José Luís Nunes Martins
No importa mucho si estás lejos o cerca. Importa la
dirección, no si están pendiente del resultado o no. No dejes que el desánimo
inocente tenga en cuenta tu alma. A vida ya te debe a ver enseñado que una
frustración puede ser solo una forma de impaciencia.
No es importante si vas deprisa o rodeando. Lo que
importa de verdad es si quieres o no seguir el rumbo que sigues.
No es tan importante si es algo que te está atrayendo
hacia adelante o si es algo que te empuja desde atrás. Lo importante es la
dirección, la ruta, la orientación.
Insiste frente a las dificultades y resiste las
tentaciones. Los caminos errados son siempre más fáciles y descendiendo…
No desistas de creer. No desistas de recomenzar. No
desistas.
Cuidado. La obstinación es la persistencia en la
estupidez. Los obstinados parecen gente determinada, cuando en realidad les
faltan tres cualidades esenciales: saber hacia donde ir, por donde ir y
evaluarse a sí mismos hasta el punto de enorgullecerse de sus errores y llamar
fidelidad a su odio a aprender con humildad.
Es muy importante mantenernos atentos a las señales y
lecciones que la vida nos va dando cada día. No es natural aprender con la
historia. Hay quien comete el mismo error incontables veces, sin cuestionarse
nunca cuál es la razón por la cual el error sucede, ni pensar alguna vez en cambiar
de estrategia.
El camino acertado está compuesto de muchas curvas. El
mapa no está hecho, se hace, día a día, mediante nuestras elecciones y de sus
resultados a largo plazo. Mantener el día de mañana en abierto es sinónimo de éxito,
porque significa que estamos y estaremos atentos a los cambios según las circunstancias.
Mantente atento y recuerda que cada paso es un salto.
No esperes que la lógica te ayude a justificar el
sentido de tu vida. Haz lo que tienes que hacer, pero sin esperar comprender bien
por qué razón lo debes hacer.
Sigue adelante, porque mientras estés avanzando, estás
ganado.