sábado, 27 de mayo de 2017

No se debe ceder a un chantaje. Nunca.


OPINIÓN  DE  JOSÉ  LUÍS  NUNES  MARTINS

Los terroristas pueden y deben ser combatidos, sea atacando sus raíces sea controlando las condiciones que les son favorables.

La amenaza intenta dominar al otro a través del miedo. En el fondo, quien se somete cree que, de esa forma, tendrá paz. Pero, no es así. Nunca es así. Ceder a un chantaje es crear un precedente enorme, es abrir una puerta que nunca más se conseguirá cerrar.

Después de un chantaje siempre viene otro. Y desde el momento en que entregamos aquello que nos quieren quitar, estamos ante ellos, y ante nosotros mismos, aceptando ese mismo cambio como si fuese una regla del juego de la convivencia.

Ceder ante quien quiere obtener algo de nosotros bajo amenaza es suscribir un compromiso de rendición. Es tornar lo imposible posible y aceptar que, al final, el miedo es más fuerte que nuestros valores y principios.

El terrorismo persigue alcanzar nuestra paz, intentando crear una inseguridad que nos impide vivir bien y de forma confiada.

Es importante dar noticia de su existencia y sobre las cosas que hace, pero nada más que eso.
A los chantajistas se les combate con la firmeza de las convicciones de quien ve en ellos una debilidad disfrazada de fuerza, que importa no alimentar.

Una de las mayores armas contra el terrorismo es ignorarlo. No escucharlo. No hacerle eco. No darle lo que nos quiere extorsionar. No someternos ni al poder de su fuerza ni a su voluntad de poder.


(ilustração de Carlos Ribeiro)

http://rr.sapo.pt/artigo/84682/nao_se_deve_ceder_a_uma_chantagem_nunca

sábado, 20 de mayo de 2017

“¡Tenemos Madre!”



Es natural que los padres se alegren con los éxitos de sus hijos, pero no es corriente que asuman sus culpas cuando sufren la tristeza de que un hijo los hiera con la indignidad de un comportamiento criminal.

No escuché sin emoción, el día 13 de mayo, en el recinto del santuario de Fátima, como muchos otros millares de fieles, las palabras del Papa Francisco: “¡Queridos peregrinos, tenemos Madre, tenemos Madre! Agarrados a ella como hijos, vivamos de la esperanza que se asienta en Jesús (...). Sea esta esperanza la alabanza de la vida de todos nosotros! Una esperanza que nos sustenta siempre, hasta el último suspiro!”

De lo que es ser madre habla un desconocido episodio que, después de reveladas las tres partes del secreto de Fátima –la visión del infierno, la conversión de Rusia después de su consagración al Inmaculado Corazón de María y el atentado mortal contra ‘el obispo vestido de blanco’- bien pudiera ser considerado como un nuevo secreto de Fátima. No es que yo haya sido vidente de ninguna aparición o visión sobrenatural, pero fui confidente de un hecho que está relacionado con la primera venida de San Juan Pablo II a Cova da Iria y que no me consta que ya haya sido revelado.

Corría el año 1982 y, y en acción de gracias por haber sobrevivido al atentado que sufriera el día 13 de mayo de 1981, en plena plaza de San Pedro, en Roma, San Juan pablo II vino a Fátima, en la misma fecha del año siguiente, para agradecer la protección que, en ese día, aniversario de la primera aparición mariana en Cova da iria, Nuestra Señora le dispensara, salvándole la vida. Pero, ya en Fátima, acontecería un lamentable incidente: un ciudadano español, Juan Fernández Krohn, envuelto en la sotana, se aproximó al Santo padre con un arma blanca. Gracias a la pronta intervención de las fuerzas de seguridad, el atentado no tuvo resultado y su autor fue rápidamente inmovilizado y retirado del local.

Juan Fernández Krohn nació en 1948 y frecuentó el Seminario de Ecône, en Suiza, donde fue ordenado presbítero por el arzobispo francés Marcel Lefebre, pero rápidamente se desvinculó de esa organización tradicionalista.  Por el hecho de haber atentado contra el romano pontífice, quedó automáticamente excomulgado, o sea fuera de la Iglesia católica, de la cual ya eventualmente se excluiría al adherirse al movimiento integrista del obispo cismático francés. Después de su atentado contra el Papa fue condenado, por un tribunal portugués, a seis años de prisión pero, cumplida a penas la mitad de la condena, fue liberado y expulsado del territorio nacional. Se estableció en Bélgica y, habiendo ya abandonado el ministerio sacerdotal, que prácticamente nunca ejerció, trabajó como periodista.

