lunes, 20 de marzo de 2023

Libérate de lo peor de ti

 José luís Nunes Martins


  Arriesga. No dejes que cosas pequeñas y sin gran valor te impidan luchar por aquello que no sólo es mayor sino más valioso.

 Arriesga la soledad en busca del verdadero amor. ¿Merece un cobarde ser amado? Lánzate, aunque no veas suelo.

 Arriesga, porque tu existencia sirve para traer más vida a la vida. No viniste para recibir, sino para dar.

 Tu confianza falla siempre que temes perder tu dignidad. Muchos caminos que prometen ser interesantes traen consigo la hipótesis de que nos volvemos ridículos. ¿Cuántas conversaciones podrían llevarnos lejos y quedan solo en lo obvio sólo porque tememos lo que puedan pensar los otros de nosotros si fuéramos libres?

 ¿Cuántas veces desististe de luchar por una oportunidad sólo porque querías evitar que tu orgullo quedara herido en caso de fracaso?

 El miedo, presente en tantas vidas, nos demuestra siempre que debemos defender nuestra dignidad. Siembra en nosotros la idea de que nos somos ridículos, y que sería terrible serlo. Sin embargo, somos ridículos. Todos. No porque seamos raros, sino porque vivimos de una forma auténtica, por más que algunos se esfuercen por ser iguales unos a los otros.

 Esta verdad es tomada por los que confían en sí como un excelente motivo para arriesgar, porque, al final, tienen poco que perder.

 ¡El miedo a ser un fraude no se combate con una forme convicción en la excelencia de las actitudes, sino más bien por la capacidad de comprender que no hay nadie que no sea ridículo!

 No seas más uno de esos cobardes que no sueñan con renunciar a las insignificancias que creen valiosas.

 Arriesga. ¡Sólo vas a ser capaz de mejorar el mundo a tu alrededor si crees que eres capaz de hacerlo y si te arriesgas a hacerlo!



lunes, 13 de marzo de 2023

¡No te juzgues indigno!

 José Luís Nunes Martins


 En muchos desafíos de nuestra vida nos creemos indignos de alcanzar el éxito. Tal vez debido a lo que sabemos sobre nosotros mismos, teniendo en cuenta nuestras faltas y fallos, en muy poco semejantes a los méritos aparentes de quien nos rodea.

 Llegamos a creer justo que aquello que ambicionamos para nosotros, acabe por quedar para los otros, porque nos parecen, de hecho, mucho mejores que nosotros.

 La verdad es que cada uno de nosotros se conoce desde dentro, pero los otros lo hacen desde fuera. Somos muy conscientes de muchos de nuestros defectos, tristezas, preocupaciones, deseos y recuerdos, y muchas de estas sensaciones son experimentadas de forma tan intensa que acabamos valorándonos mucho más vulnerables y débiles de lo que nos parecen el resto de las personas que conocemos.

 De los otros sólo sabemos lo que hacen y lo que nos dicen. Lo que puede ser, y es, muchas veces, más o menos adulterado para que nos cause buena impresión y que, a partir de ella, creemos una imagen del interior del otro más bella de lo que es en realidad.

 La solución a este complejo que nos aflige no es más que tomemos a los que nos son extraños, y a los próximos, mucho más semejantes a nosotros de lo que parecen. Todos los que están a nuestro lado, en el fondo, no son más dignos ni más excelentes que nosotros. Por más que brillen en apariencia.

 La única indignidad que tal vez importe sentir es cuando nos sentimos amados, una vez que ella significa que reconocemos al otro la decisión gratuita y generosa de ser don en nuestra vida, a pesar de todo.



sábado, 4 de marzo de 2023

¿Quién es el sentido de tu vida?

 

José Luís Nunes Martins


 

¿Para quién vives? Tan importante como saber en quien te quieres convertir es saber a quién quieres ofrecer tus días y años.

 Tu identidad está en construcción, no importa cuantos años hayas vivido ya ni cuántos te quedan aún. Si crees que ya eres lo mejor que puedes ser, lo mismo estás muy engañado y has andado desperdiciando lo más precioso que tienes en tu vida: tiempo.

 Hay quien busca el sentido de su vida en razones concretas, en teorías más o menos espirituales, en pasiones que mueven o en emociones que fomentan, hay otros que usan a alguien.

 Una vida solo tiene sentido si sirve a otra vida, sea para darle alegría o para reducirle la tristeza. Nadie es para sí mismo. Somos para ser uno, pero no con nosotros mismos.

 Una vida con sentido es, muchas veces, una vida feliz. Hay objetivos a alcanzar, rumbo a seguir y fuerza necesaria para cumplir con ese camino demorado. Una vida plena es un compromiso a muy largo plazo.

 Hacer a alguien feliz es algo más importante que buscar su sonrisa.

 ¿Qué tienes que hacer por quien amas? Aquello que lamentarías profundamente si no lo hicieras, si la otra persona muere. ¿Cuándo? Esta semana.