viernes, 29 de enero de 2021

La vida no es un camino recto

 

Jan 29, 2021 - 18:03

 José Luís Nunes Martins


El futuro siempre fue insondable. En los días en que vivimos, michos aprenderán la lección de que el mañana no se puede prever con seguridad.

La verdad es que somos frágiles y debemos cuidar de responder y adaptarnos a cada momento, sin grandes convicciones en lo será el día siguiente. ¡El camino se descubre cada día! Hay parajes en los que no paramos, otros en que paramos y otros en lo que no demoramos, ¡pero no solo lo decide nuestra voluntad!

Hay días en que habíamos decidido tomar un camino diferente de aquel en que estábamos cuando anocheció.

La fe es una señal fuerte de que habrá una razón por encima de las razones, pero la duda jamás deja nuestra confianza en paz.

¡Es siempre tanta la incertidumbre, en nosotros y fuera de nosotros, que solo puede tener certeza… quien no sabe nada! ¡Solo los ignorantes saben lo que va a suceder de aquí a un año! ¡Todo cambia, incluso aquello que estamos convencidos de que imposible!

Sin anclas, andamos en la vida navegando tempestades.

Estamos condenados a vivir en un mundo inestable, inconstante y turbulento. ¡Y si hay quien va al fondo, también hay quien aprende y lucha para quedar a tono, siendo que algunos de estos pasan el tiempo rescatando náufragos!

¡Una persona vacía de grandes certezas puede ser alguien lleno de fe




https://agencia.ecclesia.pt/portal/a-vida-nao-e-um-caminho-a-direito/

sábado, 16 de enero de 2021

La virtud de ser verdadero

 

José Luís Nunes Martins


 La verdad existe cuando hay una línea continua y recta entre lo que existe fuera de nosotros y los contenidos de nuestras ideas y juicios. Se dice, pues, que un pensamiento es verdadero si fuera fiel am la realidad que representa.

 

¿Pero es que para ser verdadero basta pensar la verdad? No. Aún es necesario que sus palabras también sean verdaderas, o sea, fieles a sus ideas y juicios. Hay mucha gente que no dice lo que piensa, mientras que otros ni siquiera piensan lo que dicen.

 

Es necesario que haya continuidad entre la realidad y el pensamiento y, después, entre este y las palabras.

 

¿Y para que podamos considerar verdadera a una persona será suficiente que piense la realidad como ella es y que, después, sea fiel en sus palabras a lo que piensa y siente? No. Aún falta lo más importante.

 

La verdad más valiosa es aquella que resulta de una armonía entre lo que se piensa y lo que se vive. Entre lo que se cree y lo que se practica.

 

Una vida verdadera exige que nuestra fe se manifieste a los otros a través de la existencia. O mis valores presiden mis decisiones o entonces ni siquiera debo considerarlos míos.

 

La realidad debe ser aprendida con exactitud, a fin de que la pensemos sin falta o engaño. Después, es importante que seamos capaces de expresar nuestras ideas con rigor. Pero, más que nuestras palabras, son nuestras obras las que dan testimonio de aquello en que depositamos la confianza.

 

Mi vida tiene que ser una convicción. Si así no fuera, me dejo engañar, engañaré y seré, yo mismo, nada más que un engaño.

 

Cada uno de nosotros es llamado a encontrar la Verdad, a reconocerla y aceptarla, pensarla y decirla, pero, por encima de todo, a vivirla, para que otros puedan encontrarla en nuestros gestos, más que en nuestras palabras.

 


https://agencia.ecclesia.pt/.../a-virtude-de-ser-verdadeiro/

 

sábado, 9 de enero de 2021

¿SI DIOS ES BUENO, POR QUÉ EXISTE EL MAL?

 José Luís Nunes Martins  


 
                                                                                                                                                                                          

 Hay quien cree quien la existencia huma se debe una casualidad hecha de una secuencia de casualidades. Nada más. Todo lo que es podía no ser, sin que nada tenga sentido, ni el ser ni la nada. Es necesaria mucha fe para creer que desde el principio al final del mundo todo es sin sentido.                                                                                                                                                                                                                                              

Es un excelente principio que aceptemos que nuestra capacidad de comprender puede ser limitada y que, por eso mismo, puede existir un sentido que no conseguimos comprender… y que solemos llamar absurdo.

Otras personas creen con mayor o menos firmeza en la existencia de Dios. Siendo que pocas coinciden en la idea que tienen de Él, toda vez que hay una gran tentación en cada uno de imaginarlo a su imagen y semejanza, conforme a necesidades y momentos. Es de tal orden esta inversión que hay quien llega a tener necesidad de cuidar de Dios, como si Él fuese un niño que necesita de nuestra orientación para hacer el Bien.

Pero Dios no es la suma de lo que los hombres creen que es Él, porque tendría que ser todo y su contrario.

Hay también quien cree que Dios existe, aunque no consiga explicar donde, ni cómo ni por qué.

