sábado, 30 de diciembre de 2023

¡DESCIENDE DE TI ...!

 José Luís Nunes Martins


Al contemplar el cielo o el mar podemos sorprendernos con la inmensidad que representan, pero también es posible que la contemplación de esos casi infinitos haga nacer en nosotros la verdad respecto de nuestra pequeñez.

 Somos ínfimos cuando nos comparamos con el mundo donde vivimos y el universo que nos envuelve. Mientras tanto, la libertad nos permite ser mucho más que aquello que se ve, mientras no nos olvidemos de que no hay virtud que no parta de la constatación de que, en verdad, ninguno de nosotros es extraordinario de salida.

 No somos importantes, pero podemos serlo.

 Debemos tener conciencia de nuestra insignificancia, incluso cuando todo nos vaya mal. Es más fácil cuando estamos bien, pero duele hondamente cuando, después de haber caído, tenemos que aceptar que las caídas son parte del camino y no una injusticia de la que somos víctimas.

 La verdad es que el camino de cada uno de nosotros es duro, a veces más duro de lo que nos gustaría tener que soportar.

 Allá en lo alto del orgullo, de la vanidad y de tantas otras ilusiones, estamos siempre inquietos y en desequilibrio. Descender al suelo firme de la verdad es darnos paz a nosotros mismos. No te engañes. No te guste más que aquello que hiciste para merecer.

 Eres una persona imperfecta de camino a la perfección. Si tuvieras siempre esto presente, no habrá elogio o censura que te afecte, porque tú sabes quién eres.

 Cuando desciendes de ti mismo abajo, colocas los pies en un suelo que es común a muchos, en cuanto te obliga a pensar que no eres quien quieres ser, sino quien consigues, a través de las obras que concretas a partir de los sueños que decidiste soñar y seguir.

 Acepta tu fragilidad sin rodeos. Acéptate, para que, con eso, muestres a los otros quien eres… a fin de hacer tu corazón digno de amar y ser amado.

domingo, 17 de diciembre de 2023

Que tus sueños venzan los desencantos

 José Luís Nunes Martins


 Siempre que aparece algo que nos impide seguir por el camino en que estábamos, se genera dentro de nosotros una mezcla de pensamientos, emociones y voluntades a las que se suele llamar, de forma sencilla, frustración.

 La capacidad de gestionar bien nuestras frustraciones s esencial para cualquiera de nosotros.

 ¿Cómo hacer frente a una adversidad? En principio es bueno ser flexible y absorber una parte del choque, a fin de mantenernos enteros, incluso porque no vale de nada hacer frente a la verdad de los hechos. ¡Quien se deja cegar de forma descontrolada tiene pocas posibilidades de éxito y se arriesga a aumentar en tragedia lo que ya no era bueno!

 Si tuvieras que esperar, espera. Esa es una de las mayores y más difíciles virtudes que se nos pide. La esperanza implica creer que el tiempo cierto no es ya… y que posponer es, a veces, la decisión más acertada y valiente que podemos tomar.

 Si fuera tiempo de actuar, actúa. Podemos haber pensado mucho e incluso haber decidido bien, pero si no actuamos en el instante acertado todo se pierde.

 Si tuvieras que retroceder y comenzar de nuevo, tal vez aún más atrás y peor que antes, retrocede y recomienza. Lo que importa no es desde donde comienzas, sino si consigues ponerte a andar y hacia dónde vas.

 Cuando tuvieras que descansar, descansa. No te lances a campañas más audaces y exigentes en términos de esfuerzo, porque eres humano y el descanso forma parte de la forma como nacen en ti las fuerzas.

 Aquello que tú eres se ve bien por lo que haces cuando estás frustrado.

 ¡Que nada, por malo que sea, derrote tu alma!

 

sábado, 9 de diciembre de 2023

La tempestad pasará

 

José Luís Nunes Martins


 

Dedicamos mucho tiempo de nuestra vida a luchar contra la oscuridad. Las tempestades parecen sucederse hasta el punto de, a veces, no saber siquiera si es la misma. Pero pasan. Todas pasan. Porque en la vida lo poco que queda es la tristeza.

 Te sientes perdido, pero no lo estás. La guerra constante contra todo lo que nos roba la paz que merecemos consume muchas fuerzas. Nos sentimos lejos de casa, lejos del camino, lejos hasta de lo que somos.

 El sentido de tu vida, aunque estés en medio de una tormenta, debe ser mantenerte fiel a lo que amas y a la certeza de que eres amado. Las tempestades pasan, el amor no.

 Es difícil mantener el rumbo cuando es necesario enfrentarte a los miedos, en dirección a los sueños. Mucha gente pasa la vida huyendo de los miedos, dejando que sean ellos, en verdad, los que determinen el camino que no lleva a ningún lado y que solo sirve para desperdiciar esta preciosa vida que nos ha sido confiada.

 No te olvides de ir al encuentro de quien está en dificultades con el fin de socorrerlo, animarlo y protegerlo. No prescindas de los otros y de ti. Asume con coraje tus momentos de mayor fragilidad y pide ayuda. Convéncete de que pedir ayuda es exactamente lo contrario de desistir.

 Cada amanecer de bonanza en la vida agradece lo que la tempestad curó y fortaleció en ti. Algunas veces habrá tenido grandes pérdidas… pero continuas aquí y eso es señal de que, a pesar de todo, has vencido la oscuridad.

 En breve, la paz será atacada por más de una tempestad y tú tendrás que decidir más de una vez si luchas o no, si crees en el amor o si decides que ya no quieres tener más fuerzas…

 La tempestad pasara. ¿Y tú?



 

domingo, 3 de diciembre de 2023

Si no duele no es amor

 

José Luís Nunes Martins


 ¿Tendré yo razón para estar triste, si quien amo está feliz?

 Cualquiera de nosotros puede ser bueno, pero para amar es preciso ser mucho más que bueno. El amor exige una entrega completa, sin condiciones ni contrapartidas. ¡Amar es una locura a los ojos de la mayor parte de los que viven en este mundo!

 Nadie es capaz de controlar lo que sucede en su existencia, menos aún puede proteger a otra persona de todo cuanto le pueda suceder. Amar es vivir en una inquietud sin fin a causa de todos los males que pueda sufrir la persona a quien amamos.

 ¿Tendré yo razón para estar contento con alguna cosa si quien amo es infeliz?

 Habrá quien crea que ama y sabe amar hasta el punto de no tener dudas, y vive tranquilo porque está convencido de que ya hace cuanto puede y es preciso. Ahora bien, eso es una señal clara de que no ama. Quien ama vive en la duda de no saber nunca si habrá algo más o diferente que deba hacer.

 Amar es decidir ser instrumento de la felicidad ajena. Eso implica combatir todos los días el egoísmo que es natural a nuestra condición. El orgullo no tiene sentido cuando se ama, a pesar de ser un sentimiento que consideramos normal, justo e importante.

 ¿Habrá algún sentido profundo y humano en una vida que, por todos los medios busca su propio placer y huye del dolor?

 ¡Si amas y vives en paz y contento, o no es amor o la paz y el contento que sientes se deben a la tranquilidad y la alegría de quien amas!