José Luís Nunes Martins
¿Cuántas veces estoy en un sitio haciendo alguna cosa,
mientras ms pensamientos y emociones vagan muy lejos? Cada vez mees más difícil
estar donde estoy. Prefiero concentrarme en lo que pasó o en lo que ha de venir,
en lo que podía ser ahora si yo…
Siempre que ando huyendo, experimento muchas alegrías y
tristezas, pero no son verdaderas, ni siquiera tan concretas como la realidad
que puedo ver, oír o tocar, aquí y ahora.
Por eso se falla perdiendo el tiempo. Porque no hay un solo
segundo que yo pueda recuperar, de entre el tiempo que me es dado y yo prefiero
dejar de lado. Ni uno. Cada minuto que paso en las nubes es pagado con uno de los
minutos de la vida que no es infinita.
¡Sea yo capaz de concentrarme en hacer lo que debo sin
distraerme con los males que me seducen con motivos para no realizarlo! Siempre
que no los ignoro, ya me están venciendo.
¡Tenga yo el coraje de decir no a todo lo que importa poco,
mientras me concentro en lo que quiero y estoy haciendo! Las distracciones son
traiciones a mí mismo.
De la misma manera, cuando llega el tiempo del descanso, que
yo sepa y consiga reposar, sin permitir que nada me cause desasosiego.
No es el tiempo que paso trabajando el que determina mi éxito,
sí lo es en cambio la dedicación con que me entrego.
Las dificultades pueden revelar lo mejor de nosotros, así
sepamos mirarlas como simples inicios de capítulos de la historia de nuestra
vida.
¡La vida no es fácil, yo puedo ser más fuerte!
¡Son los tiempos más difíciles los que me encaminan hacia
nuestros mejores días!
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