sábado, 31 de octubre de 2020

Los vacíos del corazón

 José Luís Nunes Martins


Solo cuando nos vaciamos de nosotros mismos es cuando abrimos espacio para que los tesoros que nos esperan puedan entrar. Como si nuestro interior estuviese ocupado y secuestrado por un conjunto de cosas sin valor que lo llenan e imposibilitan para vivir de forma plena.

Es cierto que nuestra vida está compuesta de momentos de inspiración y de expiración, ahora más vacíos, ahora más llenos. Pero siempre será mejor que, antes de que nos llenemos de lo que es bueno, nos purifiquemos de todo lo malo que -como higiene - pueda temer quedar en nosotros.

Hay vacíos que duelen porque en ellos reinan y excavan las tinieblas, al contrario de otros en que la luz transforma el espacio interior en alegría. El dolor y el amor no pesan, pero pueden ocupar todo el espacio de nuestra intimidad.

El deseo, cuando al respecto de algo vano, nos debilita, porque abre agujeros innecesarios que hieren nuestra integridad. Esto, al contrario de las aspiraciones más nobles, que buscan revestirnos de algo que promueva lo que (ya) somos.

La fe implica confiar en lo que no se ve, convencido de la certeza de lo que se espera.

Cuando vivimos en la búsqueda del bien, la duda y las tentaciones provocan, a través de algunos miedos, una inestabilidad que nos perturba, pero hace frente a lo que debemos hacer. ¡Tal vez nos pueda animar la simple verdad de que nel mal solo seduce a quien está fuera de él, o sea, solo es tentado quien está en el camino acertado!

No hay mayor pasión que la fe, porque ella es la certeza de que no estamos solos.

 


http://agencia.ecclesia.pt/portal/os-vazios-do-coracao/

sábado, 24 de octubre de 2020

Para ser feliz, perdona y acepta el perdón

 

José Luís Nunes Martins



 Nadie consigue vivir en paz si nos fura capaz de perdonar y aceptar el perdón.

 El que niega el perdón, no perdona, o no acepta el perdón, mata cualquier posibilidad de ser feliz. La felicidad es una plenitud que admite todas las fragilidades y flaquezas, pero no la falta de amor. Sin amor, nadie es feliz.

 ¿Cuántas relaciones se tornan desgracias, porque alguien se niega a perdonar, o a aceptar el perdón del otro?

 El rencor crea y alimenta una masa maligna en el interior del corazón, que crece lentamente y cada vez influye más en la forma como vivimos nuestros días. La decisión de no perdonar lleva al resentimiento, al deseo den venganza, y, por fin, a una forma de desesperación que abrirá las puertas del alma a las tinieblas.

 El perdón es una fuerza que da vida. Une y reconcilia. Quien perdona se libra del rencor, el que es perdonado se libra de la culpa.

 Sólo hay paz cuando nos libramos del peso del pasado.

 Quien ama, perdona. Porque el amor está, sobre todo, hasta de la razón.

 Es preciso ser fuerte para perdonar. Los cobardes no perdonan.

 Quien perdona cree y confía en el otro. Perdónate también a ti mismo, pero acepta con humildad esa certeza de que serás mejor.

 Procura comprender que todos somos frágiles y fallamos muchas veces, a veces de forma trágica.

 Perdona y olvida. El sol nacerá dentro de ti y de quien es perdonado.

 Quien decide no condenar a los otros, ni siquiera los juzga, vive en paz. Con los otros y consigo mismo.

 


https://agencia.ecclesia.pt/portal/para-seres-feliz-perdoa-e-aceita-o-perdao/?fbclid=IwAR3bxgHjJN80pQiaT8JeaOKTZAY5EVAfSfjJx0RhI-73_RBRuFOZGKraDJI

lunes, 19 de octubre de 2020

´´El Fuego de María´´, P. Ignacio María Doñoro de los Ríos

 

Acabo de leer este libro, al poco tiempo de haber conocido la existencia del Hogar Nazaret y su creador, el P. Ignacio María Doñoro, y la primera impresión fue ´de donde saca tiempo´, parece un mensajero de Dios sin descanso, como un ángel de guardia permanente para acudir ante  cualquier necesidad, en cualquier parte, a cualquier hora, en cualquier circunstancia.

