viernes, 30 de julio de 2021

Eres lo que haces no lo que dices

 

José Luís Nunes Martins


Cualquier persona consigue comenzar cualquier proyecto, por más difícil que sea. ¡Pero no es por colocar la primera piedra y asumir un conjunto de intenciones firmes por lo que alguien debe ser considerado el obrero de aquello que, al final, no está hecho!

Llegar al final es lo más difícil. Superar todas las dificultades, las esperadas y las inesperadas, las simples y las que comienzan pareciendo imposibles de vencer. Concluir un plan es lo que hace a alguien digno de ser su autor.

Soñar, todos soñamos. ¿Pero cuántos de nosotros somos capaces de levantarnos día tras día para ir a luchar contra las piedras? ¿Salir de la zona de confort para arriesgar fracasos? Al final, e mundo no se hace con palabras, sueños y deseos.

¡Es incluso preocupante la cantidad de personas que no llegan a dar el primer caso! Se quedan solo en la … intención.

Nuestra identidad es el resultado de nuestras elecciones. Soy lo que hago y lo que no hago, lo que intento, lo mimo si consigo el resultado que quería y lo que decidí que no valía la pena.

¿Es posible hacer el mal quedándose quieto? Claro que sí. Si tienes capacidades, tienes deberes. ¿Qué opinar de alguien que tiene en su poder algo muy bueno y lo ignora, haciendo como si no lo tuviese?

¿Pero es que tengo lo que es preciso para llevar hasta el final un proyecto? Bien, solo lo sabrás si te pones en camino, porque hay fuerzas y talentos que solo surgen después de haber agotado parte de las tenías al inicio.

 


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viernes, 23 de julio de 2021

Todos los días son el último, porque son únicos

 Jul 23, 2021 - 15:22

 José Luís Nunes Martins


 Hay quien teme el fin del mundo, se desalienta por la certeza de que un día todos dejaremos de estar aquí. En momentos diferentes, pero todos vamos a dejar este mundo.

 Hay quien se desespera con esa verdad que parece impedir la esperanza.

 Tal vez la verdad sea que la vida no es para odiar, es para cumplir, sea mejor manera posible, sin perdernos en tiempos que no son nuestros, que no podemos alterar. El pasado y el futuro se nos escapan, y cuando nos demoramos pensando en ellos, perdemos el presente. El hoy. La vida.

 Es cierto que el día del fin llegará, y habrá un día antes de ese, y si en esos, como en los anteriores, hubiéramos sido más fuertes que los miedos que nos paralizan y que los egoísmos que nos hacen imposible ser mejores, entonces, si hubiéramos tenido ese coraje, nuestra vida fue felicidad, a pesar de todos los dolores.

 ¿Qué podemos esperar después de esta vida? Creo que todo. No somos capaces de comprender el por qué de todo, pero somos lo suficientemente inteligentes para que nos resulte evidente que el mundo y todo lo que hay en él, visible e invisible, no son el resultado de una explosión sin sentido. ¡Hasta puede haber casualidades, pero todo no será una casualidad!

 Este mundo está lleno de señales de que tienen sentido.

 El tiempo pasa y nosotros con él. Como si la existencia fuese un enorme teatro donde todos son libres de escribir su papel. Un teatro en un tren que va parando para que unos entren y otros salgan. Las estaciones no son nada, son otro mundo.

 Las certezas que no tenemos no son más importantes que la fe que podemos tener.

 Mi vida no es el mal que me sucede, es el bien del que soy capaz. Vivir es mejorar.

 ¡Que yo aprenda a estar atento a lo nuevo que brota en mí… y no es para mí!

 ¡Que hoy sea diferente, que haya más luz en el mundo y que una parte brote de mí!

  


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domingo, 18 de julio de 2021

Amar a alguien es ver en él lo que sólo él tiene

 

José luís Nunes Martins


Ni yo soy lo más importante del mundo, ni todos somos iguales. Partiendo de estos principios, conviene que yo sea capaz de expulsarme del centro del mundo y estar más atento a la forma como cada uno de los que están cerca de mí piensan y sienten.

 Conocer la forma cómo alguien piensa y siente es fundamental para comprender, y esto es, tal vez, aún más importante que conocernos a nosotros mismos. Además, parte de un principio que nos obliga a ser más verdaderos: la humildad de no pensar solo en nosotros mismos, como si fuésemos la única persona valiosa en el mundo.

 El valor de alguien depende de su capacidad de ser don en la vida de los otros. Ahora bien, nadie pude amar a alguien, o siquiera ayudar, si no supiera quien es él.

 Cometemos grandes errores siempre que juzgamos y actuamos con grandes certezas respecto de los demás, sin que les hayamos consultado antes o hecho el esfuerzo de colocarnos en su lugar.

