sábado, 17 de mayo de 2025

¿ Descargas a aquellos que amas?

José Luís Nunes Martins



Una tentación que muchas veces nos vence es la de pedir a otros algo que podríamos hacer nosotros solos. Peor es cuando lo hacemos a aquellos que amamos, porque estamos sobrecargando a quien debíamos aliviar.


La vida es dura y no dejará de serlo, porque supone una lucha constante contra adversidades grandes y pequeñas. Soy yo quien debe cargar mi cruz, en cuanto mis hombros tuvieran fuerza para ello. Pero pasarla a alguien, sin que haya necesidad de eso, es un gesto de egoísmo capaz de herir en profundidad el amor más verdadero. 


En algunos momentos de nuestra vida, nos sentimos más necesitados e inseguros, pero muchas veces estamos tentados a confirmar el amor de los que nos aman… no será un gran error, siempre que ese vacío que sentidnos sea auténtico.


Hay, además, una tentación mucho más perversa - porque corrompe el bien en su esencia- que es que no pedimos ayuda a quien amamos cuando la necesitamos.


Si amamos a alguien, entonces la lealtad implica que les revelemos nuestras más profundas necesidades. Si estamos bien nosotros, debemos cuidarlos al máximo, pero si no estamos bien, entonces aquellos que nos aman deben saberlo sin demora ni reservas. 


El amor exige que yo renuncie a mí mismo y me concentre en el otro, en su bien y en sus necesidades, colocándomelas a su disposición  mis fuerzas y talentos.


Devemos sempre poupar quem amamos das dificuldades que conseguimos superar sozinhos, mas nunca o devemos fazer quando as adversidades estiverem a vencer-nos.


Debemos librar siempre a quien amamos de las dificultades que podemos superar solos, pero nunca lo debemos hacer cuando la adversidad fuera a vencernos. 

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