Dios es un ser poderoso, todo poderoso, capaz de crear todo lo que existe, el universo completo, o incompleto, y cada uno de los granos de arena de las playas, de una forma directa o indirecta, la existencia de todo puede derivar de la voluntad creadora de Dios.

Puede todo, pero no puede crear algo que viole los principios de la razón que son incluso para nosotros incuestionables. No es capaz de crear triángulos de un solo lado o mares sin agua.

¿Puede dios crear un ser libre, pero que, al mismo tiempo, le sea necesariamente obediente? ¡No!

Sin opciones no hay libertad. Dar la libertad es permitir la elección, ceder el derecho a que la criatura sea, ella misma, capaz de participar en los actos de la creación. Y crear solo puede ser un acto libre.

Ser humano es ser libre. Por eso, tiene sentido que tengamos que decidir, muchas veces, entre el bien y el mal. Las marionetas se mueven y parece que escogen, pero son solo extensiones de la voluntad de quien las mueve. Si yo, usando mi libertad, escojo el mal, pudiendo además hacer sufrir a otras muchas personas, en ese caso, ¿De quién es la responsabilidad? ¿De quien da la libertad o del autor que abusa del acto libre? Las consecuencias de las elecciones malas son de quien decidió hacerlas.

Así como un hecho heroico puede beneficiar a muchos, también una opción de alguien puede significar algo trágico para otros tantos, que así se verán condenados a una desgracia que ellos no escogieron.

Dios quiso que el hombre fuera libre, pero el hombre también tiene que querer serlo. Por lo que Dios es el primer responsable de la existencia de la libertad humana, pero no del mal uso que cada uno de nosotros haga de ella.

Vivimos en común. Nuestras elecciones se entremezclan y se implican unas en otras, como un sistema interdependiente de una creación conjunta y continua.

¿Puede dios alterar esto e intervenir en cada elección, impidiendo sus consecuencias negativas? ¿Seríamos libres si así fuese?

Cuando se equiparan la muerte, el dolor, las injusticias y los males, es poco habitual que se acepte que este mundo es solo una parte de un todo mayor, donde lo que parece absoluto aquí, tal vez sea relativo frente a una realidad más, llamémosla, completa.

Dios es bueno y nos creó para que seamos buenos, para que podamos alcanzar la felicidad de escoger, sin coacciones, el camino mayor.

Dios me hace libre, ahora bien, la elección es mía.

¿Frente a todos los males del mundo que elijo hacer? ¿Culpar a Dios o apoyar, amando, al que sufre?

Es más fácil ser egoísta e infantil, echando culpas a otros, esperando que las cosas se resuelvan solas. Por un suceso cualquiera sin sentido. Mientras se cree ser un dios que el universo y todos los demás deben servir…

Creo que Dios existe, que es libre y que decidió crearme libre, a su imagen y semejanza. Escoja yo hacer el bien y, así, ser bueno.

¿Quiere Dios mi bien ahora? ¿O el bien a través de mí, para todos y para siempre?

Tal vez todo esto sea aún más simple de lo que yo consigo explicar, pero la verdad es que, frente al sufrimiento, yo puedo escoger asumirlo, o no, la responsabilidad que, de una forma u otra, es y será siempre solo mía.


https://agencia.ecclesia.pt/.../se-deus-e-bom-porque.../

lunes, 4 de enero de 2021

EL PASADO Y EL FUTURO NO ESTÁN A NUESTRA DISPOSICIÓN

 José Luís Nunes Martins


Mi existencia, en este momento, es el resultado de un mar infinito de decisiones pasadas que fueron conduciendo los acontecimientos hasta este instante. Millones de ellas, pero la mayor parte de ellas fueron decisiones de personas que nunca conocí ni conoceré alguna vez. Muchas generaciones de mis y nuestros antepasados, familiares y extraños, cuyas decisiones han afectado a la línea de los acontecimientos que han llegado hasta mí.

 De la misma forma, también mucho de lo que elijo, decido y hago, tendrá co0nsecuencias mucho más allá de lo que podré conocer. Mis hijos, quizá, acogerán sus propios hijos y, estos, a su vez, podrán elegir hacer lo mismo. La decisión de recibir un hijo cambia el mundo. Inmediatamente, pero aún más en el futuro.

 Mi vida es una parte de la historia, que comenzó mucho antes que yo y se prolongará por mucho más tiempo después que yo hayan dejado este mundo. ¡Como si cada uno de nosotros hubiese sido llamado a ser protagonista de una cantidad limitada de episodios de una historia inmensa!

 No debo desperdiciar mi tiempo concentrado en el pasado que, por más que me empeñe, conoceré gran parte de sus pormenores, y, aunque pudiese, no podría alterar ni uno. Comprender la vida no es vivirla.

 Y son tantos los que prefieren esperar a vivir más tarde. ¿Por qué?

 El futuro será siempre diferente de lo que se espera, tal como el pasado solo raras veces fue como lo recordamos.

 El hoy no es breve ni pasajero, es una parte fundamental de la eternidad.

 La eternidad también es ahora.


 https://agencia.ecclesia.pt/.../o-passado-e-o-futuro-nao.../