Poco más habría que añadir a este triste episodio de este tan triste personaje,si no hubiese sido un desarrollo ocurrido en uno de los días siguientes al de su fracasada tentativa de asesinar a San Juan Pablo II. El hecho me fue relatado entonces por una testigo ocular, ya fallecida, pero como no corro peligro de traicionar la confianza en mí depositada, ni de cometer ninguna deslealtad, nada obsta a que, treintaicinco años después, lo revele aquí.

Uno de los días siguientes al atentado frustrado contra San Juan pablo II, un matrimonio español  muy discreto llamó a la puerta de la Nunciatura Apostólica, en Lisboa, donde se alojó el Santo Padre durante su estancia en nuestro país. El semblante de ambos era grave, pesaroso y su actitud era tan reservada, que no se apercibió de ellos la comunicación social. Eran los desolados padres del frustrado asesino que, así que supieron por la prensa  del acto trastornado de su hijo, quisieron ir, personalmente, a pedir perdón al Papa. Nada los obligaba a hacerlo, porque el autor del atentado era mayor  y, por eso, sus progenitores no tenían ninguna responsabilidad en aquel acto criminal. La naturaleza infamante de la acción incluso hacía comprensible que, por el contrario, se hubiesen remitido a un comprensible silencio o incluso ocultases un parentesco que, en aquellas tan penosas circunstancias, era particularmente vergonzoso. Pero pudo, con todo, su enorme sentido de justicia y dignidad que, cuanto más los honra, tanto más acusa al hijo, cuya actuación desmerecía aquellos padres.

Es comprensible que los padres se alegren con los éxitos de los hijos, porque son suyos también. Pero no es tan corriente que asuman sus culpas, que den la cara cuando sufren la tristeza de un hijo que los hiere con la indignidad de un comportamiento criminal. Estos padres, no obstante su inmenso dolor por saber que su hijo había atentado contra el Santo Padre, no se escondieron en un cómodo anonimato, antes bien hicieron suya la culpa de él y tuvieron la valentía de pedir perdón por su hediondo crimen.

Así hace también la iglesia con sus hijos pecadores: no los echa fuera ni abandona en la hora de la deshonra porque, como buena madre que es, los acoge y perdona, si verdaderamente se arrepienten. Pero puede su amor a la verdad y su caridad,  que su autoestima o imagen pública.


Como decía el papa Francisco, en la conclusión de su homilía en la celebración eucarística de la canonización de Francisco Marto, la Iglesia “brilla cuando es misionera, acogedora, libre, fiel, pobre de medios y rica en amor”. En una palabra, cuando “el rostro joven y bello de la Iglesia”, se manifiesta no como poderosa organización, sino como madre.

viernes, 19 de mayo de 2017

En las victorias, recordar las derrotas


OPINIÓN DE JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS


¿Cuántos fracasos cuesta un éxito?

La victoria, cuando se alcanza con mérito y de forma justa, es siempre loable y admirable. Pero vencer y continuar siendo humilde es una recompensa aún mayor.

En tiempo de éxito, es importante que nos concentremos en los fracasos:

- Los que, por nuestro triunfo, fueron sobrepasados. Esos merecen nuestro respeto, más que nunca. Incluso porque algunos nos respetaron más de lo que alguna vez los respetaríamos, si hubiesen sido ellos los que alcanzasen la cima.

- Nosotros  mismos, cuando fallamos. Es importante reflexionar profundamente sobre lo que sentimos, como pensamos en esas ocasiones y reformular esas supuestas verdades, pues, muchas veces, son mentiras que nos contamos a nosotros mismos y en las que creemos.

- Aquellos que fallan repetidas veces sin perder el entusiasmo. No dejan de creer en sí, y solo fracasan porque se ponen metas muy altas, que no desisten de alcanzar. Y que, de forma verdadera, honesta y tenaz, rehúsan bajar los listones que se proponen superar. Esos, a pesar de las apariencias, serán siempre vencedores, quizá más que cualesquiera otros.

