José Luís Nunes Martins
El amor exige
que no seamos egoístas ni orgullosos, por lo que la primera de las condiciones para
un acto de amor es que solo tenga en cuenta al otro. Nunca debemos usar al otro
para exhibirnos, ni para nosotros mismos.
La vanidad es
un vicio de quien busca la aprobación a ojos de los demás y desea que piensen
bien de él. Crear esta cortina de ilusión es algo muy común en quien no tiene
nada para mostrar. El orgullo es otro vicio de quien se considera superior a
los otros. Es un camino para la desgracia, porque el orgulloso siempre anda
solo.
Nuestros
gestos de amor no deben servir para impresionar a alguien; d3ben ser un
movimiento de generosidad que lleva algo bueno de nosotros al otro.
Amar es dares,
entregar lo mejor de nosotros, para el bien de quien amamos.
El amor se
construye con pequeñas acciones, no con gestos grandiosos y valientes. Su
grandeza reside en la sutileza de elecciones simples y valientes -porque sabe que
el camino es largo y se tiene que hacer día a día, todos los días, cada día de
forma diferente.
Cualquier
gesto de amor, por más pequeño que parezca, es grande.
El amor es
atento. Cuando solo la felicidad el otro me hace feliz, necesito saber en qué
puedo ayudarle de forma concreta. Y no hay dos días iguales. Tal vez haya momentos
en que es preciso hacer algo mayor, pero en los demás la presencia y el silencio
son tan sencillos como valiosos y…difíciles de cumplir.
¡El sentido de
la vida consiste en encontrar y recorrer el camino que sale de mí y me lleva al
corazón del otro, para que a través de la ventana de su interior yo vea el
mundo de su mirada! Y en abrirme al otro con confianza… para que, superados mis
miedos, el amor transforme nuestras dos fragilidades en una fuerza capaz de
luchar todos los días por una sola felicidad, ¡mayor que nosotros dos!
https://agencia.ecclesia.pt/portal/o-que-e-um-gesto-de-amor/
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