plagados de fiestas son un tanto contradictorios, celebramos la venida del mismo Dios al mundo, en las condiciones más humildes, como un verdadero sin techo de nuestros días, y la mayoría de la gente lo celebra disfrutando, de vacaciones si tienen esa suerte. Total, que los sin techo siguen siendo marginados en estas fiestas.

Por eso se me ocurre que la mejor manera de celebrar estas fiestas, y más cristianamente, sería preocupándose de que nadie estuviera solo, cada uno en la medida de sus posibilidades. Y no quiero que suene a crítica generalizada, empiezo por decírmelo a  mi mismo.

Pero no todo es como al principio digo, hay muchas personas que piensan en los sin techo y personas necesitadas. Este año llama la atención la movilización que ha habido y sigue habiendo para conseguir donativos a favor de los más castigados por la crisis.

Los voluntarios y todos los que participan en el Programa Diocesano de Personas sin Hogar, estamos muy contentos con el vecindario, porque se dan cuenta de que estamos ahí, de quienes están ahí, y alivian el escaso presupuesto que tenemos para la compra diaria de café y bollería. A veces acuden personas que no han desayunado, o quizá sin comer un día entero, y agradecen el cafelito caliente que les ofrecemos. Incluso hemos recibido un donativo extraordinario,  y de manera totalmente anónima.

También son numerosas las personas que se acercan para preguntarnos si recogemos ropa, o cómo pueden contribuir con Cáritas, o al revés, cómo pueden recibir ayuda de Cáritas; entonces les informamos de lo que tienen que hacer o a donde tienen que ir. No me había dado cuenta tan claramente como ahora que estoy escribiendo estas cosas de que nos hemos convertido también en un punto de información muy estratégico, ya que estamos en el centro de la ciudad, al lado del Ayuntamiento.

Y ya que menciono el Ayuntamiento quiero comentar algo que sirve para mejorar la imagen de las personas sin hogar. Recién mudados a esta oficina, alguien escucho de labios de algunos concejales o funcionarios del Ayuntamiento unas palabras muy duras. “vaya la que nos ha caído”…y otras palabras que no recuerdo bien, pero que dejaban ver que no les gustaba ver por allí a estas personas. Jamás, en los dos años que llevamos, ha habido una sola queja, y en una ocasión hemos recibido la visita de la concejala de Asuntos Sociales, con la promesa de que se repetiría, y nuestras relaciones con el Ayuntamiento son muy fluidas y buenas.

Como puede apreciarse el espíritu de la Navidad está muy vivo, gracias a Dios, y merece la pena celebrar estas fiestas, hacen aflorar los mejores sentimientos de las personas, aunque haya muchas que sufran por distintos motivos. Yo, hace años era de los que padecían la Navidad, pero me di cuenta de que era por culpa mía y hoy me gusta especialmente esta fiesta, celebramos en Nacimiento de Dios mismo, nos volcamos en que todo el mundo disfrute de esta alegría de mil maneras, parece como si hiciéramos real el Reino de Dios, reino de Paz, de Justicia, de Amor y Verdad.

martes, 25 de diciembre de 2012

Homilía de Benedicto XVI de la Santa Misa de Nochebuena de la Solemnidad de la Navidad:




He intentado resumir la homilía del Papa, una vez más, y confieso que me es muy difícil, porque cada palabra que expresa el Santo Padre es esencial, está llena de contenido, su mensaje es de una pieza. Por eso lo que pretendo es un pequeño homenaje al mismo Santo Padre y, aprovechando sus palabras, también  a la Navidad.Como ya he dicho otras veces, él es un nuevo Padre de la Iglesia, un guía extraordinario para los tiempos que nos está tocando vivir.


Queridos hermanos y hermanas:

Nuevamente nos conmueve que Dios se haya hecho niño. Dice algo así: Sé que mi esplendor te asusta, que ante mi grandeza tratas de afianzarte tú mismo. Pues bien, vengo por tanto a ti como niño, para que puedas acogerme y amarme.

Nuevamente me llega al corazón esa palabra del evangelista, dicho casi de pasada, de que no había lugar para ellos en la posada. Esta noticia aparentemente casual de la falta de sitio en la posada, es profundizada en su esencia por el evangelista Juan cuando escribe: «Vino a su casa, y los suyos no la recibieron» (Jn 1,11).

¿Tenemos un puesto para Dios cuando él trata de entrar en nosotros? ¿Tenemos tiempo y espacio para él? ¿No es precisamente a Dios mismo al que rechazamos? Y así se comienza porque no tenemos tiempo para él. Cuanto más rápidamente nos movemos, cuanto más eficaces son los medios que nos permiten ahorrar tiempo, menos tiempo nos queda disponible.

La metodología de nuestro pensar está planteada de tal manera que, en el fondo, él no debe existir. Aunque parece llamar a la puerta de nuestro pensamiento, debe ser rechazado con algún razonamiento.

Tampoco hay lugar para él en nuestros sentimientos y deseos. Nosotros nos queremos a nosotros mismos, queremos las cosas tangibles, la felicidad que se pueda experimentar, el éxito de nuestros proyectos personales y de nuestras intenciones. Estamos completamente «llenos» de nosotros mismos, de modo que ya no queda espacio alguno para Dios. Y, por eso, tampoco queda espacio para los otros, para los niños, los pobres, los extranjeros.

A partir de la sencilla palabra sobre la falta de sitio en la posada, podemos darnos cuenta de lo necesaria que es la exhortación de san Pablo: «Transformaos por la renovación de la mente» (Rm 12,2). Pablo habla de abrir nuestro intelecto (nous), del modo en que vemos el mundo y nos vemos a nosotros mismos.

En el relato de la Navidad hay también una segunda palabra sobre la que quisiera reflexionar con vosotros: el himno de alabanza que los ángeles entonan después del mensaje sobre el Salvador recién nacido: «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace».

Dios es glorioso. Dios es luz pura, esplendor de la verdad y del amor. Él es bueno. Es el bien por excelencia. El canto de los ángeles es una irradiación de la alegría que los inunda. En sus palabras oímos, por decirlo así, algo de los sonidos melodiosos del cielo.

Queremos dejarnos embargar de esta alegría: existe la verdad. Existe la pura bondad. Existe la luz pura. Dios es bueno y él es el poder supremo por encima de todos los poderes. En esta noche, deberíamos simplemente alegrarnos de este hecho, junto con los ángeles y los pastores.

Con la gloria de Dios en las alturas, se relaciona la paz en la tierra a los hombres. Donde no se da gloria a Dios, donde se le olvida o incluso se le niega, tampoco hay paz. Hoy, sin embargo, corrientes de pensamiento muy difundidas sostienen lo contrario: la religión, en particular el monoteísmo, sería la causa de la violencia y de las guerras en el mundo.

Si es incontestable un cierto uso indebido de la religión en la historia, no es verdad, sin embargo, que el «no» a Dios restablecería la paz. Si la luz de Dios se apaga, se extingue también la dignidad divina del hombre. Entonces, ya no es la imagen de Dios, que debemos honrar en cada uno, en el débil, el extranjero, el pobre. Entonces ya no somos todos hermanos y hermanas, hijos del único Padre. Qué géneros de violencia arrogante aparecen entonces, y cómo el hombre desprecia y aplasta al hombre, lo hemos visto en toda su crueldad el siglo pasado.

Así pues, Cristo es nuestra paz, y ha anunciado la paz a los de lejos y a los de cerca (cf. Ef 2,14.17). Cómo dejar de implorarlo en esta hora: Sí, Señor, anúncianos también hoy la paz, a los de cerca y a los de lejos. Haz que, también hoy, de las espadas se forjen arados (cf. Is 2,4), que en lugar de armamento para la guerra lleguen ayudas para los que sufren. Ilumina la personas que se creen en el deber aplicar la violencia en tu nombre, para que aprendan a comprender lo absurdo de la violencia y a reconocer tu verdadero rostro. Ayúdanos a ser hombres «en los que te complaces», hombres conformes a tu imagen y, así, hombres de paz.

Los pastores movidos por una santa curiosidad, acudieron a ver en un pesebre a este niño, que el ángel había dicho que era el Salvador, el Cristo, el Señor.

Vayamos allá, a Belén, dice hoy la liturgia de la Iglesia. Trans-eamus traduce la Biblia latina: «atravesar», ir al otro lado, atreverse a dar el paso que va más allá, la «travesía» con la que salimos de nuestros hábitos de pensamiento y de vida, y sobrepasamos el mundo puramente material para llegar a lo esencial, al más allá, hacia el Dios que, por su parte, ha venido acá, hacia nosotros.

