Jun 4, 2021 - 21:23
José Luís Nunes Martins
Las preguntas que hacemos nos definen más que las respuestas
que damos. ¿Cuántas veces tenemos el coraje y la sensatez de hacer las
preguntas acertadas e importantes? ¿A nosotros mismos, a los otros y a Dios?
Comprender una pregunta en toda su profundidad ya es
prepararse a saber algo esencial. Tal vez tanto o más útil que la respuesta.
Saber qué preguntar es ya prueba de sabiduría.
Hoy no tenemos tiempo para nada. O mejor, solo tenemos
tiempo para las mil cosas del día a día, para las superficialidades importantes
que nos consumen años y años de existencia.
Es preciso parar y colocar muchas cosas en cuestión, más aún
si nuestra vida no parece estar teniendo mucho sentido.
Tal vez fuese bueno reservar algún tiempo a una meditación
más tranquila sobre los pilares de nuestra vida, los ejes que nos sustentan, el
sentido de lo que nos mueve. No es bueno que vivamos sin conciencia de la
realidad que nos envuelve, sin cuestionarnos siquiera, como si fuésemos sabios
para quien todo estuviese claro. Casi todos somos especialistas en tener
respuestas para todo, incluso para lo que no sabemos.
Preguntar no es una demostración de flaqueza o ignorancia. En
verdad, es tener la humildad que permite abrir la puerta a la verdad.
Se conoce a alguien mucho mejor por sus preguntas que por sus
respuestas.
Sepamos encontrar espacio y tiempo para preguntar. Para
profundizar en las preguntas y buscar la verdad.
Probemos a hacer preguntas a Dios. Es un excelente punto de
partida… estar preparado para moderar la prisa y, más importante aún, para que
las respuestas no sean las más cómodas.
Las preguntas que haces a Dios revelan ya mucho sobre ti.
Estúdiate.
¿Pero Dios responde? Sí. Sin prisas y suponiendo que somos
inteligentes hasta el punto de no necesitar que nos grite al oído o que nos
escriba en una carta.
Hagámonos preguntas acertadas y esperemos hasta que la
verdad se revele. En ese momento, tengamos el valor de reconocerla.
Lo más difícil no es admirar la verdad sino cambiar nuestra
vida en función de ella.
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