José Luís Nunes Martins
Muchos quieren ser grandes, pero pocos se están dispuestos a hacer lo necesario para ser diferentes a sus semejantes. Pasan el tiempo mirando hacia abajo considerándose mayores que este o aquel, en vez de mirar hacia arriba y aplicarse para llegar más alto.
Las derrotas, las desgracias y los fracasos, deben ser
aceptadas. Siempre. No como faltas o penalizaciones, sino como peldaños que es
importante integrar, a fin de llegar más alto. Solo quien se acepta como pequeño
puede superarse.
Escucha con atención las críticas, lo mismo cuando son
injustas o maliciosas, siempre hay en ellas algo que importa retener. ¿Cuántas
veces el simple hecho de estar intentando conseguir metas menos corrientes hace
que haya alguien que se revuelva contra nosotros? Ser grande implica poder ser
incomprendido.
Hay quien prefiere el aplauso de las multitudes, pero,
para eso, no pueden desentonar, tienen que tocar la misma música que todos los
demás… ser grande es tener que ir por donde pocos se atreven.
Ser grande es ser un solista en la vida, pero no esperando
el aplauso de los otros. Solo de los que son mejores que él.
No seas exigente con nadir sino contigo mismo. Pero perdónate
siempre, de forma honesta. Perdonarse es esencial para que puedas levantarte después
de una caída. Nunca dejó de ser grande una persona solo porque ha caído.
Acuérdate de que nadie es grande en todo, ni todo el
tiempo. Aprovecha las oportunidades o créalas, siempre que no la hubiera.
Comienza con lo que tuvieras a tu disposición. Un paso, un gesto, una sonrisa.
Decídete a actuar, aunque se algo muy pequeño. Nada grande se hace sin comenzar
por ser casi nada… es la fe la que te ha de mantener en el camino recto, nunca
una certeza.
Cree en ti y no huyas de las tempestades. Solo ellas, más
que nada, te harán crecer, así sabrás reconocer tu pequeñez.
La humildad no es una virtud por la que nos consideramos
pequeños cuando somos grandes. La humildad es la verdad absoluta que nos enseña
que, por mayores que seamos, nunca dejaremos de ser pequeños.
Procura comprender el corazón de los más pequeños,
trabaja con ellos y para ellos y… serás grande.
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