Vayamos allá, a Belén, también a la ciudad concreta de Belén, en todos los lugares donde el Señor vivió, trabajó y sufrió. Pidamos en esta hora por quienes hoy viven y sufren allí. Oremos para que allí reine la paz. Pidamos también por los países circunstantes, por el Líbano, Siria, Irak, y así sucesivamente, de modo que en ellos se asiente la paz. Que los cristianos en aquellos países donde ha tenido origen nuestra fe puedan conservar su morada; que cristianos y musulmanes construyan juntos sus países en la paz de Dios.



lunes, 17 de diciembre de 2012

No saben qué hacer con la gente. La “casa que enloquece”





 Hoy hemos tenido una breve charla, como hacía algún tiempo no habíamos tenido, hablando de los problemas de los usuarios (hacía tiempo también que no usaba esta horrible palabra, pero para abreviar…). Hoy había un buen número de personas pues la semana pasada ha estado de baja la trabajadora social, y de manera especial una de ellas, una persona de mediana edad, descargó una parte considerable de sus muchas preocupaciones.

Comenzamos a hablar de lo difíciles que están las cosas, de cuánto van a durar y poco a poco fuimos descendiendo a los problemas concretos de cada uno de los presentes; uno se quejaba de que no había trabajo  en Huelva ni en Almería, y que este año se agrava la situación por la escasez de aceituna, tampoco se necesita mano de obra en esta recolección. Yo he oído por la radio, precisamente, que esta escasez hará que suba el precio del aceite de oliva hasta los cinco euros, y que ya muchas mujeres están haciendo acopio de aceite.

Luego se centró más la conversación entre esta persona que decía y otro más que había estado pescando algunas temporadas, y comentábamos las dificultades que pasan los pescadores del pez espada, y una en especial, los numerosos cortes que les hacen estos enormes peces en las piernas con sus violentos movimientos al echarlos en la cubierta. Y aquí es donde estaba la preocupación de nuestro amigo, venía desde el norte, Asturias, para hacer un curso relacionado con la pesca e irse de nuevo a ganarse la vida al mar.

Pero, hablando de “la casa que enloquece”, o sea, la Administración, es donde nos surgió la frase que da título a este post, y la califico así “la casa que enloquece” porque es lo más parecido al capítulo de Asterix y Obelix en el que  tratan de solicitar un permiso para ir a la Legión romana y los mandan de una ventanilla a la otra y de una planta a otra en un edificio de varios pisos; el mismo Obelix termina agotado. Pues bien, podemos imaginarnos lo que supone a un español de hoy tener que solicitar o presentar cualquier instancia para cualquier necesidad, esta imagen del comic se queda pequeña comparada con nuestra España fragmentada en diecisiete administraciones o comunidades autónomas, algunas paladeando la independencia.

A continuación nos desgranaba cuales eran las causas de su presencia en San Fernando, además de las de buscar trabajo; “renuncio a cualquier prestación social que me den, porque la mayor parte se la lleva ella; no merece la pena; prefiero no cobrar, perder el derecho a cobrarla y  trabajar”. De su pensión le quitaban la mayor parte y con lo que le quedaba no podía vivir. Estas eran las ideas que repetía una y otra vez mientras nos iba contando su proceso de separación, a la vez que hacíamos una crítica de la ley de violencia de género, que parece ciega, defiende radicalmente de la mujer y al hombre lo condena de antemano como maltratador. Sus palabras transmitían mucho dolor, a pesar de haber seguido un proceso de reconciliación guiado no la lograron; y lo peor es cuando hablaba de los hijos, se emocionaba este hombre cuando describía su comportamiento cuando le tocaba cuidarlos a él y cómo se esforzaba en controlarlos un poco en sus excesos e indisciplina; “cuando venían de estar con ella era horrible. No les hacía caso, luego no querían ir con ella”.

Quizá me he extendido en este párrafo, y no sé con certeza quién era el más responsable en este proceso de separación, pero quiero dejar constancia de los lamentos de un hombre que sufre las consecuencias nefastas  de la ley de violencia de género. Y no estoy defendiendo a los maltratadores, sólo quiero criticar una ley injusta, mal planteada y discriminatoria; “discriminación positiva”, ¿con esta absurda calificación pretenden ser justos?, ¿cómo se va a hacer justicia discriminando? Casi me da miedo expresar esta opinión, pues se me echarían encima muchas personas, incluso conocidos y amigos, y con usar solo el masculino en estas dos palabras algunos estarán diciendo “ese es un facha”, o cualquier otro insulto desproporcionado e inexacto.

En cualquier caso la justicia es imparcial, la justicia verdadera juzga los hechos y a las personas sean quienes sean y no por lo que sean, pobres o ricos, hombres o mujeres, y a cada cual le da su merecido de acuerdo a su falta; las faltas no tienen género, son crímenes y ya está. No me cansaré de decir que esta ley consagra la división social más atroz entre hombres y mujeres, por eso es destructiva, genera odio y desestabiliza la base de la sociedad que es la familia, tarea que completa con la invención de no sé cuántos tipos de familia. Hay que ver cuántos tipos de familia  figuran en nuestras fichas de acogida. ¿Es todo esto normal?, ¿Nos hemos vuelto todos locos? Yo creo que sobre todo nos hemos vuelto egoístas,  sujetos de derechos y pocos o ningún deber. Así nos va, qué será eso del bien común…

sábado, 15 de diciembre de 2012

Encuentro de voluntarios de Cáritas Arciprestal de San Fernando, Navidad 2012




Un año más celebramos nuestro encuentro “de invierno”, o mejor, de Navidad. Comenzaré diciendo que fue un encuentro muy agradable, y que me alegro de que fuera en la parroquia de El Buen Pastor, porque se lo merecen, y a los demás también nos viene bien cambiar de aires, y acercarnos a periferia…

En primer lugar nos dirigió unas palabras el P. Alfonso para agradecer nuestra presencia y para informarnos de la inminente apertura de una Oficina Jurídica en la sede arciprestal, con el fin de que vayamos difundiendo esta excelente novedad entre los acogidos de nuestras parroquias que tengan problemas de cualquier tipo con la administración o la justicia.

A continuación el P. Félix nos ofreció una oportuna reflexión sobre la Esperanza. Alabo yo su clarividente criterio al elegir este tema en vez de la Caridad o la Fe, aunque seamos voluntarios de Cáritas y creyentes, porque, como bien nos expuso, si transmitiéramos esperanza a los acogidos con nuestra forma de actuar, entonces estábamos poniendo en práctica la caridad y sin duda la fe, ya que de ellas brota la esperanza, y así seremos constructores del Reino de Dios. Su discurso estuvo plagado de textos bíblicos, de manera que sus  palabras eran claras y sinceras, la mejor manera de facilitarnos a nosotros una buena reflexión sobre nuestra forma de actuar como voluntarios de Cáritas.

Al finalizar la Eucaristía, el equipo de El Buen Pastor nos obsequió con una participación de lotería segura al Nº 241212,  un gesto simpático a la vez que nos recuerdan donde debemos poner nuestras esperanzas.

Por fin pasamos al comedor preparado para la ocasión donde compartimos nuestras viandas,  noticias y  experiencias. Aún tuvimos que escuchar, en silencio contenido, la presentación de la campaña de Cáritas para este año. Digo esto porque estábamos deseando  dar rienda suelta a los saludos, preguntas y comunicaciones entre unos y otros dado que la hora era ya un tanto avanzada.

Salvando estos pequeños inconvenientes nos dimos a la comida y a la charla con los ánimos redoblados. Lo primero que me apetece destacar es  la alegría que me dio ver a los sufridos voluntarios de la Oliva muy relajados y contentos con el nombramiento de los PP Blancos como responsables de su parroquia. Otro aspecto muy positivo de la convivencia es, como ya he dicho,  el lugar elegido en esta ocasión, dándonos oportunidad de salir de nuestro entorno cotidiano y tomar contacto, en mi caso por primera vez, con un equipo muy bien organizado, muy activo y muy numeroso,  el que cuenta con mayor número de jóvenes.

Quizá es ahora cuando me toca lamentar las ausencias, porque considero que ver a un equipo que cuenta con tantos jóvenes comprometidos con Cáritas, y además bien preparados,  nos puede servir de estímulo para alcanzar este objetivo tan deseado en nuestros equipos parroquiales, para asegurar el relevo, en algunos casos necesario y urgente. Yo tuve la oportunidad de charlar con algunos de los jóvenes, gracias al P. Damiano, y en pocos minutos estábamos compartiendo algunas de nuestras actividades.

Puedo decir una vez más que no hay encuentro de voluntarios que no sea una oportunidad estupenda para vernos, muchos  ya como amigos, y para intercambiar experiencias y cargar los ánimos, un poco maltrechos a veces por la carga que se nos acrecienta cada día, y el escaso número de voluntarios para soportarla.

Terminaré como siempre, optimista, aunque no sé si tanto esta vez, diciendo que no importa, que los que estamos valemos, y mientras sigamos convencidos Cáritas de San Fernando seguirá haciendo un papel muy decente en la sociedad, y más ahora con esa buena noticia de la apertura de la Oficina Jurídica, una oferta extraordinaria para aliviar  a quienes son presa de esta crisis tan insensible y persistente (iba a poner “pertinaz…como aquella sequía”…).

