José
luís Nunes Martins
Si
se abate sobre ti cualquier desgracia y luchas con ella cada día, entonces, tal
vez estaría bien que no pienses que vencerás hoy. El que asume que la guerra
durará, no pierde tiempo ni ánimo con las desilusiones que le causan las vanas
esperanzas.
Si
hoy tu día es bueno, tal vez sea muy bueno vivirlo al máximo, ya que no pasa el
tiempo y, con él, tu buen momento.
Por
eso, sea tu día bueno o malo, lo importante es que aprendas a vivir y a
prepararte para los tiempos que han de venir.
Si
el mañana fuese tan duro como habías previsto, no te sorprenderá y lucharás
atento y calmado.
El
que se prepara para perder lo mejor que tiene en la vida, lo toma hoy como es,
precioso.
Si
el mañana fuera muy bueno, estarás aún más agradecido, porque aquellos que
pasan la vida soñando que la vida les reserva solo días buenos, viven la mayor
parte de su vida en frustración y aplazamiento, y cuando la vida les da lo que
desean, sienten solo alivio… y comienzan luego a soñar todavía más.
Eres
tú el que escribe tu destino. Con lo que dices hoy. Con tu actitud y con aquello
que haces en los buenos y en los malos momentos. No escogemos lo que nos
sucede, pero somos llamados a escoger nuestra respuesta a cada cosa que llega a
nuestra vida.
El
tiempo de tu vida te es dado poco a poco. Aprovecha cada día. Como si fuera el
primero, sin que te pese pasado alguno. Como si fuese el último, sin posponer ningún
futuro. Como si fuese el único… que, en verdad, ¡lo es!
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