- Están aún los que pierden. Son derrotados desde el instante en que desisten de luchar, renunciando a sí mismos y a los combates que les son posibles... Pierden, porque se pierden.

Por otro lado, cuando fueran otros los vencedores en las luchas en las que también nosotros hemos participado, debemos respetarlos por haber demostrado más talento y fuerza, por haber tal vez creído más.

Por fin, es importante que no olvidemos jamás que la peor derrota es aquella que se considera definitiva, así como una victoria puede ser  la peor de las derrotas si no se fuera capaz de pensar y sentir solo como un momento pasajero de la historia.


Los humildes en las victorias son grandes hasta en las derrotas.


(ilustração de Carlos Ribeiro)

http://rr.sapo.pt/artigo/84069/nas_vitorias_lembrar_as_derrotas

miércoles, 17 de mayo de 2017

Neocomunismo cristiano




(La verdad es que este artículo me ha dejado impresionado, por más que diga cosas que están a la vista, y contra las que combato cuanto puedo y como puedo; precisamente en este humilde blog procuro reproducir cualquier artículo que caiga en mis manos y crea que puede aportar luz y claridad para entender cuanto nos está pasando. Los datos que la autora aporta son tan evidentes, son la pura verdad, y ya sabemos que sólo la verdad nos  hace libres y nos permite avanzar con mayor seguridad.)  

Neocomunismo cristiano: la extraña renuncia del papa Benedicto

Alicia Delibes

El 13 de junio de 2015 se constituyó el Pleno del Ayuntamiento de Madrid...La nota original la pusieron los de Ahora Podemos. La mayoría de ellos adoptó la fórmula "Sí, prometo, por imperativo legal" (quedaba así claro que su intención no era respetar por mucho tiempo el consenso constitucional de 1978). Pero, además, dos o tres quisieron distinguirse de los otros y añadieron a su promesa unas palabras latinas: omnia sunt communia... ("in extrema necessitate omnia sunt communia"), que traducida significa: "En tiempos de extrema necesidad, todo es del común, todo es de todos".

...fue también la proclama revolucionaria de los insurgentes de la llamada Guerra de los Campesinos alemanes que tuvo lugar en el Sacro Imperio Romano Germánico entre los años 1524 y 1525. ... Su líder, Thomas Müntzer, fue decapitado. Müntzer se convirtió en el mártir más venerado del comunismo cristiano.

... En la actualidad, Thomas Müntzer ha sido reivindicado como protomártir revolucionario por los cristianos de base de los movimientos antiglobalización, altermundista ("Otro mundo es posible"), del 15-M, y también por los creyentes que hay en Podemos. Existe un Círculo Podemos de Espiritualidad Progresista que defiende que activismo político de extrema izquierda y fe cristiana son perfectamente compatibles.

Pablo Iglesias... En su proyecto político de dividir la sociedad en dos bandos, nosotros y ellos, buenos y malos, es necesario que haya también católicos buenos que defienden a los excluidos y católicos malos de ideas neoliberales. Y para que haya dos Iglesias conviene que haya dos papas, uno humanista y de los pobres, Francisco, y otro ultraderechista, Benedicto.

Hugo Chávez se definía como cristiano, seguidor de Jesús de Nazaret, y en varias ocasiones reivindicó la Teología de la Liberación y la Doctrina Social de la Iglesia como los fundamentos básicos de su proyecto político. No es de extrañar, pues, que dentro de Podemos exista un grupo cristiano que se inspire en la Teología de la Liberación o en su rama argentina, la Teología del Pueblo.

Esta conexión entre Podemos, la Teología de la Liberación y la lejana revolución de Thomas Müntzer ha despertado mi interés por el pensamiento del cardenal Ratzinger y su relación con los teólogos de la liberación

 En 1997 se publicó Mi vidaRecuerdos 1927-1977, un libro de memorias escritas por el Papa emérito cuando solo era el cardenal Ratzinger.
... Joseph Ratzinger entró en el seminario a los 14 años, por la Pascua de 1939. Pocos meses después estallaba la II Guerra Mundial.

