José luís Nunes Martins
Se necesita
mucha humildad para reconocer que no somos tan fuertes ni tan independientes
como nos gustaría.
Es precisa una
gran confianza para dejar nuestras heridas interiores al alcance de alguien que,
en vez de ayudar cerrarlas, puede aprovechar para hacernos más daño todavía.
Pero nadie es
feliz sin amar, ni sentirse amado. Es, por tanto, esencial que nos dejemos
amar, ofreciendo mi vida como camino para que el otro pueda cumplir su voluntad
y necesidad de amar.
Si yo no
permito que amen, estaré prohibiéndome mi felicidad y haciendo imposible que
quien lo intenta sea también feliz.
¿Crees que te
bastas a ti mismo? No te bastas.
Nadie se
basta, menos aún aquellos que presumen, porque, con eso, solo buscan el aplauso
de los otros – sien el cual se sienten solos y abandonados.
La visa está
hecha de muchas estaciones. Primaveras suaves e inviernos crudos. -y eso es
bueno. A cada verano le sucede el otoño. Pero, pero por más tiempo que tenga
que pasar, llega el tiempo de ser un buen día- y eso es maravilloso.
Cuando llueve
dentro de mi corazón, truena y hace frío, es tiempo para que yo abra los
brazos, más para ser abrazado que para abrazar… y porque ninguna tempestad es
más fuerte que el amor, con un abrazo, y de forma silenciosa, ella pasa y
vuelve a tener paz.
Sin amor, las
tempestades siembran miedo en cada rincón de mi interior. Haciendo de mí
alguien más distante, cruel e infeliz.
¿Crees que no
hay nadie que te ame?
¡Al amor
parece que le gustan las profundidades de la duda! Exige fe, quebrando nuestras
certezas, como quien prepara la masa para hacer pan, ¡amasando hasta que la
masa quede blanda y dócil… antes de echar el pan al fuego!
¡Se humilde y
confía! El amor se te aparecerá. ¡Abre los ojos… y los brazos!
https://agencia.ecclesia.pt/.../porque-teimas-em-nao-te.../
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