José Luís Nunes Martins
Hay mucha gente
que cree que vivir es solo estar asistiendo a lo que pasa a su alrededor. Como
si, a pesar de estar en la escena, no fuesen sino espectadores.
Hay quien
considera su vida el simple resultado de todos los movimientos, fuerzas y poderes
que están a su alrededor, como si fuesen una simple gota de agua en el océano.
¡Pero no lo somos!
¡Cada vida es una
historia. Es crear algo bueno y bello a partir de nada! Pero muchas personas se
creen condenadas a ser personajes secundarios de su propia historia, o aún
peor, secundarios de la vida de otra persona…
Otros, también
mal, consideran que ser protagonista es hacer mucho ruido y gestos grandiosos.
No es verdad, el silencio y la disciplina suelen ser formas más efectivas de
ser la mejor manera.
Claro que el
ejercicio de la libertad incomoda a quien prefiere seguir sentado a asistir y a
reprobar casi todo en casi todos.
Es bueno que
aprendamos a aceptar que, por mejores que seamos, seremos siempre el villano de
la historia de otras vidas. No impórtalo que hagamos, siempre seremos malos y
culpables de los males de otros.
Por otro lado,
por peores que seamos, siempre habrá quien considere como sus héroes. Siempre
contaremos con su comprensión y su perdón, porque nos consideran dignos de su
amor. Esos, a pesar de poder estar equivocados respecto de muchas cosas, tal
vez nos vean por encima de nuestras elecciones, tal vez sepan que nuestra
voluntad de ser felices no siempre encuentra el camino más recto.
Ser libre
conlleva la responsabilidad de promover el bien de otros.
Los otros tienen
tanto derecho a equivocarse como nosotros. En eso somos iguales. Tal vez el
primero en ser capaz de percibir esto alcance más pronto la paz de no pasar la
vida condenando al mundo.
Ser libre es
también ayudar a los otros a serlo, sin juzgarlos. ¡Es que, sobre todo, no
tener que juzgar a nadie nos hace tan felices!
https://agencia.ecclesia.pt/.../ser-livre-nao-e-deixar.../