Mis fracasos son un tesoro

 José Luís Nunes Martins

 El mundo y la felicidad se conquistan poco a poco, a través de muchos errores y derrotas. La vida es un camino bastante solitario y escurridizo, en el cual se ca muchas veces.  Tenemos que ir vagando, cayendo y, sin desanimarse, sin desistir.

Yerra quien lucha, quien lo intenta, quien busca siempre más. Yerra quien no hace nada, el que no asume sus errores, quien echa la culpa a otros, quien intenta justificarse…

Todos erramos, por lo que es una estupidez que alguien crea que es el único en cometer un determinado error. Y cuando no fuera posible prevenir, vale siempre más poner remedio que cualquier otra cosa.

Las intenciones no suelen estar equivocadas, son los medios que escogemos para concretarlas los que son desastrosos muchas veces. Pero evolucionamos cada vez que corregimos y superamos un pormenor de un fracaso.

No condenes los errores de otros, aprende con ellos.

No tropieces siete veces en la misma piedra, apártala del camino o da un rodeo antes de cruzarte con ella. Es claro que es casi imposible no cometer varias veces el mismo error, pero también es poco inteligente andar siempre huyendo, como descubriendo nuevos errores que cometer.

La verdad está dentro de los errores. Es importante pensar en ellos. Tratar de comprender la raíz del fracaso y, con humildad, comprometerse en un propósito, pequeño y posible, a fin de que, la próxima vez, estemos más cerca de la verdad.

Nunca pagues con tu salud el éxito en cualquier campo. Ese es un error tremendo.

Nunca te marques metas demasiado bajas o cercanas. No serás feliz, incluso aunque las consigas alcanzar sin cometer errores.

Que yo aprenda conmigo y con los otros, para que pueda alcanzar lo que en este momento me es imposible.