José Luís Nunes Martins
A veces contamos nuestras historias, en sus versiones más detalladas y
largas, los peligros que pasmos y las adversidades que superamos, pero quien
nos oye casi nunca está muy interesado, o, al menos, no lo está tanto en escucharnos
como nosotros en contárselas
La verdad es que no podemos exigir que los otros quieran saber de nosotros,
que se animen con nuestros éxitos tanto como nosotros, o, que se angustien
tanto como nosotros por tristezas de nuestra vida. Siempre tendremos nosotros
más necesidad de contar que ellos de escuchar.
Son pocos los que forman parte de mi vida. Mi vida se cruza con la de
millares de personas, pero ¿cuántas quieren saber de mí? Tal vez tres, o tal
vez un poco más… siete, al máximo.
El que quiere saber de nosotros, en verdad, no quiere saber detalles de mis
historias. Cuida solo de saber si estamos bien, para que pueda quedarse
tranquilo.
¿Cuántos son los que se alegran con mi alegría? ¿Para cuántos mi tristeza
es razón suficiente para que consigan sonreír verdaderamente?
Puedo escuchar y saber la vida de millares de personas, pero solo unas
pocas son verdaderamente importantes para mí. Tal vez tres, o tal vez un poco
más … siete como máximo.
Es muy importante que yo tenga valor de decirles que mi corazón también es
de ellas, late por ellas y para ellas.
¿Y tú? ¿Tienes más de siete personas en tu corazón?
¿Y esas personas te tienen en el suyo?
¿No será que no estás en el corazón de alguien que no está en el tuyo?
https://agencia.ecclesia.pt/.../quem-quer-mesm-saber-de-ti/
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