José Luís Nunes Martins
Nadie sabe de donde viene el viento, ni para donde va. Es libre y jamás se deja aprisionar. Quien lo ama lo acepta así. Desear poseerlos es un delirio. Podémoslos escucho y hasta hablarle, pero es imposible verlo. Vemos lo que hace, pero no lo vemos hacer cosa alguna. Así es también el amor.
Procura ser co o el viento: no busques atención para ti, sino dedícate a crear obras de valor. Las verdaderas cualidades de alguien no son heredadas al nacer, ni la educación más cuidada puede garantizarlas. Tu valor siempre dependerá de aquello que fueras capaz de hacer con toda la libertad que te es dada.
Que tu corazón sople sin que esperes nada a cambio de aquellos a los que das aliento.
Valora mucho al que camina contra el viento, porque esos son los que buscan la fuente del verdadero amor. Desconfía de quien se aprovecha solo y, sin esfuerzo alguno, se deja llevar por el viento que tu soplas.
La elevación de alguien depende de como lidia con el amor recibido y de como afronta las adversidades y frases de la vida.
Si un sueño fuera superficial e insignificante, el tiempo, como el viento, lo extinguirá. Su tuviera sentido y profundidad suficiente, el tiempo, como el viento, hará que crezca e incendie el mundo a su alrededor.
El viento me trae el soplo que da la vida. No se de donde viene ni para donde va, pero se que espera que yo lo sienta y aproveche su fuérzanos para concretar lo que, con toda libertad, yo sueño.
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