 (…) Mi padre veía con incorruptible claridad que la victoria de Hitler no sería una victoria de Alemania sino del Anticristo, y que era el comienzo de los tiempos apocalípticos para todos los creyentes. Y no solo para ellos.

...En abril de 1959 fue destinado a la Universidad de Bonn, donde entabló una buena relación con el entonces arzobispo de Colonia, el cardenal Frings. El 25 de enero de aquel año Juan XXIII había anunciado la celebración del Concilio Vaticano II. Cuando, finalmente, el 11 de octubre de 1962 dio comienzo el concilio, el cardenal Frings consiguió que Ratzinger fuera incluido entre sus teólogos.

... Ya en Roma, Ratzinger entró en contacto con los jesuitas franceses de la Nouvelle Théologie, Henri de Lubac y Jean Daniélou, conocidos por su espíritu reformista.

...Trabajando con él me di cuenta de que Rahner y yo, a pesar de estar de acuerdo en muchos puntos y en múltiples aspiraciones, vivíamos desde el punto de vista teológico en dos planetas diferentes.

El 3 de junio de 1963 muere Juan XXIII y Pablo VI es elegido nuevo papa. Ese mismo año Ratzinger entra como profesor en Universidad de Münster.
Mientras tanto, el Concilio proseguía en un ambiente que, según Ratzinger, comenzaba a enrarecerse:
...encontraba un estado de ánimo más agitado en la Iglesia y entre los teólogos. Crecía cada vez más la impresión de que en la Iglesia no había nada estable, que todo podía ser objeto de revisión.
...el sentimiento de "gozosa renovación" que reinaba por doquier en los primeros meses del Concilio se había tornado en una "profunda inquietud" por los cambios. El Concilio parecía un Parlamento en el que cada partido creía que "podía cambiar todo y revolucionar cada cosa a su manera".

Al finalizar el Concilio, Ratzinger aceptó un puesto de profesor de Teología en la Universidad de Tubinga. Allí se encontró con "un cuerpo docente de altísimo nivel aunque inclinado a la polémica". A partir del curso 1966-67 se produjo de forma repentina un "cambio de paradigma cultural", "el esquema existencialista [que hasta entonces inspiraba la teología eclesial] se derrumbó y fue sustituido por el marxista". Ratzinger era consciente de que esa politización hacia el "mesianismo marxista" destrozaría la teología al eliminar a Dios y sustituirlo "por la acción política del hombre".

El puesto de Dios es reemplazado por el Partido y, por tanto, el totalitarismo de un culto ateo que está dispuesto a sacrificar toda humanidad a su falso dios. He visto sin velos el rostro cruel de esta devoción atea, el terror psicológico, el desenfreno con que se llega a renunciar a cualquier reflexión moral, considerada como residuo burgués, allí donde la cuestión era el fin ideológico.

...El modo blasfemo con el que se ridiculizaba la cruz como masoquismo. La hipocresía con que se continuaban declarando creyentes (…) para no poner en riesgo los instrumentos para sus propios fines, todo eso no se podía minimizar ni reducir a una especie de polémica académica. He vivido todo esto en mi propia carne.

...En 1981, Juan Pablo II le hace prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y presidente de la pontificia Comisión Bíblica y de la Comisión Teológica Internacional. Por razón de su cargo fue el encargado de estudiar la compatibilidad de la Teología de la Liberación con la doctrina católica y de prohibir la docencia a Hans Küng, Leonardo Boff y otros teólogos disidentes.

El 19 de abril de 2005, Joseph Ratzinger fue elegido papa. Con el nombre de Benedicto XVI, ejerció el papado durante ocho años. El 11 de febrero de 2013 anunciaba su renuncia.
..No creo que sepamos nunca por qué se fue el papa Benedicto, pero no sería descabellado pensar que algo pudo influir el resurgimiento con fuerza de ese marxismo cristiano que con tanto esfuerzo intelectual combatió el cardenal Ratzinger.

https://www.clublibertaddigital.com/ideas/tribuna/2017-05-11/alicia-delibes-neocomunismo-cristiano-la-extrana-renuncia-del-papa-benedicto-82168/


sábado, 13 de mayo de 2017

Mucha comunicación, poca verdad


OPINIÓN DE JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS

La ilusión de que estamos a la distancia de dos toques con la punta del dedo puede hacernos creer que estamos próximos... No, no estamos.

