José Luís Nunes Martins
Debemos procurar la felicidad en cada momento, no solo en
los que parecen más propicios. En los otoños e inviernos de nuestra vida hay
mucho más que hacer que sencillamente esperar un tiempo que llamamos bueno.
Tiempo bueno es el que no desperdiciamos.
En todo hay una belleza única que espera ser encontrada.
Muchas veces, cuanto más difícil es de descubrir, mayor es la alegría que
recibimos.
El sentido de la vida no es quedarse a la espera. Es
mantener viva la esperanza, como un fuego que no se puede extinguir. Cuidando
en cada momento de lo que la puede alimentar.
La vida es un camino largo, lleno de éxitos y fracasos.
Vivir es seguir adelante, sin detenernos nunca un instante, sin perder el
entusiasmo y sin dejar de sonreír como forma de abrazar cada presente que nos
llega cada día.
Cada uno de nosotros puede escoger una parte de cómo se
siente. Hay quien parece preferir se infeliz, al final da menos trabajo, es más
confortable y la conciencia se queda tranquila, porque su egoísmo asume que
fueron los otros y el mundo quien ha fallado…
La felicidad no es un premio de cualquier competición. Es la
recompensa de quien encontró su forma de viajar entre el pasado y el mañana. No
quedándose en lo que pasó, no ansiando por lo que vivir, ni apegado al ahora.
Aunque el mundo acabe mañana, la felicidad planta un árbol
hoy.
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