sábado, 23 de noviembre de 2019

¡No quieras ser Dios!



José Luís Nunes Martins


Querida amiga,

Mientras sigas luchando por ser quien no eres… no serás nada. Ni lo que eres.

No quieras saber todo sobre todos, pues por más que nos esforcemos jamás sabremos más que una parte mínima, ¡y eso es mucho mejor! El olvido es un don y el desconocimiento sirve, muchas veces, para que podamos ser felices.

La voluntad de poder es algo común a casi todos nosotros, pero son pocos los que la ven como una fuente potencial de desgracia para los otros y para sí mismos. Una prueba cierta de la personalidad de alguien es darle poder y observar lo que hace con él. Así tiene sentido que nos sintamos impotentes frente a muchas cosas, pero, por lo menos, nos libramos de la responsabilidad que existiría si pudiésemos hacer lo mejor y no lo hiciéramos.

¡No quieras tener muchas cosas materiales, ni inmateriales. El despojamiento nos permite volar, porque somos más livianos!

Te revolviste contra tu naturaleza humana, por su fragilidad y por todas las limitaciones. Todos nos cansamos, y todos tenemos que morir. ¡Es una ley inmutable! ¿Quieres perder tu tiempo y gastar las fuerzas en luchar contra algo que no cambiará? ¡Tal vez importe más que busques una forma de aceptar estas condiciones, al mismo tiempo que te dedicas a descubrir todas las cosas buenas de estar vivo y de ser humano!

Hay quien sueña con recorrer el mundo entero. ¿Es que quiere huir de algo? ¿O busca algo que le falta? Viajar es bueno, pero la verdad es que cada vez hay menos gente capaz de estar donde está. De admirarse con las pequeñas y grandes bellezas que existen siempre en cada sitio, por más extraño y vacío que parezca. A veces, son maravillas interiores que despiertan.

¡Sabes, tu interior es un mundo, un verdadero universo. Arriésgate a descubrirlo. Aventúrate. Descubrirás mares, montañas, desiertos y oasis! No huyas ni creas que la paz está en algún sitio esperándote…

No quieras ser Dios.

No quieras ser sino tú. No seas egoísta, tú no eres para ti. Encuéntrate y se delicada contigo misma. Pero no quieras estar sola. Sin amor no hay felicidad. Ni paz.

No vivas amargada, rebelada u obcecada. Eso es un infierno.

Si te esfuerzas en ser algo mejor de lo que has sido el día anterior, no solo vivirás muchas y nuevas alegrías… llegarás al cielo.

Confío en ti. Rezo por ti.



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