PS. Lo he pensado mejor, el P. Félix me ha dado la clave para definir este encuentro, ha sido el encentro de la esperanza, pues nos  dio la medicina adecuada para curar nuestros posibles achaques o dudas y el baremo para saber si estamos actuando bien o no tan bien como esperan de nosotros. OM

viernes, 7 de diciembre de 2012




El Niño Dios, que para salvarnos nace humildemente, nos enseñe a afrontar la vida con esperanza,  nos mantenga  siempre atentos a su mensaje y dispuestos para socorrer al necesitado.




martes, 27 de noviembre de 2012

Uno no entiende qué pasa




A veces da miedo haberse ofrecido a ayudar a alguien, cuando te quieres dar cuenta son demasiados los que te  requieren para cualquier necesidad, y entonces, se ve uno tan impotente, tan incapaz, y sin embargo, sólo por escuchar recibes tal cantidad de agradecimiento que abruma la mayor parte de las veces.

Entonces uno no entiende qué pasa, no sabes qué hacer, tampoco te puedes retirar, deseas la tranquilidad, dedicarte a tus cosas, pero sigues sin decir no, y enlazas con una nueva demanda sin darte cuenta, y ya no deseas tiempo para ti  y no tener preocupaciones personales, lo único que deseas es seguir escuchando, visitando, pasando un rato con alguien que requiere  una palabra, unos oídos atentos a sus palabras que claman por algo que les aflige o huyendo de las soledad y la nada que los quiere atrapar.

Hay días que deseas dejarlo todo, agobiado por tus propios problemas, piensas que no vale la pena el esfuerzo, o que quizá estabas equivocado; en un instante cambia tu percepción de las cosas, un pequeño empujón y te disipa tus dudas, te pones en marcha y acudes a la nueva demanda como si nada hubiera pasado.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Respetemos la vida como un don, y conservémosla agradecidos


Hoy voy a tratar de otro asunto, aunque tiene una conexión directa con el contenido y la finalidad de este blog, el asunto de hoy es la defensa de la vida desde su nacimiento, venga como venga, y yo creo que tiene mucho que ver con este blog ya que  en un caso pedimos que el vientre de la madre sea una casa acogedora para toda criatura, y en el segundo pedimos un hogar en el que vivir y morir dignamente.

Esta mañana he estado pidiendo firmas para que el gobierno derogue la ley del aborto y a cambio ofrezca a las futuras madres todas las  garantías  a su alcance para que den a luz felizmente. No hace mucho que me hice voluntario de la “Plataforma Aborto 0,” y la verdad es que ha sido una experiencia interesante, hemos creado un grupo de manera totalmente espontánea, bastó que alguien nos hiciera una llamada para ponernos en marcha y darle a otras muchas personas generosas la oportunidad de manifestarse por la vida, sin restricciones, sin prejuicios, sin miedos.Lo único que me preocupaba era tener tiempo y fuerzas para implicarme en las actividades de un grupo tan importante; la verdad es que los compañeros me lo han hecho fácil.

“¿Ya ha firmado usted contra el aborto?”, “Estoy pidiendo firmas para pedirle al gobierno…” así “asaltamos” a las personas para que tomen una decisión instantánea…pues no se crean…dudan la mayoría si quieren defender la vida siempre, o no; son padres, abuelos, tíos, primos…anteponen a la hija,  esposa, la prima o la nieta a la criatura que lucha por vivir y nacer a expensas de su madre, ¿no sería mejor apoyar a esta mujer, sola ante una disyuntiva inexcusable y apremiante?

Y se da este otro caso que refleja lo enferma que está esta sociedad, lo desasistidas que están intelectual y moralmente muchas personas, incapaces de adoptar una decisión firme en la defensa de la vida, porque nos han hecho creer que la mujer tiene derecho a decidir si su hijo debe vivir o no, como si ella tuviera el control de la vida y conociera lo que va a ocurrir en el futuro. Es un ejemplo más de la huida ante las dificultades, de una sociedad cobarde pero cómoda y egoísta. Se ha dado el caso de personas que no quieren firmar o apoyar el “movimiento por la vida” por temor a no encontrar trabajo o que les pongan dificultades si lo tienen.

Entre las personas que “asalté” esta mañana estaba un matrimonio, dos personas extraordinarias con su niño, muy alegre; extraordinarias porque a pesar de no firmar contra el aborto estuvimos conversando al menos veinte minutos, civilizadamente, tanto que me sorprendió la gratitud de la mujer al despedirse dándome un par de besos. Estaban de acuerdo conmigo en la barbaridad que supone el aborto, pero, ella trabaja en un servicio público y “ha tenido” que aconsejar o apoyar a mujeres que han querido abortar. Yo le insinué el recurso de la adopción, pero ellos criticaron duramente la ley de adopción porque sólo permite adoptar niños con problemas o taras, hasta el punto que ellos decidieron recurrir a la fecundación in Vitro, porque no podían tener hijos. Y créanme, el niño es hermosísimo, y tan alegre que era la expresión de la felicidad.

Los padres son dos personas juiciosas, que son conscientes de las contradicciones de esta sociedad y de la manipulación a que está sometida, definieron literalmente esta sociedad como una  “dictadura democrática”, ¿cabe mayor contradicción? Aún hay esperanza, merece la pena seguir dando a la gente responsable la oportunidad de expresar su opinión,  ser cauce de un río cada vez más caudaloso, capaz de fertilizar un terreno tan pedregoso, escabroso y baldío como es la sociedad que están queriendo construir unos constructores mal intencionados y enemigos de Dios y de la humanidad.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Una mañana de emociones



Esta mañana estaba la oficina llena de transeúntes, el frío repentino ha empujado a muchos a buscar refugio en el hogar. Hoy tenía yo otra misión y estuve menos tiempo, el suficiente para disfrutar de tres escenas conmovedoras que no quiero dejar pasar para que no caigan en el olvido, devoradas por el vértigo de acontecimientos que provoca la crisis diariamente.

Nuestro amigo D., que lleva ya una temporada entre nosotros, aunque añora el clima de Canarias, estaba esta mañana en su puesto, aterido de frío,  pidiendo unas monedas, solo las suficientes para comprar algo de comer.

Yo llegué a la oficina y, como he dicho, estaba llena; aún así entró F. con su silla de ruedas y traía una cara como jamás le había visto, feliz, radiante, de manera que parecía que volaba , y como no acertaba a hablar le pregunto qué pasa, qué buena noticia traes, suéltala ya, y contesta emocionado: “ya tengo la pantalla, además grande”; quién te la ha dado, le pregunto, y me dice que se la han proporcionado en “Madre Coraje”. Esta pantalla significa mucho para F., significa que ya está a punto de poner en marcha el mecanismo que le hacía falta para ganarse la vida, e incluso piensa en llegar a obtener beneficios para ayudar a otros.

Por fin, llevamos meses tratando de conseguir un ordenador para que F. desarrolle sus capacidades de informático, él tiene una prisa enorme porque dice, con toda naturalidad, que como está en fase terminal teme quedar totalmente incapacitado antes de procurarse algunas mejoras o comodidades en su vida. Hacía después balance de sus últimos meses: seis durmiendo en un cajero, seis en un piso caro y malo, y tres con una compañía aceptable, y aquí viene la segunda emoción de la mañana.

Cuando ya nos hemos repuesto un poco de la primera me regala la segunda emoción: mirándome con esa mirada que pone cuando está en su mejor momento me dice. “¿le llevas un café a D., que hace mucho frío?”…Esto ya me desborda, de las quejas continuas han pasado en poco tiempo a esta amistad y esta familiaridad incluso. Por supuesto que no hizo falta que me lo pidiera dos veces.

Cuando llegué con el café al puesto de D. lo encuentro acurrucado por el frío, pero no sólo, tiene los ojos húmedos y me mira y me dice con la voz entrecortada:”estoy llorando de emoción. Acaba de pasar un chico joven y me ha dado esta braga - señalando el cuello bien abrigadito-, se lo ha quitado él, que la llevaba puesta y me la ha dado. Y ahora me traes el café…”; era lo que le faltaba hoy a D.”

F. siempre se despide con un “Que Dios te bendiga”, y cualquier favor que recibe lo toma por una bendición, por eso la mejor manera de terminar hoy el relato es: “bendito sea Dios”.

domingo, 11 de noviembre de 2012

TENDIENDO PUENTES.


Los puentes son unas estructuras fascinantes. Con apariencia a menudo de estar colgados en medio del aire, se lanzan por encima del agua abierta, enlazando dos riberas con un nudo de carretera. 