Corre para explicar los acontecimientos de su vida, de modo que a veces te quedas con las ganas de conocer más detalles de situaciones o pasos que va dando en su vida. Pero luego llego a la conclusión de que él, voluntariamente los oculta, de manera espontánea, sin el menor remordimiento, para hacernos ver cómo quien dirige su vida es Dios, y ayudado por María.

Cualquiera estaría deseando, yo por lo menos lo estaba, llegar al momento de la fundación del Hogar Nazaret, y aquí, la verdad, uno casi no entiende cómo pudo llegar a ser una realidad. A mi me encantaba la frase que se lee en su página web: Hogar Nazaret es una familia sobrenatural, nacida del sueño de Dios que demanda hombres y mujeres nuevos… una obra de misericordia de la Iglesia que intenta restituir a los niño más pobres de entre los pobres los derechos que les han sido vulnerados: el derecho a la identidad, el derecho a la salud, el derecho a la familia, el derecho a sentirse especiales y el derecho a ser amados, entre otros… Por eso pensé que habría sido más fácil fundar esta familia extraordinaria.

La tercera parte del libro es una maravilla, aquí se palpa la realidad, se aprecian los resultados milagrosos de la tarea tan noble y digna que el P. Ignacio desarrolla,  niños que soportan una existencia horrible, despreciados y abandonados, cuando llegan al Hogar, gracias a la acogida recibida, cobran conciencia de su   dignidad de personas humanas, de ser hijos amados por Dios, a través del padre primero y luego por sí mismos.

No solo es recomendable la lectura del libro, ya  que además de disfrutar conociendo este proyecto maravilloso, a personas capaces de llegar a los confines del mundo para socorrer a los más pobres de los pobres, a los niños que sufren la marginación más descarnada y vejatoria, contribuyes a una gran labor, a proporcionar a esos niños cuantos medios necesiten para su cuidado. El resto ya lo hace el P. Ignacio y su método maravilloso, eficaz y esperanzador.

El libro se puede conseguir en

 https://l.facebook.com/l.php?u=https%3A%2F%2Fbit.ly%2Fel-fuego-de-maria%3Ffbclid%3DIwAR3dEIW2lTZtxjnbMdzTVth4GRUSoheQtcugvlo5qRdq9VcSgi76KlDcbGQ&h=AT3_5O-GliiTHPGR63XbGWI3OCP-7uI8fOSG6rbJswe6UFxT4_ueHXtClGoQlZD9D3b8XUjPClqGyaahOc82NIK5bdXXW69ti_n_qg-r0_JjqUH5FKZ6B-tziLpua_eaF3FG&__tn__=-UK-R&c[0]=AT3j4t0T-9FXR7zYQDjCJtXrYqbfw8llYygO2SKI3h3ykLfh6wGp5H3uVPKpPLSyo0V6P260-dP_MNzfGLogrvTKY5m_sktadUWq98qlOyyzQe33qGtXMMcDE6cZWnHk2AtaFNfIyXQNmiR1eMJKYHQ

sábado, 17 de octubre de 2020

¿No tienes tiempo para vivir?

 José Luís Nunes Martins


  

El mundo exige prisa y nosotros, sin pensar ni sentir, corremos tras urgencias que no son nuestras, sino de quien hace de nosotros unos esclavos. Mártires del éxito ajeno.

 La velocidad es tanta que son pocas las veces que no nos damos cuenta de los errores que cometemos, tampoco de los accidentes que nuestra prisa causa en otros. Nuestras disculpas son siempre las mismas: no hubo maldad y andamos ahogados con la exigencia de cosas por hacer.

 Sacamos conclusiones inmediatas respecto de cualquier persona, acontecimiento u objeto. Como si, con una simple mirada, fuésemos capaces de juzgar todo y a todos.