Ya casi nadie se obliga a preparar con cuidado lo que va a decir. Un encuentro, un diálogo al teléfono o un mensaje escrito merecen cada vez menos atención a los detalles. El discernimiento y el acierto dependen mucho más de la cualidad que de la cantidad de las palabras.

Sentimos tanta necesidad de comunicar que acabamos por no preocuparnos de decir todo, de forma completa, cuidada y ponderada, tal como debía ser. Creemos, mal, que tenemos siempre más y más oportunidades.
Si hoy me olvido decir algo, creo que no tendré dificultad en decirlo después. Y nos olvidamos siempre de cosas... la mayor parte de las veces, de las más importantes.

Hablamos tanto, y de forma tan despreocupada, que nos minusvaloramos a nosotros mismos por no ser capaces de la verdad que los otros necesitan –y que nosotros merecemos.

Se comunica mucho, pero cada vez hay más confusión, equivocaciones y discordias. Las palabras sirven para no entendernos.

Personas diferentes hablan idiomas diferentes. Las mismas palabras tienen significados, pesos y valores diferentes, a veces incluso para una misma persona en tiempos y espacios distintos... incluso hay quien cambia de referencias de un momento a otro.

Con una comunicación tan voluminosa, flexible y constante, cada palabra pierde sentido frente al todo.

El silencio es hoy, más que nunca, un valor absoluto, por la paz de que es capaz. El silencio puede ser un arma que aísla y sofoca, pero también es sólo en el silencio como se dice la verdad y se puede ser feliz.

... y es al silencio a quien corresponde siempre la última palabra...


(ilustração de Carlos Ribeiro)


jueves, 11 de mayo de 2017

El Quijote, la izquierda y España


http://www.lanuevacronica.com/el-quijote-la-izquierda-y-espana


Ha dicho Ian Gibson que «el Quijote basta para justificar la existencia de España». Tuvieron que ser los críticos ingleses y alemanes quienes descubrieran en el siglo XVIII la grandeza literaria del Quijote y se interesaran por su autor. Gracias a su reconocimiento hoy es considerado el Quijote como la obra más importante de la historia y a Cervantes el escritor más admirado y universal. ¿Necesitaremos que vengan ahora de nuevo autores, historiadores y turistas a reconocer y a justificar la existencia de España?

Franco utilizó tanto la palabra España para encubrir su tiranía, la dejó tan contaminada de sotanas y brazos en alto, que todavía cuesta a algunos despojarla de ese lastre, esa grotesca caricatura. Pero después de cuarenta años de democracia, este fenómeno resulta muy extraño. Es como si los alemanes fueran incapaces de separar la imagen de Alemania de Hitler y el nazismo. Especialmente llamativo es que la izquierda haya asumido esa burda identificación entre España y el franquismo. Nada de esto habría sucedido sin el malintencionado y xenófobo empeño de los nacionalistas vascos y catalanes de acomplejar al resto de españoles arrojando sobre ellos la culpa, no ya de los cuarenta años de dictadura, sino de toda la historia de España, según ellos obra de canallas, fachas y palurdos.

Es una anomalía cultural y política que la izquierda haya asumido este discurso disgregador y se haya vuelto antiespañola, en contra de su tradición, para favorecer el poder de las minorías nacionalistas, tan contrario a los intereses y la unidad de los trabajadores. Nunca la izquierda (ni socialista, ni comunista, ni anarquista) había renegado de España. ¿Habrá que recordar a algunos qué significan las siglas PCE y PSOE? Tan natural era esta E como antinatural es hoy el intento de borrarla o pronunciarla con vergüenza. Es la hora de recuperar el nombre de España y lo que significa: la mejor garantía democrática de la igualdad, la unidad, la libertad y el bien común de todos los españoles, con independencia de su lugar de origen o cualquier sentimiento particular de pertenencia.

Necesitamos volver a leer a Richard Ford, George Borrow, Ernest Hemingway, Gerald Brenan, Ian Gibson, a los hispanistas y, sobre todo, a Cervantes, para recuperar un legítimo sentimiento de autoestima, de aceptación de nuestra historia singular, de valoración de todo lo que tenemos y nos une, dejando a los nacionalistas con su rencor, sus mezquinos sentimientos y sus fantasías supremacistas. La izquierda, como ha dicho el insobornable Antonio Robles, «necesita amar de nuevo a su país y dejar de estar acomplejada por ello».