Construir puentes es una ocupación difícil y peligrosa. Requiere nervios firmes, pies seguros y mucha fe. Tal vez por eso la construcción de los puentes se utilice como metáfora de la reconciliación. Cuando la gente está fuertemente enfrentada entre sí, se requieren nervios firmes, pies seguros y mucha fe para intentar de nuevo la reunión. 
Por peligrosa que sea la ocupación de constructor de puentes, aún más peligroso es dejar sin tender un puente sobre un abismo de ira. Aunque la ira se considera frecuentemente como algo ardiente, es más como un río desbordado: Fría, implacable e incapaz de perdón. Cualquier cosa que se aproxima a sus orillas es arrastrada por su corriente, que todo lo consume. Dado que la ira discurre rápida y en profundidad, a menudo el único modo de sortearla es pasar por encima de ella; lanzando un nudo de perdón de una ribera a la otra: Alzar un puente. 
Dejo estas preguntas para que nos sirvan de reflexión: ¿Necesito construir un puente en mi vida? ¿Qué necesito para iniciar la construcción?  

domingo, 4 de noviembre de 2012

¡Apoto!

( Como esta semana no tengo nada que ofrecer, a venido a mi memoria un gran artículo de un buen amigo, aunque algunos ya lo conozcan, pero merece la pena, y a ver si a sí conseguimos que nos regale otras colaboraciones )


Probablemente no se escriba así, pero “¡apoto, apoto!” es lo que nos decían los niños de Sierra Leona cuando nos veían andar por Makeni, con nuestra piel blanca y nuestros aires un poco de despistados. Viene a significar algo así como “extranjero blanco”, y nos lo decían a voz en grito según paseábamos por las calles, mientras nos mostraban sus brillantes dentaduras sobre el negro de la p
iel, con una sonrisa interminable, espontánea y alegre que producía un fuerte contraste con la pobreza en la que viven. Fue un sonido constante durante los veintiún días que estuvimos en el país.

Sin embargo, pasada la primera semana de nuestra estancia allí, y una vez que la cabeza y el espíritu ya se habían acostumbrado a la nueva rutina, pude observar que hay otra palabra que los niños y jóvenes sierraleoneses gritan con más alegría aún cuando ven a algunas personas de raza blanca. Esa palabra es “father”, y la utilizan para referirse o para dirigirse a los misioneros que trabajan en el país.

Es posible que mi cariño hacia los misioneros y su trabajo no me dejen ser imparcial, y que sin quererlo me esté dejando llevar por un cierto sentimentalismo derivado de haber podido compartir con ellos una parte de su tiempo durante este verano. Reconozco que esto puede ser así. Pero la realidad es que –y esto lo pudimos experimentar in situ- cuando tuvimos la oportunidad de acompañarles a celebrar misas en aldeas y villorrios diseminados alrededor de las carreteras llenas de baches, o a lo largo de caminos de barro rojo, pudimos ver cómo la gente les saludaba. Los mayores levantaban los brazos y movían las manos mientras los ojos se les iluminaban; los niños salían corriendo gritando y riendo detrás del automóvil conducido por el father. En algunos colegios pudimos ver cómo los pequeños rodeaban a los misioneros para saludarles, sonreírles y tocarles. Por extensión, todas esas sonrisas y saludos también nos tocaban a nosotros, y a mi me daba un poco de vergüenza porque sentía que no nos merecíamos semejante recibimiento. Pero claro, esta es nuestra mentalidad, la que tenemos en Occidente. Allí en Makeni los saludos, sonrisas y demostraciones de afectos son gratuitos, aunque los dirigidos a los misioneros son especiales, tienen algo distinto, son más parecidos a cuando los niños saludan a los padres…

…Poco a poco empecé a atar cabos…

…Nos enteramos de que en Sierra Leona, país mayoritariamente musulmán, y bien conocido por su pobreza, los misioneros católicos son responsables y promotores de la mayor parte de los colegios, colegios en los cuales se dan clases a todos los niños posibles.

Nos enteramos de que muchos misioneros –sacerdotes, religiosas y religiosos- sufrieron grandes privaciones, secuestros e incluso el martirio durante la guerra civil que asoló el país en la década de los noventa. Algunos de ellos nos lo explicaron de primera mano. Otros ya no pueden contarlo, pero ahí están los libros y la memoria de todos los que les acompañaron.

Nos enteramos de que misioneros católicos se encargaron de la rehabilitación de cientos y cientos de niños soldados. Tuvieron ayuda de instituciones internacionales, pero ellos fueron los responsables últimos, los más volcados y dedicados a esta obra.

Nos enteramos de que durante la guerra hubo un momento en que los combates llegaron a Freetown, la capital, y que entonces los funcionarios internacionales y responsables de las ONG abandonaron el país. Como probablemente hubiéramos hecho cualquiera de nosotros. Pero muchos misioneros se quedaron con los niños soldados, con los colegios, con las misiones. Y con su miedo e intranquilidad metidos dentro del cuerpo, pero ofrecidos en la Cruz del amor.

Nos enteramos de que la corrupción es un gran problema en el Gobierno del país, así como en la gestión de la ayuda internacional y en la negociación con las empresas que vienen de fuera a explotar sus recursos naturales. Pero también pudimos ver cómo la ayuda que con motivo de nuestro viaje conseguimos en España para los misioneros llegaba directamente a ellos y a sus misiones, y constatamos que esto es lo habitual.

Aprendimos que el tiro de un rifle te puede quitar la vida, pero nunca la libertad ni el Alma, ni la dignidad, ni el ser hijo de Dios. Lo aprendimos porque así nos lo contó un misionero javeriano, que a su vez se lo explicó a un rebelde que le encañonaba y amenazaba con un arma.

La gente de Sierra Leona no suele hablar de sus sentimientos, porque no es parte de su cultura. Pero aprendimos que los niños soldados despertaban de noche con pesadillas, y que en la oscuridad hablaban y se desahogaban con los misioneros, a los que contaban historias que no aparecen ni en las películas más terroríficas. Supimos que los niños se sorprendían de que Dios perdonase, y de que hubiera hombres que se mostraban comprensivos con lo que les había pasado y con el mal que a través de ellos se había producido.

Supimos que ya nunca aparecerá el cuerpo de una de las cuatro Misioneras de la Caridad que murieron durante la guerra víctimas de la violencia, entre otras cosas porque quedó irreconocible.

Estuvimos con misioneras de San José de Cluny, alguna de las cuales llevaba en el país cuarenta años, y que, entre otras cosas, dirigen en Makeny un colegio de oficios para sordomudos. ¿Os imagináis cómo puede llegar a ser la vida de un sordomudo en un país tan pobre?.

Compartimos una merienda con un Agustino Recoleto que tiene en Facebook una campaña para cambiar móviles usados por vacas….¡¡y vimos las vacas!!.

Supimos que todos ellos -Javerianos, Misioneras de la Caridad, Josefinos, Hermanas de San José de Cluny, Agustinos y tantos otros- hablan a los niños y a los mayores del perdón de Dios, del Evangelio de Jesucristo, del amor entre los hombres y de los sacramentos, pero que ayudaron, ayudan y ayudarán a todo el mundo por igual, sin distinción de sexo, raza o religión.

…Y claro, ¿de qué me puedo sorprender cuando veo a los niños salir corriendo detrás de los misioneros en Sierra Leona?.


sábado, 27 de octubre de 2012

Un alma franciscana




Esta mañana ha sido especial, uno de esos días en la vida de cualquier persona que compensan otros más frecuentes que no nos apetece tanto recordar. Empezamos comentando la noticia del donativo extraordinario de Amancio Ortega, veinte millones de euros, a Cáritas; la trabajadora social, que acababa de llegar de Madrid precisamente, nos aclaró que seguramente este donativo  sea para atender a familias españolas, lo cual nos pareció aún mejor.

La tertulia hoy ha discurrido sin sobresaltos y ha sido seguida por todos con interés, hemos seguido hablando de temas diversos, uno de los más preocupantes nos parecía el de las desigualdades entre los españoles. Además, la crisis está haciendo más patente estas diferencias y esto nos coloca frente a nuestros propios fracasos como personas y  como sociedad. Hace falta que todos queramos ver nuestra parte de responsabilidad en el fracaso social que padecemos, si no es así, si las culpas empiezan a arrojarse de unos  a otros, si la única respuesta, en vez de  dialogar sinceramente y pensando en el bien común, es “y tú más”, entonces habremos retrocedido cuarenta o cincuenta años. Y esto no es por decir cualquier cosa, políticos tenemos empeñados en la “memoria histórica”, en resucitar el pasado peor, utilizando argumentos del pasado para explicar hechos y responsabilidades presentes.

Para animarme más el día llega mi reciente amigo, P., con el que ayer mismo charlaba y me exponía su intención de enrolarse como voluntario en una ong. Seguía la conversación desde la puerta muy atento pero sin decir palabra; de pronto, tímidamente, porque es extremadamente delicado, me hizo un retrato que nadie me había hecho antes, dice que “me ve con un gorguero al cuello y traje negro como los del siglo dieciséis”, pero aún añade que tengo un alma franciscana; entonces me dejó emocionado y desarmado; no pude menos de responderle que él sí tiene ese alma franciscana, porque es capaz de ver el bien aunque esté oculto, y hasta producirlo, provocando en los demás una respuesta de acuerdo a su franqueza y humildad.

