sábado, 25 de enero de 2020

Vive antes que la vida pase



José Luís Nunes Martins


Una vida vacía es muy pesada. Darse a sí mismo y al mundo una vida digna es algo más que andar de prisa. El valor de la existencia no depende de la cantidad de cosas que somos capaces de hacer o de las tareas que ejecutamos.

El sentido de la vida depende de la calidad con que se vive. No cometer errores evitables ayuda mucho. El que crea que tiene siempre segundas y terceras oportunidades se engaña a a sí mismo de forma infantil. Es importante aprender a caminar de forma un poco más lenta.

Tienes que parar. ¿Interrumpes de vez en cuando las tareas rutinarias, para descansar y evaluar el recorrido hecho?

Es difícil aceptar que la razón por la que no encontremos paz se debe a que buscamos donde ella no está. El descanso que ansiamos está en nosotros. Es inútil buscarlo en cualquier otro lugar que no sea en nosotros mismos.

La vida nos impone una lucha constante contra las maldades e indiferencias, pero, al contrario de lo que se cree, gran parte de ellas son nuestras. ¡Tendemos a proyectar en los otros lo que está dentro de nosotros, hasta llegar al punto de ser aún más intolerantes con quien revela los mismos problemas que nosotros! ¿No debería ser al contrario? Sí, pero eso supone que lo asumiéramos. Y ese es un paso con un coraje del que muchos no son capaces.

¿Cuándo te miras al espejo, te gusta lo que ves?

Vivir es amar. Aprender a abrazar y aprender a perder lo que se ha abrazado. La vida es una pérdida constante de lo que amamos, pero es también un misterio inmenso de donde brotan más y más  manos tendidas a la espera de nuestro amor. No mendigan, son tal vez señales que nos señalan el camino.

¡La vida es un conjunto de aparentes acasos que suceden. Hay quien confía en que tiene sentido, a pesar de no conseguir descubrirlo. Otros investigan y pierden fuerzas y tiempo intentando comprender lo que está muy por encima de su capacidad de entender!

¿Si tuvieras que vivir para siempre como vives ahora, vivirías bien?

Descansa un poco y aproxímate a la gran pregunta: ¿Qué debo hacer para ser feliz? No busques la respuesta en ningún otro lado que no sea en ti mismo. Las respuestas de los otros es de ellos. De cada uno de ellos. Hay muchos que son infelices de la misma forma y juntos, porque han adoptado para sí soluciones que no eran las suyas.

Mi vida es un camino único de mí hacia los otros, no al contrario.

La vida es amor, no es egoísmo.




domingo, 19 de enero de 2020

Las relaciones tienden a deteriorarse



José Luís Nunes Martins


Para evitar el proceso casi natural de la degradación de las relaciones humanas con el tiempo, hay que estar atento y trabajar, en el sentido de fortalecerlas y renovarlas cada día. Una especie de mantenimiento activo y permanente.

El optimismo en las relaciones humanas puede ser muy perjudicial. Solo quien, en las uniones, se prepara para lo peor es capaz de fortalecerlas y animarlas.

El simple paso del tiempo hace que surjan oportunidades para que el mal aparezca y comience a crear grietas. Así, o se está atento o es casi seguro que va a acabar mal, mal

Nunca es inmediato. El desgaste es lento, muy lento. El diagnóstico tiene que ser lo más prematuro posible.

En verdad, cuando se conoce a alguien, la relación comienza en alto y solo así se mantiene si ambos luchan por ello. Raras veces mejora, casi siempre empeora.

Algunos consideran que el problema no es suyo y que este proceso de enfriamiento es solo señal de que es la otra persona no está segura. De que no es la acertada. Y salen a buscar otra persona se sea felicidad instantánea y eterna. El único precio a pagar es tener que buscar, después será el cielo. Así mismo, simplemente.

Si alguien está en disconformidad, debe cambiar algo en sí mismo. No debe perder tiempo y fuerza intentando cambiar el mundo o al otro.

El bien exige dedicación firme y constante, precisa que nos apasionemos cada día, todos los días…

¡Los hábitos devoran todo, por lo no deben tener nunca oportunidad de instalarse!

