sábado, 13 de diciembre de 2025

Perdona más, vive más feliz

José Luís Nunes Martins


Hoy parece que el perdón es cada vez más raro, como si no fuese tan precioso para quien lo da como para quien lo recibe. llega a haber incluso quien prefiere alimentar los resentimientos en vez de vivir en paz con el mundo y consigo mismo.


Todos erramos. Muchas veces. Juzagar a alguien por un solo acto es, por lo menos, injusto e imprudente, Más aún  si fuera por algo que pudiera tener más de una interpretación. ¿Cuántas veces nos equivocamos sin que hoy no nos demos cuenta de eso? ¿aún más: qué sería de mí si todos aquellos a quien hice mal se hubiesen apartado de mí?


Todos merecemos una segunda oportunidad. Si después el error se repite, entonces tal vez en ese momento, t tal vez solo en ese momento, valga la pena dialogar con la persona e intentar comprender si es consciente de que hay algo de error y de que precisa una oportunidad más o no...


Hoy, un instante basta para que todos se crean seguros para condenar a lguien, poco importa si hay un mal entendido, una consecuencia de causas extrañas a la voluntad o  simplemente un mal día. El mayor problema aquí es que ya no distinguimos un acto aislado de un comportamiento habitual.


La confianza que alguien deposita en nosotros, a pesar de nuestras imperfecciones, puede ser la fuerza decisiva que nos impulsa a ser mejores.


¿Es que el otro está de hecho errando, o bajo ciertas condiciones, yo podría estar haciendo lo mismo?


¿Por qué será que nos perdonamos más a nosotros mismos que a los demás?

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