José Luís Nunes Martins
La venganza siempre incluye un juicio que casi nunca es acertado. ¿Cuántos de nosotros somos capaces de colocarnos en lugar del otro? ¿Es que hay alguien capaz de comprenderme en profundidad, cuando ni yo mismo lo consigo?
Juzgar a otro es fácil y no aporta nada bueno, a no ser para convencernos de que somos justos y bondadosos, lo que, si somos jueces de otros, es mentira!
No te arriesgues a una venganza. Has de ser responsable ante una injusticia. Es muy difícil de aceptar, pero siempre será mejor sufrir un mal que ser el autor.
La venganza es un acto de tal forma salvaje que nunca compensa de hecho el mal que se pretende remediar. Jamás consuela y, al final, acaba por perderse aun más. A veces incluso se pierde gran parte de la dignidad.
Todos sentimos injusticias, pero no todos tenemos que ser autores de ellas, o por lo menos, somos capaces de evitar muchas de ellas.
Un alma que quiere ser fuerte busca soportarlo todo, hasta la crueldad. Los héroes son justos y no hay venganzas justas. Un gran alma deja la maldad con los malos y eso ya es, a su tiempo, un gran castigo.
Construye el futuro. Estás aquí para hacer que las cosas buenas enganche lugar.
Concéntrate en el mañana y usa tu presente para buscar los sueños que deseas realizar. Evita centrarte en las pesadillas, m pues se vuelven tanto mayores cuanta más atención tuya reciban. No las matarás, y acabarás por entregarles, sin necesidad, tu preciosa paz.
Procura comprender a los otros, también a aquellos que no consiguen comprenderse a sí mismos.
¡Perdona y olvida!
Nunca nadie se arrepintió de perdonar a alguien, tan grande es la paz que se desprende de esa forma de amar.
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