Necesitamos restablecer los vínculos humanos y emocionales con esa realidad histórica, geográfica y cultural llamada España. Sin miedos, sin necesidad de dar explicaciones ni buscar justificaciones a un sentimiento tan natural como lo es sentirse español, del mismo modo que se siente vinculado a su patria un francés, un alemán o un inglés. La izquierda, especialmente, tiene la obligación de defender una idea democrática, igualitaria, abierta y moderna de nuestro país, combatiendo activamente la propaganda antiespañola, antinacional y antidemocrática que de modo beligerante lleva a cabo el nacionalismo catalán, vasco y gallego.

Que una nación pueda identificarse con una obra y un personaje como don Quijote es algo sorprendente, y bastaría este hecho para reivindicar sin complejos y determinación nuestra condición de españoles, a los que une, ante todo, una lengua, una cultura y una literatura que es algo más que un simple fenómeno artístico. Se trata de una referencia simbólica capaz de expresar, sostener y elevar los mejores empeños, los afanes más nobles, las exigencias más altas. Es significativo que haya sido Cervantes, un judeoconverso, quien mejor haya sabido condensar y dignificar valores como la valentía, el orgullo, la altivez, la lucha contra la injusticia y la humillación, el amor y la amistad incondicional, la defensa de la libertad y la igualdad, el valor del esfuerzo, la desconfianza en el poder, el desprecio del dolor y la muerte, la pasión por la verdad. Que este conjunto de valores y símbolos lo encarnen los personajes más reales y vivos que ha creado la literatura, don Quijote y Sancho, da pleno sentido a la afirmación de Gibson, que podría figurar en el frontispicio de nuestra democracia.

Ojalá recuperemos, junto al nombre de España, todos estos valores para poder combatir la pasividad, la pusilanimidad, la cobardía y la falta de energía y vitalidad que hoy invade a nuestros políticos, adocenados y encerrados en un posibilismo mezquino y claudicante.


sábado, 6 de mayo de 2017

‘Madre, despierta!’




Hay ejemplos de mujeres con éxito en su vida profesional, que no abdicaron de su vida familiar, pero la norma continúa siendo de imponer restricciones a la maternidad de las mujeres trabajadoras.

Todos los años se celebra, el primer domingo del mes de mayo, el Día de la Madre, que antiguamente se conmemoraba el día 8 de diciembre, solemnidad de Nuestra Señora de la Concepción, Reina y patrona de Portugal. Sea esta fecha, sea la actual, en pleno mes de María, remiten de algún modo a la Madre de Jesús y nuestra madre: el icono perfecto de aquel mismo amor que el propio Dios es. 

Felizmente, esta connotación religiosa aún no fue advertida ni denunciada por la intolerante diputada socialista que tanto vociferó contra la tolerancia a propósito de la estancia del Papa Francisco en Portugal.

Aunque muy exaltada, por estos días, la maternidad, tal vez más por razones consumistas que por aprecio a las madres, la verdad es que estas mujeres no siempre gozan del favor de la ley, ni de la protección social a que tienen derecho. Por eso, no solo la maternidad es muchas veces, incluso legalmente, reducida a un mero proceso biológico de la mujer –el embarazo- sino que también las madres son, por sistema, discriminadas en la vida laboral, sea que no se respetan las carreras profesionales, sea en lo se refiere a la remuneración. Se tiende a poner a la mujer ante un dilema angustioso: si apuesta por una carrera profesional, debe tener en cuenta la posibilidad de quedar embarazada; si escoge tener hijos, que renuncie a su realización profesional.

Es verdad que hay ejemplos de mujeres con éxito en su vida profesional, que no abdicaron de su vida familiar, como esposas y madres. Es el caso de Carmen Chacón, la recientemente fallecida ex ministra española de Defensa, así como Isabel Mota, ahora desposada con el presidente de la Fundación  Calouste Gulbenkian. En Portugal, ninguna mujer fue presidente –¡y no presidenta!- de la República, sin embargo hubo varias reinas por derecho propio, comenzando por D. Teresa, madre del primer rey de Portugal que, como condesa casi soberana, llegó a usar según el historiador José Mattoso, el título de reina, anticipando la independencia nacional.

