José Luís Nunes Martins
¿Qué quiere el que ama sino dar lo que tiene y lo que es? ¡Cuando
hay amor, siempre parecerá poco a quien lo da, pero parecerá siempre más que
suficiente a quien lo recibe!
Pasado algún tiempo, el que es amado, si ha aceptado lo que
le dio quien lo ha amado, tiene y es un
poco de aquel que a él se ha dado.
¿Pero son necesarios grandes gestos? No. Son las pequeñas
cosas. Las que creemos que son importantes, que, por eso mismo, no se pueden
dar por otra razón que no sea la de la gratuidad total.
Cuando amamos, nuestra vida es una oración, una presencia
silenciosa que da luz a la oscuridad del otro. Un valor único capaz de hacer
frente al miedo a los abismos de la soledad y de los egoísmos.
El tiempo es finito y la vida se gasta. Pero solo cuando
amamos podemos multiplicar el tiempo y hacer brotar vida de la vida, porque nos
sembramos en otros corazones que, a su vez, ¡también han de amar y dar lo que
son… siendo que se dan con nosotros dentro! Así como nosotros, cada vez que
amamos damos aquello que recibimos de quien nos ha amado.
Lo que soy hoy es en gran parte el resultado de mucho amar
que se me han dado. Soy mucho de aquellos que se decidieron darse a mí. El que
m mira los v, aunque no lo sepa, aunque no sepa quienes fueron o son, aunque
crea que soy solo yo.
https://agencia.ecclesia.pt/.../da-a-quem-amas-aquilo.../