sábado, 25 de noviembre de 2023

Cuatro actitudes malas

 José Luís Nunes Martins


 

Una de las ideas que podemos alimentar más contraria a la verdad es la de que somos autosuficientes. Una postura de independencia en relación a los otros a todos los niveles, no creyéndolos necesarios para construir nuestra vida o felicidad. Se trata de un error que acaba teniendo consecuencias desastrosas, pues quien prescinde del otro está, en verdad, queriendo vivir fuera del único mundo que existe.

 Yo necesito de ti. Mi felicidad depende de la tuya, por lo que tengo la obligación de contribuir al mayor bien de los otros. Si escojo el egoísmo, no seré yo y estaré renunciando a la felicidad.

 ¿Quién no ha experimentado ya la tristeza profunda de tener una alegría y no tener con quien compartirla?

 Otro de los errores que debemos evitar es el de clasificar a los otros, etiquetándolos como si ya conociésemos bien su historia, las circunstancias en que viven o qué pasa en su corazón. Cada persona es un universo. ¿Si ni siquiera nosotros mismos conseguimos comprender nuestra existencia, por qué razón nos creemos capaces de juzgar, dividir y clasificar a los que se cruzan con nosotros?

 ¿Qué me enriquece más? ¿El que se identifica conmigo en un punto concreto o aquel que tiene lo que me falta? ¿No es el amor la actitud más inteligente, en la medida en que nos permite aprender y crecer con todos con todos los que comparten conmigo?

 Todos estamos llamados a no juzgar a los otros, con la misma fuerza y verdad con que consideramos absurdo cualquier juicio respecto a nuestra identidad y autenticidad.

 La hipocresía es el tercero de estos errores. Ser dos fingiendo que se es uno. Exigir a los otros lo después no hacemos; despreciar a los otros que son, al final, iguales a mí! Demostrar bondad falsa. Fingir todo, hasta el punto de que su autenticidad se pierde en medio de tantas caras como tiene.

 Una armadura de mentira que nos aparta de los otros, de la verdad y de la paz.

 No es bueno fingir ser lo que aún no somos. Mejor es luchar para serlo.

 El hipócrita es alguien malo que quiere parecer bueno.

 Por último, la altivez, la arrogancia y el orgullo de aquellos que quieren quedar siempre en primer lugar. Se colocan por encima de los demás, se creen con derecho a instrumentalizar a los otros para que lleguen donde creen que es su lugar. Esta manía de superioridad revienta muchas relaciones, pues en vez de ayudar, de contribuir, de darse, el orgulloso exige y espera que los otros vengan a servirle.

 Al orgulloso se le escapa la verdad simple de que la felicidad está en darse a los otros, no en servirse de ellos. Prefiero dar y tener siempre mucho para dar, de carecer tanto que nada me satisfaga por completo aunque me fuese dado.

 


La falta de humildad es señal de degradación interior.

 

sábado, 18 de noviembre de 2023

¡Espera, pero no te quedes esperando!

 José Luis Nunes Martins


No hay nadie que no espere. Pero hay una enorme diferencia entre los que viven en una sala de espera y los que aprovechan cada día de su vida para construir aquello que quieren que un día sea una realidad.

 ¡La espera, o es como una canción de que nos adormece o como un desafío que nos despierta el alma para cumplir los sueños!

 ¡La espera es una alegría que doy. Cualquier fe es difícil porque es una guerra declarada al tiempo. Mas la paciencia, cuando se asienta en el amor, todo lo soporta.

 Así como sufrimos solo por esperar el mal que creemos que está próximo, también la esperanza es ya motivo de alegría por el bien que está por llegar. ¡Quien espera ser feliz en breve ya consiguió serlo! ¡Cuánto mayor y más noble es lo que se espera, más satisfacción hay en aguardarlo!

 ¡Casi todos nosotros seríamos capaces de vivir solos en el desierto, pero sólo si estuviéramos a la espera de alguien a quien amamos.!

 No esperes una oportunidad especial para revelar a quien amas cuánto lo amas. Pruébalo hoy, en lo que estuviera a tu alcance. Aunque sea pequeño, todo se hará grande cuando lo llenes con tu amor.

 La felicidad no te persigue, ni huye de ti…está esperándote. A la espera de que te levantes y trabajes para realizarla.

