La traición es muy común y es el resultado de la falta de
respeto, de los egoísmos que ni siquiera se soportan a sí mismos. Buscan
recibir, no dar. La traición es una tentativa de fuga de quien no se respeta a
sí mismo. Falla siempre, pues aunque de vueltas y más vueltas al mundo, la
desgracia de la que huye está, al final, en el fondo de sí mismo.
El que traiciona cree que, por no creer en la verdad,
esta deja de ser lo que es.
Ser fiel a otro comienza por la verdad y la fidelidad con
uno mismo. Solo traiciona al otro el que se acepta a sí mismo como traidor.
El que ama no traiciona, porque quien ama no es traidor.
El verdadero mal nunca llega desde fuera. El único mal
que nos hace caer en desgracia es aquel que decidimos hacer.
Nuestro valor y la confianza que merecemos dependen de
nuestra capacidad de amar a los demás, que, en verdad, siempre nos pueden
traicionar.
Pero el amor, el amor verdadero, es algo muy raro.
Amor es una especie de nombre común para un enorme
conjunto de historias desgraciadas y accidentes confusos que suceden entre
personas que se encuentran y no encuentran por los caminos de su existencia.
Se habla mucho de estos amores y poco del Amor.
El Amor es el deseo puro del bien del otro.
http://www.agencia.ecclesia.pt/portal/quem-ama-nao-trai/
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