José Luís Nunes Martins
Siempre
que trato de pensar y actuar como si fuese capaz de dominar todo lo que me
rodea, sin la ayuda de alguien, el resultad ele ser malo. Cuando no lo es de
inmediato, lo es a medio o largo plazo.
Hay quien
no cree en Dios y, mientras tanto, se considera a sí mismo como si fuese el
señor de todas las cosas. Creyéndose capaz de saber distinguir el bien del mal
en todo lo que hay dentro y fuera de sí mismo.
Agradezco
mucho no tener que juzgar a alguien. Ser justo puede incluso ser bueno, pero no
creo que sea algo agradable.
Creo que,
cada vez que considero que soy más de lo que soy, acabo por hacer una figura
ridícula, al menos delante de mi conciencia.
Mi vida es
un don al cual soy ajeno, algo sobre lo cual no tengo responsabilidad alguna.
Me inquieta la certeza de mi muerte, pero también sobre esta cuestión poca
responsabilidad tengo.
Puedo
poco. Hay mucho en mi vida en que la voluntad propia no vale casi nada. Pero
eso es bueno, porque sé que nunca sería capaz de ser feliz si así no fuese.
Prefiero
pensar que dependo, desde mucho tiempo antes de nacer, del amor de otros… y así
será siempre, incluso después que yo muera.
El que
tiene fe nunca está solo, junta a su fuerza la fuerza de aquel en quien
deposita su esperanza.
La vida es
siempre una historia de amor, incluso para quien cree que no tiene quien lo
ame.
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