Y para terminar entra F. todo alterado diciéndome a voces que por qué le molesto llamándolo por el móvil un montón de veces para despertarlo; como le digo que de eso nada, y que “ni me he acordado de él en toda la mañana”, pues entonces frenó en seco su silla de ruedas a motor justo al borde de la mesa y se le pasó el enfado. Increíblemente hoy  no traía ninguna queja de nadie ni de nada y terminamos la mañana con un humor excelente.

sábado, 20 de octubre de 2012

Una familia contra la crisis




Ayer fueron los acogidos los que me hicieron fácil la acogida, y no fue precisamente sencilla ni corta, además  eran nueve contra uno. No sé bien por donde empezar, por eso empiezo agradeciendo a los acogidos su extraordinaria colaboración; cuando llegué a la oficina había un grupo de cinco adultos y tres niños en entretenida charla con el Director, no creí que todos vinieran juntos para ser acogidos. Sin pérdida de tiempo me senté y pedí que eligieran a uno como cabeza de familia para empezar la acogida con el mayor orden posible, lo cual hicieron instantáneamente.

Comencé la entrevista recogiendo los datos personales del cabeza de familia,  de la vivienda, nivel de estudios; hasta que llegamos a los apartados complicados: situación laboral y estado de salud de cada uno. Son tres parejas en paro, la del cabeza de familia, los padres de la misma y un hermano, también casado; falta un adulto, precisamente el único que trabaja y que sostiene a todos, bueno, algo ayuda el padre, que sufrió un infarto cerebral y padece una hemiplejía, por lo que va en silla de ruedas, pero él está cobrando una ayuda por desempleo, que se le termina en breve. Con el sueldo de uno y la ayuda del otro pagan el elevado alquiler y aún les queda algo para los pagos mensuales, pero para alimentar a diez personas, siete adultos y tres niños, francamente lo tienen muy difícil.

Hasta aquí todo más o menos normal en los tiempos que corren, pero la sorpresa, la causa de que yo diga que tengo que comenzar agradeciendo la colaboración de los acogidos para aclararme de la situación y las relaciones entre ellos es la alegría que muestran desde el primer  momento, la armonía y buen entendimiento entre todos ellos. Son un modelo de familia y de solidaridad frente a la adversidad. El único que vivía aquí de manera estable era el hijo que trabaja, y es militar, por si esto nos puede sugerir algo. Él es el que ha llamado a sus padres y hermanos a medida que se han ido quedando en paro y la situación se prolonga. Los padres habían emigrado a Suiza, pero al mes tuvieron que venirse y al poco tiempo le viene el infarto.

Una nota curiosa es que todos tienen nombres compuestos, y a veces poco corrientes, por lo que tenía dificultad para escribir los nombres, pero lo hicimos con buen humor y así pude enterarme de otras cosas de Ecuador, y alguna importante como lo del corralito que padecieron hace algunos años al estilo de Argentina, que los arruinó y los obligó a salir de su país. Además venían con todos los papeles encima, por lo que pudimos completar la acogida hoy mismo.

No he tenido una entrevista más cómoda, con tan buen humor, y con una despedida tan optimista, nadie mejor que el padre desde su silla de ruedas para demostrar lo que digo; enormemente agradecido por la atención que le habíamos prestado, expresa además su confianza en que en un año dejará la silla de ruedas y podrá ponerse a trabajar, bien en el extranjero, o bien en España si por suerte estuviéramos remontado la crisis.

Sobran las palabras, no oí una sola queja, no oí una mala palabra, es que se sienten seguros, apoyándose unos en otros, y eso les da esperanza de que tarde o temprano irán solucionando sus problemas.

domingo, 7 de octubre de 2012

Esta oficina, ¡qué grande es!




Ya lo he dicho demasiadas veces, pero es que no puedo por menos de volver a decirlo: este local tan pequeño, ¡qué capacidad tan enorme tiene!, y además vale para cualquier actividad, yo no digo como se dice ahora eso de edificios inteligentes, inteligentes serán las personas que saben sacar provecho de lo que tienen, en vez de estar quejándose por todo y excusando así su falta de actividad o evitando un compromiso.

Digo esto porque la oficina del Programa de personas sin hogar, de Cáritas Diocesana de Cádiz, y sede de la Cáritas arciprestal de San Fernando,  ha servido de sede también la semana pasada a la Plataforma Aborto 0. Ha sido una suerte contar con el permiso para trabajar aquí, desde hacer la pancarta, de cuatro metros, y cabía…, a dejar con toda tranquilidad los carteles y demás materiales utilizados.

Pero, lo que a mí me impresiona, (no sé cómo puedo seguir impresionándome por estas cosas), es que mis compañeros de plataforma están tan agradecidos, claro que a ellos también les ofrecí café, o unos zumos que había, pero es que disfrutaron con naturalidad de los detalles, que es la mejor manera de agradecerlos. Recuerdo que me dijo el coordinador, es que en cáritas saben lo que hace falta en cada momento, o algo así, y aunque lo dijo como para sí, reflexionando en voz alta, fue lo que más me impresionó, la sinceridad con que lo decía. Bueno, ni qué decir la satisfacción interior que me produjo, que me costó disimularla.

El resultado de la manifestación del día 6 por la vida y contra la pena de muerte, que con tanto ahínco e ilusión preparamos, fue muy satisfactorio, y no tardó nuestro coordinador en dar las gracias a todo el mundo, y también a Cáritas, lo que le agradezco sinceramente.

También quiero decir que una persona que frecuenta esta oficina, el Portu, como lo llamamos los de más confianza,  nos acompañó en la manifestación aguantando el palo de la pancarta, bien ataviado con la camiseta y la gorra de derecho a vivir. Gracias, amigo, y yo te aseguro que el paso por esta oficina ha afectado a las personas que han estado preparando la “mani”, me lo han dejado bien claro, y llevan una buena imagen de cáritas y de todos los que han conocido, tanto voluntarios como usuarios (dichosa palabra).



sábado, 6 de octubre de 2012

Unas visitas esperadas y muy valoradas



Este año hemos conseguido que varios curas de diferentes parroquias nos hicieran una visita a lo largo de la mañana, el día que mejor les viniera, y la experiencia ha sido muy positiva, por lo que se les hecha de menos cuando tardan en volver o cuando por motivos de obediencia son trasladados a otra parroquia fuera de San Fernando.

Empezó el P. Ignacio, de la Iglesia Mayor, por amistad con algunos de los voluntarios, y esto fue ya el verano del año pasado; los usuarios agradecían su presencia, lo ven como un gesto de cercanía y se sienten así compensados del desinterés cuando no el desprecio de otras personas o instituciones. Se puede hablar de cualquier tema, no hace falta que sea religioso por ser cura, y siempre se sacará algún provecho, no es nada malo que la presencia de un cura frene ciertas expresiones o impulsos de hablar ligeramente, sólo por esto merecerían la pena estas visitas. Aunque, generalmente, las conversaciones desembocan en el problema verdadero, la necesidad más inmediata que sufra la persona, pero vista de otra manera, y a lo mejor hasta se acierta a ver una solución, sea económica, o sea una información provechosa, o simplemente un gesto de comprensión y solidaridad.

Después vino el P. Roberth, vicario de la iglesia del Cristo, un hombre bueno, afable, tremendamente cercano a los problemas de las personas desfavorecidas, hasta el punto de que se comprometió muy a fondo en el apoyo a una persona hasta que tuvo que dejarnos por ser trasladado a otra población. En el poco tiempo que estuvo ayudó cuanto pudo y más, y tampoco tardó en responder a la invitación que le hice a pasar por nuestra oficina.

Luego vino el P. Alfonso, que al ser nombrado cura delegado en Cáritas arciprestal empezó a conocernos, y en poco tiempo también se implicó en el apoyo directo a más de una persona. Además aceptó la colaboración de voluntarios de entre los sin techo para la campaña de los Reyes Magos, y sus conversaciones sobre cocina con Juan, el camarero, dieron pie a que comiéramos estupendamente el día que celebramos el encuentro de personas sin hogar en la parroquia del Cristo, el P. Alfonso se comprometió a buscar una plancha y Juan nos hizo unos estupendos filetes, lo que le dio al encuentro un toque muy especial este año.

Otra extraordinaria aportación del P. Alfonso fue la celebración de la cena de Navidad, la primera, con un grupo de personas sin hogar, en un buen restaurante de la localidad.

Su presencia ayudó a dar mayor difusión al programa de personas sin hogar y a lograr una mayor implicación de las instituciones, especialmente de los servicios sociales municipales, que se comprometieron a transmitir a la policía local la necesidad de una atención especial a los sin techo. Espero no haberme olvidado algo, pero creo que es suficiente.

