sábado, 23 de julio de 2016

La princesa y los muros


JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS


- Buenos días, Forças...

-Hola, princesa, ¿qué vamos a hacer hoy?

- Hoy volvemos al muro de ayer. Tenemos que derribarlo.

- Hola... Serás tú siempre quien  decide, ¿pero... por qué razón me gastas en estas pequeñas cosas? No sería mejor que buscáramos una forma de rodear a ese adversario, ya que él sólo es enemigo porque tú lo consideras como tal... al final, solo no cedió a tu voluntad... y sabes, él es un muro, no tiene voluntad siquiera. Te gustan demasiado los muros...

-Sí. Pero yo necesito demostrarme a mí misma que soy capaz de cumplir lo que imagino y de acabar lo que  he comenzado.

- Princesa, nuestro valor depende de la capacidad de ser fieles a nosotros mismos, de ser constantes en los buenos y en los malos momentos.

- Eso mismo. Yo no quiero ser como aquellas personas que están siempre dispuestas a entrar en contradicción. Prefieren agradar a los otros en vez de respetar la verdad. Nos atraen para engañarnos.

-Claro, pero no todas las firmezas son buenas. La excelencia de alguien depende mucho de ir adaptándose a las circunstancias. Siempre con humildad, sin querer nunca ser más fuerte que el mundo. ¡La obstinación es una especie de maldición para quien la tiene!

- ¿Qué quieres decir? ¿Quién cambia de ideas es mejor que quien mantiene siempre las mismas?

- Lo que creo s que tu nobleza dependerá siempre del valor de las ideas que escoges, mucho más que de tu determinación. Si es fiel a algo insignificante, te vuelves insignificante. Al contrario, si no desistes de algo valioso, entonces serás noble, porque estás siendo fiel a algo noble.

- Yo quiero luchar, con todo, en defensa de lo que creo.

- ¡Oh mi querida princesa, ¿cómo prefieres gastar tus fuerzas y la mías? Son muchas, pero no son infinitas!

- Quiero que luches conmigo por aquello que creo.
¿Pero... quieres ir lejos... guardando, cada día, fuerzas que gastaríamos en luchas sin sentido? ¿O... prefieres que luchemos contra todo lo que se nos oponga, sin querer pararnos a buscar otros caminos?

- No entiendo...

- ¿Prefieres malgastar las fuerzas contra todo lo que se nos oponga o invertirlas en aquello que vale la pena?

- ¡Prefiero intentar llegar lejos... incluso porque no me gusta estar siempre en el mismo sitio!

-  Nosotros evolucionamos, pero solo mientras tuviéramos paciencia para aprender. Mantén tu inteligencia atenta y tu corazón abierto.

-¿Cómo hago eso?

-Cuando algo se te resista o se opusiera a tus planes, no cedas a la voluntad de someterlo y pasarle por encima. No cierres los puños y los dientes, cerrando los ojos y los oídos...

-Pero...

- Aquí no hay más, tu razón encontrará siempre el camino mejor para tus fuerzas. Aunque, a veces, se demore mucho...

-No sé qué decir, Forças...

- ¡Poco importa, princesa! ¿Dónde quieres ir? ¿Hacia el muro de ayer?

- ¡No, vamos a dar la vuelta al muro y a ir más lejos! ¡Mucho más lejos... hacia el horizonte! ¡¡¡Vamos a dar la vuelta al mundo!!!

  (ilustração de Carlos Ribeiro)


http://rr.sapo.pt/artigo/59674/a_princesa_e_os_muros

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