Opinión de José Luís
Nunes Martins
Y siempre que doblan las campanas, doblan
y nos llaman, llaman bien alto a mí y a ti… Para que nos acordemos de vivir
antes que otras campanas doblen por nosotros.
Las campanas doblan por los que supieron vivir y por los que desperdician la vida pensando que no morirán.
Doblan por los que creyeron en la vida eterna y por los que creyeron que la vida es solo un momento.
Las campanas doblan por los que tuvieron y fueron una familia, y por todos los que pasaron la vida buscando tener una donde pudiesen ser.
Doblan por los que, desde la cuna al túmulo, siempre se levantaron, y por los que andan a rastras por las horas de sus días y de sus noches.
Las campanas doblan en el otoño y en la primavera, cuando las hojas caen y cuando las flores se abren a la luz.
Doblan por aquellos por quienes lloraremos su ausencia y por lo aquellos que no dejaron señales en el corazón de nadie.
Las campanas lloran y nos llaman. Hacen estremecer nuestros silencios y nos colocan ante la verdad.
Doblan por los que amaron y por los que nunca fueron amados. Por los que triunfaron y por los que fueron despreciados.
Las campanas doblan en la brisa suave que traen pedazos de memoria de los que se fueron lejos, pero quedaron en el fondo de nosotros.
Doblan a todas las horas porque cualquier tiempo es tiempo de llegada… y de partir.
Las campanas lloran siempre que alguien pierde o gana su vida.
Doblan…
Y siempre que las campanas doblan, doblan y nos llaman, bien alto, a mí y a ti.
ilustração: Carlos Ribeiro
http://rr.sapo.pt/artigo/103447/por-quem-os-sinos-choram
Un tema cuando menos interesante. Ahora las campanas son ‘denunciadas’, porque no dejan dormir, interrumpen el silencio de algunos vecinos, o porque molestan a los no creyentes o de otras religiones... A mí me gustan, desde luego, tienen algo tan especial… será eso lo que muchos no quieren escuchar, lo que nos recuerda la crónica. Obrigado.
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