Y por último, el P. Luis, de los Sagrados Corazones, un misionero que ahora apoya a sus hermanos en la parroquia del Buen Pastor. La presencia del P. Luis es una bendición, en el sentido de que su carácter apacible transmite paz y sosiego, y en el caso de que hubiera cualquier tipo de tensión en el ambiente pues se contiene y hasta desaparece en pocos minutos.

No habla demasiado, en cambio sonríe constantemente, justo lo que hace tanta falta entre personas que soportan preocupaciones y tensiones, generalmente de difícil solución; pues ese ratito que hablan con el Padre Luis probablemente les alivia, y quién sabe si no cambia el tono o la intensidad de dichas preocupaciones en adelante.

Tiene otra cualidad muy destacada: la servicialidad. Muy pronto visitó el albergue, fue a ver a las personas sin hogar a su casa, donde viven temporalmente, y allí ayuda a servir la comida. Ni qué decir tiene cuánto agradecen ver una cara nueva y además sonriente en el momento de la comida.

Para los voluntarios es también muy agradable la presencia cotidiana del P. Luis, y si faltara por cualquier pretexto, todo el mundo pregunta por el P. Luis.


martes, 2 de octubre de 2012

Cada día creo más en los milagros




Ya he hablado de una “niña grande” que nos dio una lección de humanidad y bondad. Hoy pude conocer muchos datos que a cualquiera le dejarían anonadado, y si le quedara aún algo de aliento, daría gracias a Dios por ella y porque no es uno mismo el que pasó por tales pruebas.

En esta historia tiene una participación extraordinaria una asociación religiosa, “los A, de C.”, no los he encontrado ni en Internet, estos sí que cumplen a rajatabla la máxima evangélica: “que tu mano derecha no sepa lo hace la izquierda”. Digo esto porque son los responsables de que nuestra amiga haya conseguido levantarse y rehacer en parte su vida desde la sima donde había caído y la encontraron; y son los que la han traído a cáritas para que Blanca le ayude a conseguir una pensión y se pueda valer por sí misma económicamente al menos. Ella quiere “pagar” de algún modo la atención recibida por pura caridad, por unas personas totalmente anónimas, cristianas totales.

Conserva unos destellos de inteligencia y buen gusto que asombra, su rostro es como el de un niño, su mirada franca, sus gestos graciosos, su sonrisa permanente, lo que da prueba de un espíritu sencillo, bondadoso, que la mueven espontáneamente a sufrir por un cuento destrozado y enseguida se ofrece a repararlo; y lo mismo se conmueve ante el sufrimiento ajeno y al instante se ofrece para aliviarlo.

Esta mujer es muy inteligente, sus desgracias, ocultas o más bien desvanecidas totalmente en la imagen que hemos visto, no han dejado la menor huella, ella es ahora otro ser, absolutamente generoso pues da lo que ha recibido: sostén, alivio, amor; de lo que fue le queda la inteligencia, la gracia, el buen gusto; está muy protegida contra el mal, como bien claro nos lo dejó otro día; nadie mejor que un niño sabe de quién puede fiarse, nadie mejor que ellos leen la expresión de los adultos, el tono de voz, y conocen sus intenciones, y adivinan los peligros.

Cada día creo más en los milagros, y en los ángeles, están ahí, nadie los ve más que el que tiene ojos para  verlos, nadie los nota, más que el tiene alma para sentirlos, y nadie disfruta su compañía más que el que conserva buena dosis de  inocencia e imaginación. Por esto decía yo el otro día que esta es una interpretación cabal de la frase del evangelio “si no os hacéis como niños…”









sábado, 29 de septiembre de 2012

“Si no os hiciereis como niños…”




Esta semana ando un poco atropellado y casi no he tenido tiempo de poner en orden los acontecimientos y menos las ideas. Hay tantas iniciativas, tantos movimientos en marcha, que no hay personas para todos, porque unos están trabajando, afortunados ellos; otros están ocupados buscando trabajo, otros tienen bastante quehacer como para además meterse en líos. Algunos, en cambio, se multiplican, y están en varios sitios a la vez, pero como esto es imposible, unas veces falta en uno o en otro compromiso, como creo que es mi caso, la buena voluntad nos puede a veces y…

La verdad es que las cosas por la oficina han ido bastante tranquilas, pero no quería dejar pasar por alto algunos datos y alguna anécdota. Un dato que nos pareció revelador de cuánto avanza la crisis es que llegó un joven cántabro, y Cantabria, no se oye mucho por aquí, se la asocia más bien con las comunidades ricas del norte.

Otro asunto, casi doméstico, ya que D. en poco tiempo se ha hecho habitual, y por su carácter pacífico y conversador parece que haya estado por aquí siempre, no le sale un plan para regresar a las islas afortunadas, donde el clima es más amable con los que viven en la calle y se va acomodando a San Fernando.

Tiene un problema de artrosis en un brazo que le hace casi imposible cargar con la mochila, así que le preocupa tener que dormir en la calle ya que ha concluido su período de estancia en el albergue, además con la que está cayendo estos días.

Otro día llegó A., un mujer muy especial, que viene de vez en cuando a ver a Blanca, la trabajadora social; es una “niña grande”, juega con las pinturas…mientras sigue la conversación de los “mayores”, y de pronto comienza a hablar, o mejor a expresar sus sentimientos humanitarios y religiosos como un niño, sin prejuicios ni pelos en la lengua. Llegó nuestro amigo D., y al escuchar ella sus quejas y temores, con la que está cayendo estos días, saltó de pronto: “este hombre no puede dormir en la calle. Vamos, que este hombre hoy no duerme en la calle, duerme en mi casa”. A mí, que le había caído bien porque apoyaba sus ideas religiosas, me insistía que tenía que hacer algo, que no podíamos consentir que “este hombre durmiera en la calle hoy”.

Confieso que me vi apurado, algo avergonzado al no poder convencer a An. para que dejara que otros decidieran y que el mismo D. solucionara su problema. De cualquier modo, su espontánea manifestación  de bondad me impresionó, ¡Cuánta bondad hay en la pobreza, o en la inocencia de un niño, a veces, claro, pues si todos los pobres tuvieran estos mismos sentimientos, ser pobre sería una auténtica bendición y un estado de vida feliz y envidiable, libre de preocupaciones y de estrés, siempre comprendido!

Ahora viene lo complicado, cuando nos dice Jesús: “si no os hiciereis como niños…” Entonces, qué debemos pensar, es difícil no dejarse seducir por semejantes muestras de bondad, que bien pudieran ser la interpretación de estas palabras de Jesús. Debiéramos tenerlas en cuenta, como mucho sonreír, y después hacer posible, si se puede, un sueño; seguir el espíritu de los Reyes Magos, del payaso, hacer felices a los niños  y a los que nada tienen, y así ser feliz uno también: dando lo mejor de sí, saliendo un poco de la rutina y el entorno cómodo que nos hayamos creado.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Los hechos son tozudos




De todos modos, aunque el dinero se haya contraído, lo ha hecho a nivel de la macroeconomía, donde manda sólo el dinero y la ley del máximo beneficio, sin embargo, es asombroso cómo ha habido una respuesta creciente en la aportación de donativos extraordinarios a Cáritas, desde personas anónimas hasta la Conferencia Episcopal en pleno, o asociaciones de todo tipo.

Pero los hechos son tozudos, y así lo confirma el VII Informe del Observatorio de la Realidad Social que elabora Cáritas española. Los autores del informe, que se basa en la acción desarrollada por la red de Acogida y Atención Primaria de la Confederación Cáritas Española, lo han titulado: “De la coyuntura a la estructura. Los efectos permanentes de la crisis”; sobran los comentarios.

Algunos de los datos que recoge el informe son: “Las mujeres siguen siendo el rostro más visible de las demandas de ayuda de emergencia atendidas por Cáritas. Destacan, asimismo, el elevado número de desempleados que han pasado de ser “recientes” --al inicio de la crisis-- a ser de larga duración…Las parejas con hijos suponen el 40% y las familias monoparentales un 18%.
5 de cada 10 personas acogidas en 2011 son inmigrantes. Un tercio de ellos están en situación de irregularidad, en muchos casos sobrevenida a consecuencia de la crisis.
el Informe señala que son personas de nacionalidad española y extracomunitarias en irregularidad sobrevenida; en riesgo de perder su vivienda; parejas con hijos y, en menor medida, personas solas y familias monoparentales; jóvenes adultos con una edad de 30 a 44 años; y personas sin ingresos o con Rentas Básicas o Mínimas”.
Y termina el informe con unas conclusiones alarmantes: “La evolución de las solicitudes de ayuda a Cáritas no es un asunto pasajero ni coyuntural, sino que expresa la consolidación de una estructura social en la que un número elevado de personas y familias han quedado sin esperanza en su proyecto vital. La acumulación de desventajas en más de una cuarta parte de la población española conlleva un riesgo de dualización y de falta de cohesión social, que se viene constatando antes del inicio de la crisis”.
Y termina el informe con tres palabras que definen de la acción de Acogida desarrollada por Cáritas: Escucha, calidad y calidez.

