¿El tiempo pasa y tu no lo percibes?

 José Luís Nunes Martins

El tiempo no es paciente ni impaciente. No se acelera ni retrasa. No es rápido ni lento. El tiempo tiene su ritmo. Un paso seguro. Que no muda en función de nuestras disposiciones y voluntad.

Es extraña a forma como a veces nos relacionamos con este perpetuo viaje a través de los días. Esperamos con una sonrisa los días más bellos del año, cuando llegan comenzamos a estar tristes porque pasarán pronto.

Las mismas ocho horas que he dormido hoy habrá sido el día de trabajo de otra persona. El tiempo no se aceleró para mí ni se atrasó para ella.

¿Pero por qué parece agotarse tan rápidamente en algunas situaciones y demorarse en otras tantas? Tal vez porque en los malos momentos el buceo interior, la caída hasta lo más hondo de lo que soy, tarda a penas un instante de reloj, pero para mí el viaje es mucho más lejos de donde yo suelo vivir y sentir. Dos minutos de sufrimiento bastan para poner en tela de juicio mi vida. Son poco tiempo, pero se siente mucho.

A veces, vale más ser paciente que valiente, porque hay momentos en que el gesto e heroísmo es de resistencia a la voluntad íntima de desistir.

¿Y qué hacer con respecto a la velocidad con que pasan los buenos momentos?Basta que los agradezcamos en la mitad de las veces que nos quejamos si fueron malos, para que los vivamos con doble intensidad. 

No andes vagueando en el tiempo. Encuentra un rumbo, haz tu camino y sigue por él, sin querer nunca sino lo que te es posible cada día. La existencia no es un pasatiempo.

No dejes pasar el tiempo sin hacer alguna cosa con él.

Sigue adelante con una sonrisa, de agradecimiento por los buenos y los malos momentos. Por haber pasado por los buenos y por los malos en el pasado. Pero concéntrate siempre en lo que está a tu alcance, muchos también se pierden intentando mirar para lo que aún no es para mañana.

Tu vida forma parte de la eternidad. La felicidad es una forma de acceder a la plenitud, donde todo cabe en un instante.

El tiempo pasa y tu no lo percibes, no estás valorando lo que más importa: tu vida.