José Luís Nunes Martins
Querida amiga:
Todos cometemos
errores de todo tipo, pero uno de los peores es perder la oportunidad de ser
bondadosos. Si estás en una situación que puedes hacer algo diferente y decides
no avanzar, te equivocas. Puede ser por vergüenza, prejuicio, orgullo o
cualquier otra cosa, aunque ninguna de ellas te disculpará, porque el bien es
una obligación de todos nosotros, más aún delante de quien está lejos de
comprenderlo.
No te preocupes por
lo que piensan los demás, si siquiera por lo que puedan pensar de ti. Eso no merece
tu consideración. Piensa, decide y actúa con claridad y de acuerdo con tus
valores, nunca en función de lo que otros puedan pensar, decir o hacer.
Hay dos tipos de
personas en el mundo: las que hacen y las que miran. Las primeras cometen
muchos errores. Las segundas no hacen nada. Quien se queda a la espera de que
aquellos que miran hagan alguna cosa, pasa, en poco tiempo, a ser uno de ellos.
Te pido que te
empeñes y nunca desaproveches una ocasión de revelar tu bondad. A veces, dirás,
es casi imposible ser bueno… sí, pero, sabes, la mayor parte de las veces, ser
más difícil es una señal clara de que es aún más importante.
En lo más hondo
de ti, por debajo de tu alma, hay una luz que nunca se apaga. Nunca. Puedes esconderla,
revelarla o intentar prender fuego al mundo con ella. Esa llama es tu vida, es
el porqué y el paraqué de tu existencia, es el amor que alguien depositó en ti
y que espera que lo utilices para el bien. Es un fuego que brilla y te indica
el rumbo hacia el bien y, al mismo tiempo, ilumina el camino hacia él.
Ser libre es
tener varias opciones y escoger la mejor. Quien prefiere la más fácil, o la que
más le agrada, no es libre, es solo débil.
Se aproximan tiempo
difíciles. Prepárate. Aprende a vivir con poco y sin egoísmo. Si lo consigues,
servirás de modelo a los que se cruzan en tu camino. Haz el bien, Sin
preocuparte de los aplausos.
Puedes cambiar el
mundo entero si decides que tu vida no es para ti y que, por eso mismo, la
entregas a otros, sin esperar por nadie. Haz el bien, sin esperar por una
oportunidad.
Mantén la calma
cuando lleguen las horas más duras, pasarán, de la misma forma que pasan los
días buenos. Haz el bien, sin contar tus fuerzas, porque cuando alguien hace el
bien, nunca le van a faltar las fuerzas.
Lucha por la
felicidad, como lucharías por pan para tus hijos si ellos tuvieran hambre.
Te aprecio mucho.
Rezo por ti.
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