domingo, 14 de febrero de 2021

En la familia nadie es una carga

 José Luís Nunes Martins


Si alguien cree que es una carga para su familia, solo puede estar equivocado. Porque no lo es, a pesar de que a él le parezca que sí lo es, o, en verdad, porque no tiene una verdadera familia.

La vida es dura. Puede ser incluso muy dolorosa y, también, por mucho tiempo. Desde que nacemos vamos contando con el apoyo de otros, que nos socorren en caso de necesidad. Después, hay quien deposita en nosotros su confianza para que seamos su soporte, en el caso de que se encontrara en cualquier estado de carencia.

Cuando somos parte de una familia, entonces tenemos el deber de cuidar y el derecho a ser protegidos. Debe imperar el respeto por la libertad del otro, pero siempre con atención a su recorrido, porque puede estar más despreocupado cuando todo le vaya bien, cuando tropieza y cae en la desgracia… necesita de nosotros. Y nosotros necesitamos de él.

Hay muchos que piensan que su familia es un encargo que no han elegido y que, por eso, no se sienten en el deber de cumplir con sus obligaciones familiares.

También están aquellos que solo son familia cuando todo está bien, mientras reciben más de lo que se les exige. Así que alguno de los suyos necesita ayuda, huyen. Siempre con disculpas que solo son excusas que esconden su egoísmo.

Ser familia es ser más fuerte qué el miedo a amar a otro. Es ser feliz, no de forma superficial, solitaria e interesada, sino de una manera profunda, compartida y gratuita.

Hay personas que sufren y son condenadas a sufrir más porque las hacen sentirse una carga en la vida de los otros. Es peor aún porque es corriente que sean aquellas que hicieron y dieron todo… y, más de una vez ahora, les vuelven a exigir más de sí mismos: que se aguanten sin incomodar.

Los egoístas no viven. Sobreviven, porque no saben que solo hay vida en abundancia cuando se vive en varios corazones al mismo tiempo.

Quien es familia sabe que nunca se está solo.

¿Qué tipo de persona puede tener paz y sentirse bien mientras su prójimo experimenta el dolor en abandono?

Aquellos que se sienten próximos a mí, esos sí, son mi familia. Y si tengo una familia, entonces tengo razón para vivir, porque por mayor que sea la fuerza del dolor que me ataque y por más oscuro que sea el hoyo donde estoy, sé que no estoy solo, sé que allí mismo, conmigo, sufren también aquellos que me aman. Eso me da un ánimo inmenso.

Una familia, o es una historian de amor, o es una tragedia.

 


https://agencia.ecclesia.pt/.../na-familia-ninguem-e-um.../

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