José Luís Nunes Martins
Los otros no
están siempre errados. Llegan, a veces, a vernos mejor que nosotros mismos. ¡Escúchalos
hasta el final, antes de pensar siquiera en criticarlos puede ser una excelente
forma de saber más sobre quienes somos y, de forma indirecta, sobre quien son
ellos!
¡Hay personas
que se revelan en pocas palabras, pero solo para quien está muy atento! ¡El que
habla mucho, siempre dice más de lo que quería! Interrumpir a la primera
oportunidad es una mala estrategia, porque si, por un lado, podemos estar precipitándonos,
por otro, eso va a impedirnos ver más y mejor. ¡Cinco minutos con la boca
cerrada y el pensamiento atento pueden darnos más que horas de interrogatorio y
que años de estudio!
Una palabra
más, por más que nos duela, debe abrirnos los ojos sobre quien la dice, a fin
de encontrar su por qué. Muchas veces, son espinas antiguas que trae clavadas
la carne. Una simple palabra puede durar poco y valer mucho.
Todos vemos
todo a partir de lo que somos. Y cada uno de nosotros es diferente de los
otros. Intentar comparar dos personas es un disparate y una pérdida de tiempo.
Somos únicos y es en esa autenticidad donde reside nuestro valor. Pero siendo
limitados, necesitamos de los otros para alargar la verdad sobre el mundo.
No te
precipites, escucha primero y bien, antes de comenzar a pensar en lo que puedes
decir a continuación. Porque, la mayoría de las veces, el silencio es la mejor
respuesta.
No expliques
demasiado ni busques explicaciones profundas. Cuanto más se explica más lejos
de la verdad se queda.
https://agencia.ecclesia.pt/…/nao-imponhas-o-que-dizes-nao…/