Todos estos datos que he destacado del informe, todos, se dan entre los acogidos en nuestra cáritas parroquial; me disponía yo a hacer un comentario de la acogida que hice yo ayer mismo, y al leer el informe me di cuenta que la persona que yo atendí reunía ella sola la mayor parte de esos tristes datos: Mujer separada desde hace ocho meses, abandonada por su pareja,  con dos hijos, sin trabajo, una deuda de vivienda exagerada (aunque le haya tocado a ella arreglar los techos que se caían), y ahora se ve amenazada por el casero con la ley en la mano. Tiene miedo de ir a pedir ayuda a los servicios sociales no sea que le quiten los hijos por carecer de recursos. Toda la familia está en condiciones parecidas, los padres y hermanos; los padres, como tantos, ayudan como pueden a los hijos y a los nietos.
Todo el tiempo de la acogida fue un desahogo para esta mujer, todas las lágrimas que se traga delante de los hijos las soltó allí; lloraba además porque había vencido la vergüenza de  acudir a cáritas. Se fue agradecidísima por la atención que le habíamos prestado, y reconozco que logró emocionarme, y volví a emocionarme cuando leí las últimas palabras del Informe: Escucha, calidad y calidez, que definen de la acción de Acogida desarrollada por Cáritas, ella repetía una y otra vez “gracias por escucharme”, y agradecía sinceramente el modo cómo la habíamos atendido. Yo creo que sí le dimos alguna esperanza, al menos la pusimos en marcha en la búsqueda de algunas soluciones que desconocía, pero sobre todo le dimos ánimos para abrirse a otras personas y a no guardarse ella todo para sí.

martes, 18 de septiembre de 2012

Educación para la ciudadanía






(Durante el curso del año 2003 me tocó exponer ante los compañeros del colegio el tema de la Educación para la ciudadanía, como no sabía muy bien como hacerlo decidí hacer un recorrido por la historia basándome en el concepto de "ciudad". Como todavía se sigue hablando del tema voy a reproducir la última parte de aquella reflexión muy personal, nada científica ni documentada, desde luego, porque hay personas más capacitadas que yo para hablar del tema, pero quiero aportar mi granito de arena, desde mi experiencia como profesor).

En el llamado “Mundo de nuestros días” los logros son innumerables en todas las facetas de la vida humana. Proliferan las ideas, que van desde el absurdo, porque la vida vale muy poco, hasta las más sensatas y coherentes, en un mundo que se recupera por obra de las nuevas tecnologías y el desarrollo de las democracias y el Estado del Bienestar.
Se suceden numerosas etapas: la Guerra Fría, Los Bloques, la Distensión y la Coexistencia, el Desarme y las conversaciones de paz. La ONU se vuelca en el Desarrollo de los pueblos y la difusión de los Derechos Humanos. Nace la Unión Europea. Etc.
Pero el inconformismo es creciente, por las desigualdades, el miedo a perder lo conseguido, y por tantas y tantas cosas, que todos sabemos y vivimos. Parece que no sabemos muy bien qué hacer con la libertad. Cierto que también, ante las crecientes desigualdades e injusticias, por la incapacidad de los gobiernos (tanto de los países ricos como de los pobres), surgen las ONGs.
Hoy estamos ante un gran cambio, ¿una nueva revolución? Se habla de globalización, de ciudadanía europea, de ciudadanía universal, por no mencionar el progreso desbordante, tantos y tantos adelantos que muchos ni los conocemos, y otros muchos somos incapaces de utilizarlos, o no podemos siquiera adquirirlos.
Las dos grandes revoluciones históricas, Renacimiento e Ilustración, se basaron en las anteriores, y alumbraron grandes progresos. ¿En qué nos apoyamos hoy para lograr un mundo mejor?
No hay ciudades sin ciudadanos esforzados, cultos, que dan lo mejor de sí por su ciudad, con la que se sienten identificados
La Historia no ha terminado, hoy se necesita nuevas ideas que alumbren un futuro más seguro, feliz y próspero para todos. Pero no podemos dejar que otros piensen por nosotros, hemos de contribuir al triunfo de las ideas mejores. Hay un peligroso vacío para ser ocupado por nuevos césares complacientes.
¿Se puede o se debe enseñar ciudadanía como una asignatura más? ¿No será más bien la expresión del fracaso de una sociedad que no ha logrado sus propios objetivos, que no ha hecho sociedad; y que se ve abocada a un futuro próximo demasiado imprevisible?
A los niños, desde luego, no les corresponde tamaña responsabilidad de arreglar los problemas que los mayores no son capaces de resolver. ¿Quién enseña “ciudadanía”? indudablemente cualquier ciudadano honrado enseña ciudadanía, con sus ideas y con su trabajo, por tanto todas las ideologías tienen cabida y ningún gobierno está legitimado para decir qué se enseña y qué no, qué es bueno y qué no, si lo hiciera estaríamos ante el adoctrinamiento propio de una dictadura.
Ante todo debiéramos proteger la escuela de la ignorancia, evitar que entren en ella las malas prácticas de una sociedad insegura, violenta o maleducada.
Llevamos “educando en valores” desde 1982, y hemos cosechado un fracaso escolar estrepitoso, ¿irreversible?
La educación es un valor en sí mismo y suficiente, integra todos los valores, valores universales que ya están en las primeras culturas, y nuevos valores que se han ido incorporando laboriosamente generación tras generación.
A los niños hay que dejarlos ser niños, así no nos “odiarán” por enseñarles cosas aburridas, incomprensibles para ellos porque su corta edad y su propia historia personal no se lo permiten.
Si el objetivo principal de la educación sigue siendo la formación integral de la persona y su capacitación para la vida social, ha de aportar diferentes perspectivas a los alumnos, una mirada al pasado, crítica pero agradecida, una mirada al futuro desde un presente inteligente, culto, con la mirada a un lado y a otro, para que nadie se quede rezagado o discriminado. (Me ha salido una cruz, y el modelo es Cristo, que asume el pasado para abrirnos la puerta a un futuro integrador, a costa de su propia vida, dando lo mejor de sí, ¡y es Dios mismo hecho hombre!. ¡Qué misterio tan atrayente! (El Hombre Eterno).
En cuanto a la ciudadanía universal contamos con una institución mundial, la ONU, que promueve y ampara el cumplimiento de la carta mundial de LOS DERECHOS HUMANOS, que inspiran la novedosa idea de ciudadanía universal (mundial, mejor). Pero la ONU cada día está más desprestigiada y su reforma sigue pendiente, algunos ya quieren sustituirla por otra cosa.
Hemos fabricado un mundo de derechos, muy ambicioso, a lo mejor los árboles ya no nos dejan ver el bosque. Y ante tal complejidad y ante tanta impaciencia, nuevos césares acechan, son líderes de masas, no de individuos libres y formados. Es urgente liberar la enseñanza de ideologías, y enseñar la historia del hombre desde el principio, paso a paso; el pasado no lo podemos cambiar, si lo conservamos tal como fue, sin falsificaciones ni alteraciones, nos servirá de fuente de inspiración y para evitar errores. “…la única forma de continuar una historia es seguir contándola” (Federico Jiménez Losantos).


jueves, 13 de septiembre de 2012

La voluntad de Dios




Nadie fue ayer,
ni va hoy,
ni irá mañana
hacia Dios
por este mismo camino
que yo voy.
Para cada hombre guarda
un rayo nuevo de luz el sol...
y un camino virgen
Dios.
(León Felipe)

El recuerdo de estos versos de mi admirado poeta zamorano, traídos de la mano de un buen amigo, me han abierto el camino para ponerme a “descifrar”, intuir, o más bien a divagar un poco sobre la voluntad de Dios. Al decir “divagar” no quiero menospreciar o burlarme de un concepto tan trascendente, en absoluto, lo digo más bien porque no me considero ni capacitado ni digno de merecer que el Señor me revele el camino que me tiene asignado, acepto humildemente que sólo él lo conoce, y que no me dejará de la mano sí sigo buscando con humildad. Es cierto que hoy voy más relajado, con la edad y los achaques el nivel de exigencia ha cedido, no se puede exigir a un cuerpo algo remendado que haga cuanto la mente es capaz de imaginar o la voluntad de pretender.

Dichas estas observaciones, trataré de reflexionar y escribir sobre mi última experiencia. Creí, por uno de esos espejismos veraniegos, que era capaz de realizar un proyecto sencillo, pero a la vez complicado, porque vivir sencillamente, sin complicaciones mundanas, es una de las cosas mas difíciles de esta vida; es muy difícil controlar, filtrar y clasificar todo lo que nos entra por los cinco sentidos, hay que tener un cerebro que sepa aprovechar lo que es bueno y desechar aquello que no me va a beneficiar, aunque a simple vista nos parezca atractivo o útil.

