JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS
- Buenos días, Forças...
-Hola, princesa, ¿qué vamos
a hacer hoy?
- Hoy volvemos al muro de ayer.
Tenemos que derribarlo.
- Hola... Serás tú siempre quien
decide, ¿pero... por qué razón me gastas
en estas pequeñas cosas? No sería mejor que buscáramos una forma de rodear a
ese adversario, ya que él sólo es enemigo porque tú lo consideras como tal...
al final, solo no cedió a tu voluntad... y sabes, él es un muro, no tiene
voluntad siquiera. Te gustan demasiado los muros...
-Sí. Pero yo necesito demostrarme
a mí misma que soy capaz de cumplir lo que imagino y de acabar lo que he comenzado.
- Princesa, nuestro valor
depende de la capacidad de ser fieles a nosotros mismos, de ser constantes en
los buenos y en los malos momentos.
- Eso mismo. Yo no quiero
ser como aquellas personas que están siempre dispuestas a entrar en
contradicción. Prefieren agradar a los otros en vez de respetar la verdad. Nos
atraen para engañarnos.
-Claro, pero no todas las
firmezas son buenas. La excelencia de alguien depende mucho de ir adaptándose a
las circunstancias. Siempre con humildad, sin querer nunca ser más fuerte que
el mundo. ¡La obstinación es una especie de maldición para quien la tiene!
- ¿Qué quieres decir? ¿Quién
cambia de ideas es mejor que quien mantiene siempre las mismas?
- Lo que creo s que tu
nobleza dependerá siempre del valor de las ideas que escoges, mucho más que de
tu determinación. Si es fiel a algo insignificante, te vuelves insignificante.
Al contrario, si no desistes de algo valioso, entonces serás noble, porque
estás siendo fiel a algo noble.
- Yo quiero luchar, con
todo, en defensa de lo que creo.
- ¡Oh mi querida princesa,
¿cómo prefieres gastar tus fuerzas y la mías? Son muchas, pero no son
infinitas!
- Quiero que luches conmigo
por aquello que creo.
¿Pero... quieres ir lejos...
guardando, cada día, fuerzas que gastaríamos en luchas sin sentido? ¿O... prefieres
que luchemos contra todo lo que se nos oponga, sin querer pararnos a buscar otros
caminos?
- No entiendo...
- ¿Prefieres malgastar las
fuerzas contra todo lo que se nos oponga o invertirlas en aquello que vale la
pena?
- ¡Prefiero intentar llegar
lejos... incluso porque no me gusta estar siempre en el mismo sitio!
- Nosotros evolucionamos, pero solo mientras
tuviéramos paciencia para aprender. Mantén tu inteligencia atenta y tu corazón
abierto.
-¿Cómo hago eso?
-Cuando algo se te resista o
se opusiera a tus planes, no cedas a la voluntad de someterlo y pasarle por
encima. No cierres los puños y los dientes, cerrando los ojos y los oídos...
-Pero...
- Aquí no hay más, tu razón
encontrará siempre el camino mejor para tus fuerzas. Aunque, a veces, se demore
mucho...
-No sé qué decir, Forças...
- ¡Poco importa, princesa! ¿Dónde
quieres ir? ¿Hacia el muro de ayer?
- ¡No, vamos a dar la vuelta
al muro y a ir más lejos! ¡Mucho más lejos... hacia el horizonte! ¡¡¡Vamos a dar
la vuelta al mundo!!!
(ilustração de Carlos
Ribeiro)
http://rr.sapo.pt/artigo/59674/a_princesa_e_os_muros
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