sábado, 7 de diciembre de 2019

Amar es entregarse, entero.



 José Luís Nunes Martins



El amor supone un vaciamiento de nosotros mismos, con el fin de dar espacio al otro.  

Amar exige que seamos honestos y pacientes, que estemos presentes de lleno y que esperemos, sin prisa y en silencio, por el otro, que, tantas veces, acaba por llegar solo cuando está menos bien. Sólo así seremos el refugio que importa a quien amamos, el lugar donde esa persona puede ser quien es y donde encuentra el ambiente necesario para ser mejor.

El mundo anda cada vez más distraído y desenfocado, pero la atención del amor pasa por una atención firme, capaz de detectar las pequeñas señales que revelan los cambios y las necesidades más íntimas.

Un día de nuestra vida está siempre lleno de llamadas de todo tipo. Somos llamados a responder a varias peticiones de atención. Ahora bien, dar nuestro tiempo es una forma de darnos, pero la mayor parte de las veces damos un poco de nosotros y seguimos a otra llamada, con la extraña expectativa de que conseguiremos llegar a todas.

Vivir y amar supone que sepamos decir no. Es imposible que estemos enteros, al mismo tiempo, en más de un lugar.

Nuestras elecciones del día a día, más que ser entre el bien y el mal, es entre bienes diferentes, o sea, tenemos que escoger un bien en detrimento de otros bienes. Claro que hay quien intenta conjugar más de uno, pero el resultado nunca puede ser bueno, en la medida en que el amor  y la vida nos exigen enteros y no solo una parte de nosotros.

Es necesario ordenar nuestras prioridades y acceder a  las más importantes. No tener prioridades es lo suficiente para tener una vida caótica y, a pesar de tanto esfuerzo, poco productiva.

Pero amar no es prestar solo atención, es darse. Entregar el corazón entero y puro, tal como él es, a pesar de todo por lo que haya pasado.

Por amor soy menos yo y en mí. ¡Y eso es tan bueno!



https://agencia.ecclesia.pt/por…/amar-e-entregar-se-inteiro/

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