José Luís Nunes Martins
En estos días
inciertos, Te pido que me ayudes a tener más confianza. A creer más en mis
fuerzas y en mis talentos.
Que yo escuche
más y mejor a los otros que sufren dificultades, y traiga yo a mi vida lo que
les costó tanto aprender.
En estos
tiempos inconstantes, Te pido que tengas aún más paciencia conmigo, una vez que
ando perdido y con mucha dificultad en encontrar por donde seguir adelante.
Que yo tenga
la paz suficiente para ver más lejos, para escoger el camino que me hace subir
y que, a pesar de todas las dudas, yo encuentre la forma de seguir adelante,
paso a paso.
En estas
noches sin mucho sueño, Te pido la alegría profunda de saber que la vida es un
don maravilloso, a pesar de todo, y que, aunque los males parezca que no tienen
fin, yo encuentre la esperanza y la paciencia necesarias para hacerles frente.
Que yo sea
capaz de sonreír, incluso cuando las lágrimas estuvieren a punto de lavar la
tristeza de mi rostro. Que yo sea tan fuerte hasta el punto de no desistir de
mí, incluso cuando eso me pareciera lo más acertado.
En estos días
llenos de nada, en que pocas cosas parecen tener importancia, Te pido que me
llenes el corazón y la imaginación de sueños, para que, como si fuese un niño,
me olvide del pasado y me despreocupe del futuro, concentrándome en encontrar
mis alegrías de cada día.
Que yo consiga
reír y llorar con la misma pureza y verdad, sintiendo siempre todo y jugando mucho,
solo y con los otros, sin considerarme más fuerte, maduro o mejor que cualquier
otra persona.
En estos
abatimientos de nuestras vidas, donde la tranquilidad parece ser imposible, Te
pido que me des fortaleza para que no falle cuando no es oportuno, ni me
resguarde en el silencio cuando fuese tiempo de hablar. Por más que duela hacer
lo que es mejor.
Que me convenza
a mí mismo que, si casi nada es cierto, eso no significa que yo sea insignificante,
sin sentido o sin valor. Al contrario, quiere decir que estoy llamado a ser
sólido y fuerte para que en el mar de la inestabilidad yo pueda ser un puerto seguro,
un faro útil y una brisa suave, capaz de inspirar a los que están a perdiéndose
a sí mismos.
En estos
tiempos sin suelo, Te pido que ilumines mis caminos, para que pueda escoger el
mejor y así alcanzar la paz que busco.
Que yo sea
capaz de amar a los otros, aceptándolos como son, sin juzgarlos, luchando a su
lado por lo que les es esencial. Sin buscar otra certeza que no sea saber que
yo soy un instrumento importante para la felicidad de aquellos con quienes me
cruzo en la vida.
Así sea.
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