domingo, 17 de diciembre de 2023

Que tus sueños venzan los desencantos

 José Luís Nunes Martins


 Siempre que aparece algo que nos impide seguir por el camino en que estábamos, se genera dentro de nosotros una mezcla de pensamientos, emociones y voluntades a las que se suele llamar, de forma sencilla, frustración.

 La capacidad de gestionar bien nuestras frustraciones s esencial para cualquiera de nosotros.

 ¿Cómo hacer frente a una adversidad? En principio es bueno ser flexible y absorber una parte del choque, a fin de mantenernos enteros, incluso porque no vale de nada hacer frente a la verdad de los hechos. ¡Quien se deja cegar de forma descontrolada tiene pocas posibilidades de éxito y se arriesga a aumentar en tragedia lo que ya no era bueno!

 Si tuvieras que esperar, espera. Esa es una de las mayores y más difíciles virtudes que se nos pide. La esperanza implica creer que el tiempo cierto no es ya… y que posponer es, a veces, la decisión más acertada y valiente que podemos tomar.

 Si fuera tiempo de actuar, actúa. Podemos haber pensado mucho e incluso haber decidido bien, pero si no actuamos en el instante acertado todo se pierde.

 Si tuvieras que retroceder y comenzar de nuevo, tal vez aún más atrás y peor que antes, retrocede y recomienza. Lo que importa no es desde donde comienzas, sino si consigues ponerte a andar y hacia dónde vas.

 Cuando tuvieras que descansar, descansa. No te lances a campañas más audaces y exigentes en términos de esfuerzo, porque eres humano y el descanso forma parte de la forma como nacen en ti las fuerzas.

 Aquello que tú eres se ve bien por lo que haces cuando estás frustrado.

 ¡Que nada, por malo que sea, derrote tu alma!

 

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