Otros ejemplos de mujeres investidas de más altas responsabilidades políticas y sociales, sin desmerecimiento de su funciones familiares, podrían ser referidas, pero son siempre la excepción. La regla continúa siendo la de imponer restricciones de naturaleza familiar a las mujeres trabajadoras.
Matrimonio y maternidad tienen la misma raíz etimológica: la palabra latina ‘mater’, o sea madre. Por eso, el matrimonio natural es la institución en que, por la vía de la unión estable de una mujer y un hombre, aquella es promovida a la condición de madre, razón que fundamenta la improcedencia  de asimilar a este instituto otros tipos de uniones de los que no puede proceder, naturalmente descendencia.

A este propósito, fue muy emocionante el testimonio, en America Got Talent (https://www.youtube.com/watch?v=g72ujStgUE4), de un joven de Oklahoma City, Campbell Walker Fields, adoptado al nacer por dos hombres que lo criaron. A pesar de su mucho agradecimiento a estos sus dos benefactores, nunca logró superar la ausencia de su madre, porque un segundo ‘padre’ no sustituye a una madre, como otra ‘madre’ tampoco puede hacer las veces de padre. El interés superior del niño exige que tenga un padre y una madre, naturales o adoptivos, pero no dos personas cualesquiera, por óptimas que puedan ser.

Otro tanto se diga de Cristiano Ronaldo, el muy ciertamente talentoso jugador de futbol, que indemnizó a la madre de su hijo para que ella prescindiese de todos sus derechos maternales. Aunque esa mujer hubiese estado de acuerdo con esa cesión, queda saber si hay precio que pague la infelicidad de no tener madre. O si alguien preguntó al hijo si aceptaba tan injusto e inhumano negocio, de que él fue, sin duda, la víctima principal.

Es conmovedora la historia de Amelia Bannan, policía argentina que, el pasado día 1 de noviembre, sufrió un grave accidente de aviación que la dejó en coma. Embarazada, su hijo nacería, por cesárea, la noche de Navidad. Tres meses y medio después de haber dado inconscientemente a luz, despertó del coma y conoció finalmente a su hijo. Las visitas del bebé son ahora, según un hermano de Amelia, el mayor estímulo para la recuperación de la madre. Al regazo materno, el pequeño Santino aún no consigue hablar, pero sus vagidos son ya una manifestación  de amor filial. Como retribuyéndole el don recibido, es ahora él quien la llama a la vida que recibió de ella: ‘¡Despierta, madre!


viernes, 5 de mayo de 2017

El Amor, el pilar de la existencia


OPINIÃO DE JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS


Aquello que vemos depende de la altura a la que somos capaces de llegar con la mirada... no a partir de la altura de nuestro cuerpo, sino de la elevación de nuestro espíritu.

Somos la altura, la distancia y los horizontes que alcanzamos.
Hay un tiempo y un espacio en que nos debemos distanciar del mundo y de los otros. Nos elevamos por encima de todo lo que nos ata al barro y nos aparta del cielo.
A veces, más que intentar cambiar a los que están a nuestro lado, importa que seamos capaces de garantizar que nos dejamos rebajar por el mal que nos rodea.
Hay muchas personas que se pierden al levantar artificios y, pretendiendo agradar a los otros, acaban por desperdiciar sus fuerzas y talentos a favor de algo que solo las degrada.
Las pasiones y los apetitos siempre duran poco, porque se construyen sobre los deseos y fantasías que son siempre pasajeros y, en la mayor parte de los casos, llenos de nada.
Hay quien consigue ascender por la maldad, otros son derribados por ser buenos. Pero no se deben hacer cuentas antes de que todo esté terminado.
Un buen apoyo debe conferir seguridad y no sobreponerse a aquello que sustenta. Ser firme, justo y definitivo.
Solo con fundamentos profundos se puede levantar una estructura capaz de soportar el peso de los sufrimientos y de los sueños de alguien, sin temer o vacilar, aunque, por encima, todo tiemble y desequilibre.

Sólo el amor fortalece el amor.


(ilustração de Carlos Ribeiro)