sábado, 30 de abril de 2016

No se puede vencer siempre


JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS


Querida amiga,
Quien es luchador sabe que se pierden muchas batallas. Así, una derrota no puede, ni debe, por sí sola –y por más grande que sea- llevarnos a desistir. Pues quien se abandona, se pierde… y esa es la única derrota definitiva.

Sepa que, a veces, huir del enemigo es la decisión más valiente y sensata que debe tomar.

Las batallas en un campo que el enemigo domina por completo son una insensatez. Así, debemos esperar a un espacio y un tiempo más propicios. ¿Cuántos grandes males en nuestra vida no se habrían evitado si no nos hubiésemos acercado demasiado al enemigo?

Es  sabio evitar el mal, temiéndolo… ¡Esté atenta! Igual cuando todo le parece un paraíso… piense que las desgracias nunca se retrasan mucho.

Aprenda. Con los éxitos y con los fracasos. Analice los detalles posibles, viva y revise los momentos más importantes. No deje que pase un solo día de su vida sin sacar al menos una lección. Un perfeccionamiento. El que quiere saber el final de una historia debe prestar atención al principio… casi siempre él está escondido allí.

Recuerde que no debe luchar contra nada, pero siempre a favor de algún bien.

Confíe en la fe que le da la más humilde de las confianzas, la misma que calienta e ilumina las profundidades de su corazón. Teniendo siempre presente que esa luz no elimina los obstáculos, solo le permite verlos con más detalle y, así, hacerles frente mejor.

De las pasiones, buenas y malas, aproveche solo la fuerza y siga en la dirección que la sabiduría le indique, haciendo lo que decida, pero siempre con buena voluntad… aún cuando la vida le quite casi todo… después de esas noches frías y oscuras, descanse lo posible, levántese, aliméntese y siga hacia donde hubiera amor. Recuerde que esta vida es una larga guerra donde se puede vivir sin felicidad… pero nunca sin amor.

Confío en usted.

Obrigado. Muito,



                                                               (Ilustração de Carlos Ribeiro)

martes, 26 de abril de 2016

Desahogo


Cada vez que me encuentro con mi amigo P. terminamos mirándonos a los ojos, asombrados, y concluyendo de la misma manera: ‘la que se avecina’. Es inevitable, porque hacemos cosas que siempre se hacían voluntariamente, desinteresadamente; en cambio  en la actualidad observamos detalles sospechosos que revelan que la buena voluntad está siendo utilizada, manipulada, integrándola paulatinamente en una ‘beneficencia pública’, administrada por el estado, y el supraestado, o sea, por la CEE.

Hay marcas comerciales que elaboran productos para el Banco de Alimentos, dichos productos no se pueden vender ni repartir fuera de las instituciones y onegs, entre las que se incluye a Cáritas. Las mismas instituciones gestionan la entrega de dichos productos especiales a las personas necesitadas, las cuales deben justificar mediante la entrega de documentos siempre actualizados que están en paro, o que sólo perciben una pensión y/o cualquier tipo de subvención, sea estatal o municipal. ¡No son funcionarios, pero lo parecen!

Deben llevar un control exhaustivo, de los papeles que los ‘usuarios’ –acogidos deben entregar y de la entrega que se hace de los productos. Cada entrega es individual y se registra hasta el último sobre de sopa o grano de arroz, cada mes, con la firma correspondiente de la persona que lo recibe. Toda la documentación ha de estar disponible para las Entidades Benefactoras, y si hubiera alguna irregularidad esa ong. podría perder el estatus de entidad colaboradora…
¿¡Pero colaboradora en qué y con quien!? Esa es la gran pregunta. Como hoy no hay tiempo para pensar, ni tampoco se recomienda, ni se alienta, ni se consiente tampoco el libre pensamiento, si no va de acuerdo a lo ‘políticamente correcto’, pues ¡estamos apañados! ¡Que Dios nos ampare!

La esenia de la acción caritativa (o dicho con esa impronunciable palabra ‘sociocaritativa’) : la gratuidad, la individualidad, la discreción y el acompañamiento,  ya no es posible llevarla a la práctica, porque está  sujeta y condicionada al control administrativo, más que al seguimiento de la caridad evangélica; que  como digo, entiendo que es totalmente voluntaria, personal, discreta y silenciosa.

¡Que es cosa de los tiempos, pues me cuesta mucho aceptarlo! No puedo soportar ver a la entrada de la oficina de cáritas un cartel que me recuerda quienes son los ‘benefactores’: una CEE, un tal Gobierno de España, como si fueran los que mandan ahí.  Dos grandes instituciones, sin duda, pero dos grandes mentiras, ya que deben velar por los derechos de todos los ciudadanos, y lo que hacen es, a la chita callando, ignominiosamente, aprovecharse del ‘tirón’ del voluntariado y de las onegs para acallar así el descontento social.

‘¡Cómo nos están preparando!’ Saben que esta crisis  es permanente, que  va a haber millones de pobres,  y es mejor tenerlos alimentados, callados y atendidos por ‘voluntarios’, que siempre serán más amables que los funcionarios. A esto debemos sumar la cantidad de leyes absurdas y contradictorias, discriminatorias algunas, más la cantidad ingente de normas que convierte a multitud de ciudadanos en potenciales delincuentes, objeto embargos, pago de intereses, de multas  de todo tipo e incluso de cárcel. (Hoy escuchaba en la radio a un periodista decir que es tal el abuso de las multas de tráfico de los ayuntamientos que había encontrado a una persona llorando, porque le había caído una de esas multas meramente recaudatorias…) ¡Y es solo un ejemplo!

Llevan preparándonos largo tiempo, y la sociedad va aguantando, o haciendo como que entiende y cree que progresa adecuadamente,  siguiendo las músicas encantadas de nuevos flautistas de Hamelling capaces de disfrazar la realidad según los deseos de cada cual.

Entonces me planteo seriamente donde me conviene desarrollar mi voluntariado, o cómo hacerlo al menos desde estas cáritas, si quiero que responda a la caridad verdaderamente evangélica.


sábado, 23 de abril de 2016

Los sueños están hechos de amor


JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS

  
El amor sueña, pero somos nosotros quienes debemos cargar las piedras, diseñar y hacer los caminos, y levantar los castillos. Nadie puede esperar reinos perfectos donde nos reciban como reyes, reinas y señores de todo. No existen. Ni tendrían sentido.

Los sueños quieren manifestarse a la luz del día. Nunca son absurdos. Sólo cuando alguien abandona un sueño se condena a la prisión de lo imposible.

Muchas pesadillas nacen del egoísmo. Son miedo, miedos y miedo de los miedos… infelicidad en potencia, pronta a irrumpir en la realidad y a imponerse a quien desista de sí. No hay persona más pobre que aquella que perdió toda su paciencia. Las heridas tardan en cicatrizar. Mucho… Pero con el tiempo y el silencio se curan casi todos los males.

Con humildad, debemos acoger la presencia y la ayuda de los otros. Aceptando que la verdad también nos llega por la mirada, la mano o la voz de un niño, de cualquier desconocido  o hasta lo mismo de alguien de nuestra familia…

Todos los dones son formas de amor, así todas las virtudes en él encuentran su simiente y alimento. El amor sopla en todos los tiempos y lugares, nunca sale de su silencio ni lo oscurece la nada… es la luz que ve e ilumina, sin ser vista o iluminada.

El amor es una pasión sensata, cuidadosa y soñadora.

Es un cuidar de otro como única forma de cuidar de sí.

                                                (ilustração de Carlos Ribeiro)
http://rr.sapo.pt/artigo/52479/os_sonhos_sao_feitos_de_amor