 Mucho de lo que no esperas sucederá. En cuanto a lo que esperas, solo sucederá si pudieras exigírtelo a ti mismo.

sábado, 11 de noviembre de 2023

Apártate de lo que te distrae

 José Luis Nunes Martins


¿Qué andas pensando? ¿Por qué razón? ¿Qué procuras ser que no es? ¿Qué deseas tener que no tienes?

 Vivimos en un mundo lleno de posibilidades. Cada una de ellas nos grita e intenta llamar nuestra atención. Así, y porque queremos vivir con intensidad, nos excedemos en varios proyectos y planos al mismo tiempo.

 En vez de concentrarnos en una sola cosa, tratando de hacerla lo mejor posible, nos perdemos haciendo saltar el foco de pensamiento en pensamiento, sin profundizar en ninguno. Pueden llegar del pasado o del futuro, pero todos parecen tener la misma misión: distraernos del presente.

 Nos preocupamos por la falta de tiempo, pero, en verdad, somos nosotros los que lo desperdiciamos con tanta distracción.

 Importa que, en medio de solicitudes sin fin, sepamos decir no a casi todas. Es una paradoja, pero cuantas más posibilidades tenemos más libertad perdemos, porque nos fragmentan entre tantos quehaceres.

 O naufragamos en este mar de posibilidades, o aprendemos a navegarlo. Sería bueno que hiciéramos lista de tareas para no hacer, mejor todavía que fuésemos capaces de cumplirlas con la certeza de que nuestra felicidad depende de eso.

 ¿En qué debes centrar tu atención de forma estable y duradera? ¿Qué es más importante, qué vale más que cualquier otra cosa o qué vas a dejar de lado? ¿Qué te permite ser quien eres, no haciéndote querer ser ni mejor ni diferente?

 Tal vez lo que está cerca de ti y te empeñas en no darle tiempo ni atención.

 Hazte presente, enfoca tu atención en lo que eres y ya tienes. Ofrécete de forma plena, concentrad y verdadera.

 No te distraigas con quien desea que seas solamente o su esclavo o consumidor de lo que tiene para vender. Dedícate a una cosa cada vez y entrégate entero. No busques ser mejor, solo quien eres. Da al mundo el fruto del don que Dios te ha dado.

 Solo eso te hará feliz.

 

sábado, 4 de noviembre de 2023

Cuáles son tus dolores?

 José Luís Nunes Martins



 ¿Sabes qué te hace sufrir? ¿Sabes por qué razón eso te hace daño? ¿sabes que es posible dar sentido al dolor?

 Puede que haya quien tiene muchos dolores que no sepa identificar, tal vez porque eso implicaría tener que afrontarlos o tal vez porque a veces los dolores se juntan adoptando nuevas formas de dolor las cuales es difícil reconocer o darle nombre.

 Un dolor que se esconde de nosotros o del cual intentamos escondernos acaba por doler aun más. La soledad es un fermento potente de dolores. Puede engrandecérselos hasta el punto de hacerse insoportable.

 Sería bueno que viviésemos en un mundo en el que todos tuviésemos con quien hablar sobre aquello que nos hace sufrir, siendo también, cada uno de nosotros, capaces de escuchar, y así aliviar los dolores del prójimo.

 Pero hoy reina la lógica de una extraña verdad: como solo es bueno compartir las partes buenas de la existencia, las redes sociales se llenan de realidades que, no siendo falsas, son solo verdades a medias, haciendo que quien sufre crea que sus dolores son los únicos que conoce… y, por lo tanto, se debe aislar más todavía, con el fin de no arruinar la felicidad de los otros

 Todos sufrimos, más aún porque lo escondemos incluso de nosotros mismos, y como nadie puede cambiar lo que no acepta, se queda en las mismas o empeora.

 Si los dolores mueren o solo están dormidos, para algún día despertar de nuevo, es un misterio.

 Amar implica sufrir. Los mayores dolores tienen, así siempre, una estrecha relación con lo que cada uno tiene de más noble en su corazón. Si alguien no quisiera sufrir, entonces no puede amar. ¿Habrá algo bueno que haya sido creado sin dolor?

 ¿Quién eres tú? ¿Cuáles son tus dolores? Solo te reconoces después de haber pasado por los valles del sufrimiento.

 Los dolores son lecciones sin palabras, para quien las quiere aprender. Maestros que excavan en nosotros, volviéndonos cada vez más profundos. Y la morada de nuestros grandes dolores es siempre en lo más profundo de nosotros, siendo que aquello que nos puede curar y salvar habita debajo de ese suelo.