sábado, 16 de enero de 2021

La virtud de ser verdadero

 

José Luís Nunes Martins


 La verdad existe cuando hay una línea continua y recta entre lo que existe fuera de nosotros y los contenidos de nuestras ideas y juicios. Se dice, pues, que un pensamiento es verdadero si fuera fiel am la realidad que representa.

 

¿Pero es que para ser verdadero basta pensar la verdad? No. Aún es necesario que sus palabras también sean verdaderas, o sea, fieles a sus ideas y juicios. Hay mucha gente que no dice lo que piensa, mientras que otros ni siquiera piensan lo que dicen.

 

Es necesario que haya continuidad entre la realidad y el pensamiento y, después, entre este y las palabras.

 

¿Y para que podamos considerar verdadera a una persona será suficiente que piense la realidad como ella es y que, después, sea fiel en sus palabras a lo que piensa y siente? No. Aún falta lo más importante.

 

La verdad más valiosa es aquella que resulta de una armonía entre lo que se piensa y lo que se vive. Entre lo que se cree y lo que se practica.

 

Una vida verdadera exige que nuestra fe se manifieste a los otros a través de la existencia. O mis valores presiden mis decisiones o entonces ni siquiera debo considerarlos míos.

 

La realidad debe ser aprendida con exactitud, a fin de que la pensemos sin falta o engaño. Después, es importante que seamos capaces de expresar nuestras ideas con rigor. Pero, más que nuestras palabras, son nuestras obras las que dan testimonio de aquello en que depositamos la confianza.

 

Mi vida tiene que ser una convicción. Si así no fuera, me dejo engañar, engañaré y seré, yo mismo, nada más que un engaño.

 

Cada uno de nosotros es llamado a encontrar la Verdad, a reconocerla y aceptarla, pensarla y decirla, pero, por encima de todo, a vivirla, para que otros puedan encontrarla en nuestros gestos, más que en nuestras palabras.

 


https://agencia.ecclesia.pt/.../a-virtude-de-ser-verdadeiro/

 

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