 Vivimos ansiosos para que todo se cumpla. Cuando alguien se demora un poco más en realizar algo de lo que dependemos, sentimos que todo comienza a desmoronarse en una especie de efecto dominó. Y presionamos como si todo el mundo estuviera a la espera. En verdad, casi nadie quiere saber. Y nosotros también deberíamos aprender a relativizar nuestras propias aflicciones.

 ¿Qué importan todas esas exigencias cuando aparece un verdadero problema?

 Tal vez los plazos con que nos flagelan cada día sean una forma de intentar asegurar un resultado por horas, ¿Pero no es mejor aquel del que somos capaces, que hubiese más tiempo?

 ¿Y yo, cuántas veces exijo lo que implica sacrificio, solo porque no se esperar?

 El sistema está corrompido y hoy se cree que el punto antes del agotamiento es el límite de la perfección.

 Es importante pararnos. Apartarnos de estas corrientes que nos arrastran. Sería bueno que fuéramos capaces de escapar de la prisión de la rutina cada semana, no para hacer nada nuevo, sino para algo mejor aún: estarnos un poco con nosotros mismos, en paz y sosiego, lejos de exigencias y plazos. Y permanecer allí sentirnos recargados y capaces de volver a las agendas de los otros.

 Más importante que las noticias es la reflexión. Más importante que nuestra sociedad es la familia, pero muchos parece que no tienen tiempo para dedicarse a lo que importa… muchos se arrepienten, algunos… demasiado tarde.

 La vida es tiempo. Tiempo libre. Las prisas de los otros no son vida.

 El que no es señor de su tiempo, no sabe vivir y… morirá sin haber vivido.


 https://agencia.ecclesia.pt/portal/nao-tens-tempo-para-viver/?fbclid=IwAR33wPFbNAz0h8ql2JisTSx0JLdAqo9c1Idr7hk2pxjkEep5-V9jxosgC-8

sábado, 3 de octubre de 2020

Los amigos no se van cuando llega la desgracia

 José Luís Nunes Martins


  Un amigo nos ayuda a descubrir lo que tenemos de bueno en nosotros y a ponerlo en acción, aun cuando no creamos que no podemos aguantar más, un amigo nos revela donde podemos encontrar las fuerzas para hacer frente a lo que nos quiere derrotar.

 Hay quien cree que tiene muchos amigos, pero, en verdad, son pocos los que tienen dos o tres. ¿Cuántas personas tienes que celebran tus victorias como si fuesen suyas? ¿Cuántos permanecen contigo cuando todo va mal por tu culpa?

 Cada amigo es único, porque su mirada ve e ilumina partes diferentes de lo que somos. Ayúdanos a ser quien podemos ser. Un amigo es alguien que entrelaza su vida con la nuestra.

 Una gran parte de los que se dicen amigos se apartan así que las cosas comienzan a ir mal. Ninguna lágrima nuestra le caerá en sus hombros. Algunos de los otros aún quedan para ese momento, pero se irán poco después, en cuanto perciben que el pozo es hondo y que la tempestad va a ser larga.

 Sería mejor que no fingiéramos amistad, para no tener que revelar a las personas que nos creen próximos y amigos que, al final, no lo somos, o porque no queremos o porque no lo conseguimos

 Un amigo es el contraveneno de la soledad.

 El amor exige que entreguemos nuestro tiempo y ser a quien lo necesita, a pesar de que nos pueda parecer que no nos merece.

 ¿Cuántas personas es capaz de perdonar desde el fondo del corazón y olvidar?

 ¿Cuántas personas pones delante de ti en la fila de la felicidad?

 Un amigo ama.

 


https://agencia.ecclesia.pt/portal/os-amigos-nao-partem-quando-a-desgraca-chega/?fbclid=IwAR1J6yLFwXDh_4jCfTytcR7LeGuNNuNMNqXkuovOJncYrA6kKuWtFBjgvlo