sábado, 25 de octubre de 2025

Los arrogantes caen desde muy alto

José Luís Nunes Martins


La arrogancia lleva a los que piensan y se creen por encima de todos los demás. El egoísta se considera el centro de su mundo y quiere que los otros también lo vean como el punto en torno al cual todo se mueve, porque se cree lo único importante.


El arrogante ve siempre lo que le es dado como un pequeño préstamo de todo aquello a lo que cree tener derecho.


La humildad es el reconocimiento de la verdad; ser humilde es la forma más concreta de ser grande.


La arrogancia es fruto de la ignorancia, pues solo quien ignora lo que aun le queda por saber puede jactarse de que ya sabe mucho.


Todos tenemos raíces humildes. Todos comenzamos de cero y, por más armonioso que sea el medio en que crecemos, siempre tendrá limitaciones.


Hay quien no acepta su pequeñez, igual a la de todos nosotros, y por eso procura a toda costa presentarse como alguien que no lo es. Quien así se preocupa con aquello que, de hecho, no es, acaba por olvidarse de valorar y disfrytar de lo que tiene y de lo que es. Error tras error.


Tal vez el mayor problema de quien decide centrarse en sí es que acaba por no amar ni dejarse amar. Y eso es trágico. 


El orgullo nos va haciendo subir, escalóm tras escalón, hacia niveles siempre más elevados. El problema es que esos niveles nunca se desciende...solo se cae...al suelo...y solos.


La buena noticia es que hay siempre quien ama y se preocupa de los que se esconden en el orgullo. No nos olvidemos de agradecer a quien nos ayudó a levantarnos después de nuestras mayores caídas.


sábado, 18 de octubre de 2025

Quiero darte un abrazo

José Luís Nunes Martins


Quiero darte un abrazo y demorarme. Descansar en los brazos de quien  también quiero que descanse en los míos. Con fuerza, para que se sienta toda la voluntad y los corazones puedan reconocerse uno a otro y pasen a latir al mismo tempo. Y demorar, porque si un abrazo tiene un poder de cura, yo quiero permanecer así hasta que todo esté bien, o por lo menos mejore.

¡Llega a suceder que un abazo no se sepa quién esrá curando a quién!

Un abrazo verdadero es una entrega tan generosa que casi se siente al otro como una madre enbarazada siente al hijo que lleva dentro de sí.Nada más importa. Quién me diera conseguir dar abrazos así...


Cuando nos abrazamos, hay algo sagrado que envuelve a los que abren sus brazos para entregarse y acoger al otro. Es na especie de encuentro de almas, en que la presencia del otro se siente aín más, cuanto más se aprieta.


Cuánta tristeza hay en aquel lugar y tiempo en que yo deseo el abrazo de alguien qe no me lo da, que no lo quiere, porque no me quiere.


Y qué alegría inmensa hay en abrazar a alguien hasta el punto en que  el abrazo parece terminar -y el otro, en vez de dejarnos, nos aprieta aún con más fuerza...en aquellos sus brazos donde parecemos encajar a la perfección...


Como una madre que tiene en el regazo la solución a todos los proiblemas del mundo, también yp quería hacer de los míos un refugio seguro para quien necesita descansar de tanto luchar y sufrir...


Un abrazo puede ser el punto en que una tristeza o un dolor profundo se aceptan y así se puede, por fin, seguir adelante.


Abraza a los que quieres mientras puedes. 


Quien sabe si no está cerca el día en que ya no podrás sentir los abrazos de quien te ama -ni sentirte a ti mismo en ese lugar que también es una morada tuya.

sábado, 11 de octubre de 2025

El silencio de los grandes dolores

José Luís Nunes Martins



Por fuera, parece que siempre tenemos vidas mejores, con menos tristezas y más paz y alegría, como si hubiese una ley que obligase a todas las personas a esconder sus adversidades.


Los dolores pequeños gritan, los grandes nos atacan en silencio y nos dejan mudos, como ellos.


La verdad es que las personas más extraordinarias están llens de cicatrices. El sufrimiento hace, a pesar de todo, a las almas más fuertes.


La luz más bella de cada uno de nosotros solo se revela a través de las brechas abiertas por los golpes que sufrimos. Y es por esas mismas aberturas por donde nos llega el aire que refresca y despaja nuestro interior.


Muchas de las más bellas historias de amor fueron escritas -y algunas vividas- por personas destrozadas.


Quien más ama, más sufre. Pero solo es feliz quien ama, hasta el final de este mundo. Quien aspira al cielo, debe estar dispuesto a poner a prueba su voluntad y a pagar el costo por el vieje. A algunos  les exige todo. 


El. undo está lleno de gente que tiene miedo a ser feliz.


Tal vez vivir sea aprender a sufrir y encontrarle sentido.


Poco se reza cuando se entregan solo palabras.


sábado, 4 de octubre de 2025

¿Tengo más de lo que mrezco? ¿o menos?

José Luís Nunes Martins



Hay momentos en los que nos sentimos perdidos entre la convicción de que merecemos más de lo que nos rodea y de los que nos rodean,y lasensción opuesta: la de que ya tenemos mucho más de lo que merecemos.


¿Es que soy un desafortunado, digno de compasión y que debe aspirar a más de lo que tiene, o, por el contrario, un impostor que ya ha recibido mucho más de lo que sería justo? Es en esta marea interior, la forma como me veo oscila entre los extremos.


La verdad es que siempre merecemos crecer, porque siempre habrá quien necesite de lo que tenemos y de aquello que es bueno en nosotros. Si seguimos por ese camino, llegaremos al cielo - ¡en todos los sentidos!


Mas também é verdade que desconsideramos muito o que já há de bom na nossa vida. Assim, é quase sempre uma ilusão trágica que tenhamos pouco e que sejamos uns desgraçados que vivem num vale de trevas.


Pero también es verdad que no apreciamos mucho lo que ya hay de bueno en nuestra vida. Por eso, es casi siempre una ilusión trágica que tengamos poco y que seamos unos desgraciados que viven en un valle de lágrimos. 


En ste mundo no siempre recibimos lo que merecemos -ni en las recompensas ni en las penalidades.


Tal vez no sea sabio confiar solo en las emociones del momento. Es mejor buscar, con calma, reconocer todos los que nos aman y todo aquello que creemos nuestro, pero que, en un instante, podemos perder.


Que yo sepa siempre reconocer y escoger el amor que me es dado por otros. Y que, de la misma forma, nunca me conforme solo con lo que ya soy y amo, sino que busque y encuentre siempre nuevas formas de ser y de amar.