José Luís
Nunes Martins
¿Es que tan necesitados estamos? La verdad es que frente
al mundo, a los otros e incluso ante nosotros mismos, pedimos, exigimos,
imploramos, nos hacemos las víctimas de alguien que se habrá olvidado, de forma
injusta, de nuestras carencias y parece desear nuestra desgracia.
Siempre necesitamos algo. Parece que siempre es solo la misma cosa concreta que nos separa de la paz. ¡Pero, después, nunca es así!
Siempre necesitamos algo. Parece que siempre es solo la misma cosa concreta que nos separa de la paz. ¡Pero, después, nunca es así!
Agradecemos lo que se nos va concediendo,¡ pero solo si lo hubiéramos pedido!
Constantemente nos comparamos con los que creemos que están por encima de
nosotros. ¿Por qué razón no tenemos nosotros lo mismo? Nos duele el vacío y la
injusticia de estar privados de algo que sentimos como nuestro, pero que nos
está siendo robado.
No es necesario compararnos con los que tienen menos que nosotros, sino
aprender de ellos a lidiar con las adversidades y ser felices, a pesar de no
tener mucho de lo que nosotros tenemos, a pesar de que nos olvidemos de
compartir con ellos, a pesar de todo.
¿Y si, en vez de listas de pedidos, nos dedicásemos a admirar lo que tenemos,
lo que nos es dado para vivir, sin que siquiera lo hayamos pedido? No es
preciso agradecer, es suficiente con disfrutar de la bondad y de la belleza que
nos rodean y de que estamos hechos.
La existencia de cada uno de nosotros siempre es dura,
siempre es profunda. Al final de esta vida,
pocas frases serán suficientes para resumirla. Tratemos de escribirlas
de forma digna y elevada, como un elogio a la libertad y no como una lista de
reclamaciones.
La vida es tan generosa con nosotros y nosotros tan mezquinos con ella…
La vida es tan generosa con nosotros y nosotros tan mezquinos con ella…
La felicidad se conquista dando, no recibiendo. No es una
limosna, es una recompensa. ¡No depende de lo que tenemos, sino de lo que
elegimos ser!
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