Al terminar el verano se ha deshecho el proyecto, y se ha deshecho porque han bastado unas pocas semanas para descubrir la voluntad y las intenciones de los impulsores del mismo. Puede que hubiera acuerdo en el objetivo: ofrecer una ocupación a personas sin hogar para dejar la calle, pero las formas obstaculizaban la convivencia necesaria.

Los motivos de un fracaso tan estrepitoso, porque ha acabado incluso con la confianza mutua, han sido, en primer lugar la soberbia, pues yo me creía capaz de aportar una solución a un problema que otros, mejores que yo y con mayor capacidad no han podido resolver, entonces pienso que ellos han sabido interpretar mejor que yo cuál es la voluntad de Dios, son pacientes, y no buscan su protagonismo ni crean falsas expectativas.

Ahora veo con mayor claridad cómo la impaciencia pude hacer mucho daño, y por qué en temas de fe y vida la Iglesia es buena maestra, por eso actúa con tanta prudencia, y su tiempo se acerca más al tiempo de Dios, no corre como el nuestro, a él le basta un instante, un gesto, la calidad y no la cantidad, la voluntad del corazón, la belleza interior, más que toda la riqueza y adorno exterior.

Termino con el salmo 138: “Señor, Tú me sondeas y me conoces; / me conoces cuando me siento o me levanto,/ de lejos penetras mis pensamientos.../ todas mis sendas te son familiares. /Señor, sondéame y conoce mi corazón,/ ponme a prueba y conoce mis sentimientos,/ mira si mi camino se desvía, /guíame por el camino eterno”.

martes, 11 de septiembre de 2012

Voluntarios




Hoy hemos recibido al último en incorporarse, somos en la actualidad tres hombres, o cuatro, contando con que J. se quede, y una mujer, nuestra voluntaria de verano, que este año nos ha regalado con su presencia todas las vacaciones. Han pasado por este servicio desde la muerte de aquella enorme voluntaria, Mari Cruz, va a hacer dos años, otros dos voluntarios y medio (una chica que no sabíamos bien a lo que venía o lo que quería, y desapareció sin más), no duraron mucho, y eran los más jóvenes, los cuatro primeros hemos pasado los sesenta y hasta los setenta alguno.

La presentación como veis no es muy considerada, sólo quiero llamar la atención sobre el tema del voluntariado, del que tanto se habla; y tanto se habla y encomia, que parece que hay muchos y jóvenes, la realidad es que en San Fernando, y en Cáritas concretamente la media de edad del voluntariado es elevada y su número muy bajo. No pretendo criticar, sólo constatar, hace tiempo que me sumo a los que piensan que los que están son los que valen, y con ellos hay que ver la de cosas que se hacen,¡Cuántas veces constatamos en las cáritas parroquiales la multiplicación de los panes y los peces en momentos de apuro,u otros pequeños milagros!

Pero yo pretendía hablar un poco de los voluntarios de persona sin hogar. A todos nos cuesta comenzar, los primeros meses nos pasamos el día diciendo “si yo aquí no hago nada ni hay mucho quehacer”. Los veteranos son los que te dicen: ¡aguanta, muchacho!, tengas la edad que tengas, verás como encuentras tú mismo no una sino muchas más razones para continuar. Y así sucede, en la mayoría de los casos.

Cuando ya superas las dudas entonces acudes confiado en que algo vas a tener que hacer, y si no, allí estás tú por si a acaso, y puede ser que de repente aparezca una necesidad, o dos y varias complicaciones más. La constancia tiene una gran importancia, que todo el mundo sepa que hay alguien ahí y que está disponible, esa es la esencia del voluntariado; como los diez mandamientos se encierran en dos, así las cualidades del voluntario: “amar y servir”; si estás es porque quieres, y si permaneces es porque sabes lo que haces y por tanto eres consecuente.

Hay tantas teorías, hay tantas aplicaciones en tantos voluntariados a lo largo de la historia, que son el mejor reflejo del esfuerzo permanente del hombre por humanizar la sociedad, por hacer que llegue a la mayor cantidad de personas posible el afecto y el cuidado de otros seres humanos, y el disfrute del progreso material y cultural.

Pero en nuestro tiempo la abundancia de organizaciones ha provocado la competencia entre algunas de ellas, y ha llevado a algunos voluntarios a servirse de ellas para su provecho personal o simplemente destacar; les puede la ideología de la impaciencia, quieren ser salvadores del mundo entero, no son conscientes que ya vino el Hijo de Dios a salvarnos y no se impacienta con los humanos, a pesar de nuestro lento aprendizaje.

sábado, 8 de septiembre de 2012

anclados en el pasado



Reproduzco estas sencillas y contundentes palabras que nos pueden ayudar a reflexionar sobre nosotros, por qué no nos salen bien las cosas, o no somos capaces de ir hacia adelante con decisión y sin demasiados retrocesos.


P. Fernando Pascual.       Fuente: Catholic.net

A veces quedamos anclados en el pasado, inmovilizados por la pena ante lo sucedido. Una y otra vez nos lamemos la herida.

Ocurrió. Cometí ese pecado que tanto daño me hizo. Falté a una promesa dada. No ayudé a un familiar que me necesitaba. Traicioné la confianza de un amigo. O, simplemente, fui víctima de los actos que otros cometieron con una malicia que me llena de rabia.

Ocurrió. A veces quedamos anclados en el pasado, inmovilizados por la pena ante lo sucedido. Una y otra vez nos lamemos la herida. La pena domina nuestras almas.

Vivir así, con la mirada puesta en los errores pasados, puede llevarnos hacia la apatía y la desgana, hacia tristezas enfermizas, hacia reproches continuos hacia otros o hacia uno mismo.

Tenemos, sin embargo, un presente en nuestras manos y un futuro abierto a mil posibilidades. Miradas de amigos y familiares me invitan a dar un paso hacia adelante, sin dejarme apresar por las arenas movedizas de un pasado que no puedo cambiar.

Incluso Dios mismo me mira con un afecto particular, intenso. Me busca para lavar mis faltas. Me invita a perdonar a quien me haya traicionado. Me lanza a edificar mi vida no desde lágrimas amargas sino desde una esperanza que viene de lo alto.

Necesito dejar de lado actitudes malsanas que me arrastran a la pereza. Sólo entonces empezaré a vivir anclado en la esperanza.

Amanece un nuevo día. Dios me renueva su amor de Padre y me regala su gracia. Tomado de su mano puedo emprender esta jornada con el deseo de dar mi tiempo, mis cualidades y mi corazón al servicio de quien necesita a su lado una mano amiga y llena de esperanza. 



martes, 4 de septiembre de 2012

Uno que camina transparente por la vida



Esta mañana ha sido una mañana sosegada, de confidencias a media voz, de indagar en el interior de una persona que se ha ofrecido sin la menor resistencia al autoanálisis, bastaba hacer una mínima observación para que nuestro amigo se internara más y más en sí mismo y llegar hasta la infancia, y, como no podía ser de otra manera, una infancia desgraciada.

La verdad es que nuestro migo es una persona sin la menor doblez, tan franco y sincero que camina transparente por la vida, ofreciéndose a cualquiera, es tan sencillo como la verdad cuando la tenemos delante sin esfuerzo ni buscarla, por eso sólo “lo aprovechan” aquellas personas que están tan necesitadas de compañía que no desperdician una oportunidad así, que no ponen peros y se creen lo que están viendo.

Yo le digo en un momento determinado que él ha debido de nacer para eso, para cuidar o “salvar” a personas desamparadas, y como él disfruta arreglando y limpiando de sus propias miserias a otros, pues eso le da motivos para seguir, para no rendirse ante cualquier “fracaso”, porque él nunca creerá que ha sido un fracaso sacar a seres humanos de sus propias miserias, pues lo ha hecho generoamente.

Él pierde siempre, hasta verse ahora sin haber cotizado a la seguridad social más que a penas unos meses, ha trabajado de todo, ha cuidado a varias personas a lo largo de su vida, a disfrutado trabajando y se ha olvidado de exigir un salario.

Y algunos se empeñan en seguir defendiendo que el ser humano es bueno por naturaleza. Que puede ser bueno, sin duda, porque está hecho a imagen y semejanza de Dios, pero al ser libres tenemos que demostrar con nuestra vida que realmente elegimos ser buenos, si no lo hiciéramos así entonces seríamos malos. De todos modos esto no es definitivo, siempre podemos incorporarnos al Bien, en cualquier momento de nuestra vida, ya que Dios está dispuesto a perdonarnos hasta setenta veces siete, o sea, siempre.
A saber lo que Dios le reserva a nuestro amigo por ser tan bueno que no puede ser malo, ¿será humano?