sábado, 29 de julio de 2023

Cada vida es una historia de encuentros

 José Luís Nunes Martins


 La existencia de cada uno de nosotros es un camino largo, marcado por cruces con otros caminos, encuentro con personas que vienen de lejos, en el espacio y en el tiempo, y que, después de nosotros, seguirán hacia otros parajes… de los que jamás tendremos noticia.

 Todos llegamos para después partir.

 Es preciso envejecer bastante hasta que lleguemos a comprender que el momento de la despedida es una parte importante de todos los encuentros. Aunque después de la despedida haya mucho que permanece intacto, por más dura que haya sido la pérdida, la verdad es que no cambia el pasado y lo que vivimos vivirá para siempre con nosotros y en nosotros. Seremos siempre más nuestro pasado que nuestro futuro.

 Encontrar y perder son solo momentos que se suceden sin fin. Por eso se puede tener la certeza de que cada fin es un comienzo. Así como en cualquier camino hay subidas que son resueltas, dependiendo de la dirección en que se está.

 Nuestros caminos se cruzan, se encuentran, se apartan, pero algunos, pocos, se unen.

 Es preciso conocer para amar y para que eso suceda es preciso ir al encuentro del otro. El amor permite que se unan aquellos que se encuentran, ¡pero de qué forma y con que intensidad, eso ya depende más de ellos que del amor!

 Cuando me encuentro contigo, descubro tanto sobre ti como sobre mí. Por lo que tenemos de semejante y de diferente. Después de darnos de esta forma, acabamos siempre mejores que antes. Pero después de cada encuentro cada uno es llamado a responder a la pregunta: ¿Y ahora qué vas a hacer?

 Las líneas torcidas con las que Dios escribe derecho son al final muy sencillas, un camino por donde somos llamados a dar fruto en todos los encuentros que vamos teniendo con los otros. Enriqueciendo, alegrando, pacificando, siendo buenos haciendo el bien y evitando el mal.

 Tú y yo seremos siempre aquellos que buscan, los que andan perdidos, los que encuentran y los que perderán aquello que creíamos nuestro, antes de andar para adelante sin saber lo que espera… pero amando siempre, a pesar de todo.

 


domingo, 16 de julio de 2023

Vivir es nacer y morir cada día

 José Luís Nunes Martins



La vida no es una huida ni una búsqueda, es un viaje. Los cambios son parte esencial de lo que somos. Ser es cambiar. Qué bueno sería si siempre fuésemos a mejor.

 Ni siquiera una hora de nuestras vidas puede ser vivida dos veces. Cada existencia es preciosa también porque es un único conjunto de momentos irrepetibles.

 Las alegrías pasan y las tristezas también. Los sufrimientos a veces perduran, pero nunca para siempre, aunque al final de algún tiempo los sintamos como eternos, tal es nuestra impotencia de luchar contra ellos. Importa que no perdamos la esperanza, que se hace paciencia, y no nos vaciemos de nuestra propia alma como gesto desesperado y absurdo para intentar no sufrir más.

 Muchos de nosotros parece que han sido condenados a soportar los dolores de 39 azotes. Sin que nunca sepamos cual va a doler más…si el primera o el segundo, el vigésimo o el último… pero eso poco importa. Estas flagelaciones tienen algo que merece ser admirado: a fuerza de soportarlas, la capacidad de mantenernos enteros a pesar de todo lo que nos alcanza e intenta destruir.

 El mal no nos quiere muertos, nos quiere rendidos. No sin vida, sino sin voluntad de vivir. Pero esta voluntad es siempre una decisión. La vida es firmeza, coraje, no consiste en protagonizar un gesto heroico, grande y sensacional, sino ser capaz de un conjunto inmensa de decisiones que nos hacen avanzar, paso a paso en el camino recto.

 La verdadera felicidad, que también es paz, tiene que ser construida todos los días, para que se establezca y perdure. Si no fuera así, o no aparece o se arruina hasta desaparecer.

 No olvides que aquello que ves depende mucho también de lo que es. Esfuérzate en perfeccionarte y todo a tu alrededor también ganará luz y color.