 Si no somos capaces de pensar y sentir la vida desde su punto de vista, entonces es bueno que asumamos por lo menos esto: que no sabemos.

 Ha sonrisas lindas que esconden dolores profundos, hay personas con historias muy duras, tan amargas que se esfuerzan para olvidar, o, por lo menos, para que no les estén doliendo siempre. Vistas desde fuera, estas aparentan tener una vida que muchos desean.

 El cielo comienza en mí, pero la puerta se abre en el corazón de otro. Solo cuando soy bueno para el otro es cuando soy bueno para mí, y no funciona, al contrario.

 

Soy cielo cuando soy para otro. Comprendiéndolo como alguien irrepetible, con una historia, sueños, formas de pensar y sentir profundas y únicas.

 Amar a alguien es ver en él lo que solo él tiene.

 Hay personas que solo se conocen a sí mismas, creen que son todo lo que hay en el mundo, los otros son meros figurantes en una escena que al final es un monólogo. Se condenarán a una prisión invisible que es el egoísmo. Si solo son útiles a sí mismas, no son nada diferente en el mundo.

  


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sábado, 10 de julio de 2021

Procura ser alguien de palabra

 

José Luís Nunes Martins


 Que tus palabras sean reveladoras de verdad.

Damos la palabra, escuchando, a aquellos que nos pueden dar más delo que tenemos. Algunas veces, se da la palabra a quien solo queremos conocer su interior o su valor.

Las palabras nos dicen y tienen la fuerza de lo que somos. Lo que alguien íntegro dice es siempre más bello que el discurso de un hipócrita.

Una persona sin palabra es una persona vacía, deshonesta y peligrosa. Y no tener voz de esta forma es peor que perder el voto en cualquier materia. Es dejar de valer.

Cada uno de nosotros tiene un nombre, único. Saberlo y utilizarlo significa un grado de intimidad que ya es relación. Saber el nombre de alguien es reconocerlo, y darle presencia. Sin embargo, la fuerza de un nombre no está en las letras que lo componen, sino en la persona a la que remiten., en aquella persona para quien nos remiten.

Ser auténtico pasa por no caer en la tentación de crear falsas apariencias. Mentir es más que faltar a la verdad, es hacer ruido y crear confusión.

El silencio no es un vacío de palabras, es la ausencia de ego. Nunca hay paz dentro ni cerca de alguien que se cree el centro del mundo.

La verdad ilumina, incluso cuando es dura. Sin embargo, hay quien prefiere andar ciego.

En un tiempo donde reina la mentira, decir la verdad es una elección tanto arriesgada como heroica, porque no todos están dispuestos a escucharla. Al final, pocos hombres son aquello que debían ser, y algunos de esos detestan ser confrontados con la verdad acerca de sí mismos.

La vida es un largo y constante diálogo interior que mantenemos con nosotros mismos, si nos respetamos, entonces hablamos con verdad, a los otros y a nosotros. El día que la verdad sea expulsada, por gritar, desde dentro de nosotros, eso significa que nos rendimos a la mentira. Esclavos de lo peor que hay en el mundo y que permitimos que reine en nosotros.

 

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domingo, 4 de julio de 2021

El dolor profundo del desamor

 

José Luís Nunes Martins


El amor es esencial a la existencia. Sin él, la vida queda limitada, sin desarrollar, impedida de ser lo que es y debe ser.

Los gestos que resultan de la fala de amor son crueles. Violencia pura, porque busca destruir.

Siempre que alguien nos hace mal, aunque sea sin esa intención, puede llegar a ser más profundo de lo que imaginamos. ¿Qué resulta de eso? Un dolor que acaba por alterar la forma como miramos y comprendemos el mundo. Una mentira puede hacernos dudar de muchas verdades.

Si alguien me llama imbécil, es posible que yo crea, si mi forma de ver el mundo fue alterada por las cicatrices de males antiguos. Y si creo, acabo por sufrir, en ese instante, un golpe más del desamor, un golpe más que se abre y desfigura.

De forma simple, sentimos el mundo con un corazón lleno de señales del pasado.

Siempre que no amamos a alguien estamos causándole un mal que, siendo inmediato, pudiera permanecer mucho más tiempo que la misma memoria del mismo.

Es importante que cada uno de nosotros, si no fuera capaz de amar, no ‘desame’.

El que ‘desama’ busca combatir un mal que, estando en sí mismo, cree que es exterior a él.

Frente al desamor que trazamos en el corazón, importa que sepamos, con toda certeza, que hay algo más profundo que ese daño. En el fondo de nuestro corazón, mucho más hondo que los dolores en nosotros, está alguien a la espera de ser liberado y… vivir de forma plena.

Solo quien es capaz de aceptar que muchos de sus dolores son el resultado de haber creído en quien les ha mentido se libra del miedo que nace del desamor y que impide la felicidad.

¡Ama, hazte bien!


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