José Luís Nunes Martins
Es necesario que estemos locos para llegar a ser felices.
Sobrepasar todas las razones hasta el punto de confiarnos a la fe, y saltar
adelante. ¡El mal está tan enraizado en este mundo que es preciso estar loco
para ser bueno!
No se debe confiar en las personas sin alguna locura. Pueden
ser muy organizadas, pero no son humanas. Pueden ser seguras de sí mismas, pero
no tener la belleza de lo original. Pueden ser muchas cosas, pero desconocen lo
que es el genio.
Es preciso tener coraje para asumir una vida en
desacuerdo con lo que otros tienen por bueno. Es necesario el coraje para decir
al espejo que queremos ser así, que nuestro sueño es ser quien somos.
Diferentes. Únicos y auténticos.
La educación parece pasar por enseñar a los niños a
reprimir su creatividad. Viven en el presente, en lo más profundo del presente.
Están locos por vivir y viven como ninguno de nosotros somos capaces de vivir. Están
contentos y tristes a continuación, pero son felices porque explotan hasta el
final la vida que hay en cada día. Nos dan envidia hasta el punto de no ser
capaces de ver en ellos la vida, de forma mucho más pura y abundante, a querer vivir.
La locura de una pasión es más valiosa que cualquier
sosiego que nazca de la indiferencia o de la cobardía. Serán muchos los errores
y las tonterías que se hacen, pero lo que se busca vale mucho más que cualquiera
de esos accidentes.
¡Son precisos muchos instantes de locura para componer
una vida digna! Al final, sin locura no se crea nada grande, firme, bello.
Es necesaria mucha locura para soñar y construir nuestros
caminos hacia el cielo, es preciso que renunciemos a los miedos y que no
perdamos el entusiasmo con los fracasos que se suceden, muchas veces parece que
sin fin.
Hay algo que debemos decir y repetirnos a nosotros
mismos: “¡Mi vida no es de este mundo!”
https://agencia.ecclesia.pt/.../sem-loucura-nao-ha-salvacao/