  El tren que es tu vida va a parar en todas las estaciones. Sal a explorar cada lugar, conoce personas y procura siempre aprender con todo y todos. Después, vuelve a tu lugar en coche. Y, sin dejar de sentir recuerdos por lo bueno que pudiste experimentar, permítete soñar, soñar siempre con lo mejor que puede estar esperándote en la próxima estación.

 


domingo, 9 de julio de 2023

No esperes que te agradezcan

 

José Luís Nunes Martins


 La ingratitud es una de las formas más corrientes de orgullo que afecta a muchas personas que, habiendo hecho el bien a alguien, terminan por sentirse traicionadas por aquellos a quien beneficiaron sus obras.

 Hay personas que no solo son ingratas en los momentos en que lo que quieren es obtener aún más favores.

 La verdad es que un ingrato es siempre débil, pero también lo es quien hace el bien con intención de ser alabado.

 El bien nunca deja de ser meritorio, aunque aquel que actúa de forma interesada no tenga derecho a muchos más elogios que de aquellos que obtiene de quien le agradeció o aplaudió.

 Por otro lado, cuando alguien hace el bien sin buscar nada a cambio, ese sí merece mucho más que cualquier aplauso o alabanza humana. Es más que justo que su gesto sea gradecido, si no en este mundo, entonces en aquel del que este forma parte. Hay obras que solo la misma eternidad puede revelar y agradecer.

 Es importante vivir, escoger y actuar bien, sin esperar agradecimiento o aplausos. Y cuando el bien que hiciéramos fuera menospreciado, olvidado o despreciado, es bueno que tengamos presente que eso no quita valor alguno a aquello que hicimos tal vez hasta lo aumenta.

 ¿Vale la pena amar a un ingrato? Sí, porque si no fuera el amor, es más que cierto que nada lo podrá redimir.

 Es duro tener que admitir que, muchas veces los ingratos somos nosotros… ¿Cuántas veces agradezco el bien que hacen por mí? ¿o es que creo que es justo que así sea, porque yo soy mejor que los otros y, por eso, ellos me deben servir?

 Una de las estrategias más comunes es la de fijarnos en los errores y vicios de quien nos hace el bien que en su bondad.

 No olvides nunca el bien que te ha sudo hecho. No habrá mayor honra que esa a quien lo hizo.

 Agradecido a quien lee lo que escribo. Agradecido a quien con su bondad me hace sentir útil y bien.

 Agradecido, mucho.

 


 

domingo, 2 de julio de 2023

¡Oh Dios, líbrame de mí!

 

José Luís Nunes Martins


 Muchas veces me encuentro sin esperanza ni coraje para afrontar el mañana. Veo el mundo a partir de mí, como si yo fuese el centro de todo lo que existe. ¡Por causa de esto siento una ansiedad creciente frente a todo lo que pueda suceder, porque al final me parece que no puedo sino conmigo mismo, y yo sé que estoy muy lejos de conseguir grandes cosas yo solo!

 Basta pensar un poco mirar a los que nos rodean y aquellos con los que convivo para percibir que no tengo, ni conseguiría tener justo lo que deseara, una vida aislada. Sé que soy parte de la vida de muchos y que serán aún muchos los que formen parte de mi vida.

 Siempre que me centro en mí, acabo por ver todo desenfocado y bajo una luz que no es natural ni verdadera. ¿Ahora bien, si yo no soy el centro del mundo, quien lo será?

 Tal vez el centro del mundo sea la vida y el alma del mundo sea el amor.

 Lo más importante no soy yo, somos nosotros. Más aún: es lo que nos hace existir y nos une.

 Oh Dios, dame fuerza para vaciarme de todo cuanto soy y que no es bueno;

 Ayúdame a alimentar lo que dentro de mi puede ser fuerza y luz de bien;

 Líbrame del egoísmo y del orgullo que me convencen de que soy lo más importante;

 Cuánta paz sentiría si dejase en mí más espacio para Ti;

 Cuánta alegría alcanzaría si me empeñase más en la alegría de los otros.

 Agradecido por cuanto tengo y soy.

Perdón por lo que no soy o no quiero dar ni ser.

Ayúdame.