Muchas veces tienes que tener el coraje de perder, de perderte, ara poder encontrarte a ti mismo, más prudente y fuerte que antes.






domingo, 12 de enero de 2020

El amor es discreto y sincero



José Luís Nunes Martins



A las personas parece que le gustan mucho los fuegos de artificio, en todo. Sin embargo, el verdadero amor es modesto en su forma, a pesar de la fuerza  en su interior.

Cada vez somos más impacientes, queremos alcanzar nuestros fines sin demora. Nos volvemos incapaces de esperar y, menos todavía, de sacar beneficios de cada espera. Al final, a pesar de no ser evidente, el amor necesita tiempo, trabajando de forma recatada, pero firme, en cuanto que admira la fe de quien lo espera con certeza y sosiego. Querer todo ahora es una inquietud que no respeta el valor real de los sueños.

La paciencia del amor implica saber esperar, buscando las señales sutiles de su llegada en los más ínfimos pormenores de lo que nos rodea. Sin dejarnos perturbar cuando no vemos nada.

Cada primavera, los jardines se llenan de flores, sin que nadie las vea llegar.

La sensatez del amor nos pide que seamos siempre verdaderos.

La falta de sinceridad, aun en las cosas más pequeñas, es causa de enfriamiento en las relaciones humanas. Quien falta a la verdad tiende a distanciarse. Son muchos los que mienten como forma de dar inicio interior al proceso de acabar con la relación, siendo que algunos lo hacen antes de haber comenzado de hecho la relación. Una especie de traición a sí mismos y al otro, antes de que eso se crea posible.

La sinceridad implica que confiemos en el otro, que valoremos lo que parece ser insignificante pero que es mucho mayor de lo que parece.

El que ama evita  exageraciones.

La presencia del otro, la simple comunión del mismo silencio, bastan.

El milagro profundo es que alguien está ahí, me ve con ojos bondadosos y me quiere escuchar con atención. Esta es la certeza firme que me anima, consuela y guía mi vida.

Amar no es ser más de lo que se es, pero tampoco es ser menos.

Amar es estar y ser, no es hacer.

Porque quien camina en busca del amor ya camina en el amor.








sábado, 4 de enero de 2020

Las extrañas opiniones de la multitud



José Luís Nunes Martins



Con poca voluntad de pensar con su propia cabeza, la mayor parte de las personas prefieren tomar como suya una que ya haya pensado alguien. El problema es que esa adopción no es inocente, trae ganancias a quien fabrica esas opiniones públicas.


El mundo cambia, el conocimiento evoluciona y también nosotros  podemos aprender a mirar de forma sabia para todo. Sin embargo, es poco común que las opiniones cambien, porque se cree que eso no es coherente, cuando, en verdad, es poco inteligente mantener como bueno lo que ya dio pruebas de poder ser mucho mejor.

Más que de los hechos, lo que mueve a la multitud es la opinión que tienen sobre los hechos. Esto significa que, más que la verdad, son las apariencias las que determinan la mayor parte de las elecciones.

Así, las opiniones más comunes son poco sensatas, toda vez que son muchos más los que no se entregan al trabajo de pensar como debe ser lo de aquellos que buscan la verdad, a pesar de que eso implique trabajo, paciencia y humildad, incluso porque lo más probable es que no se llegue a una conclusión consistente.

¡Abundan las certezas absolutas y escasean las honestas “no sé”! Una moda tan fuerte que hace que la gente inteligente se dispense de pensar.

Tendemos a escuchar solo lo que nos interesa, valorando solo las pruebas que soportan nuestras posiciones, ignorando lo que las contradice. A fin de cuentas, quedan solo los argumentos a favor.

La sabiduría aconseja ser prudentes y tener pocas certezas.

¡Las opiniones son sentencias precipitadas y superficiales, por lo que, cuantas menos tuviéramos, mejor!

Debemos escuchar el consejo de quien es capaz de decirnos la verdad que necesitamos oír, incluso aunque eso nos duela. Esos son nuestros amigos. Solo esos.

También nosotros debemos ser amigos de nosotros mismos y de los otros.