sábado, 4 de mayo de 2013

¿Puede alguien ser feliz en un mundo en el que el mal se manifiesta con tanta claridad?


 Un nuevo contacto, portugués, me ha facilitado el acceso a este artículo que me ha satisfecho tanto por la coincidencia de pensamiento como por la forma de decirlo, sin demasiada literatura, al grano, llamando a las cosas por su nombre, sin eufemismos ni contemplaciones, sin buscar el aplauso o la satisfacción personal. Aporta mucha luz a los que se deciden a luchar contra la injusticia y a ayudar a los demás, y los anima a no desesperar en ninguna circunstancia.

José Luis Nunes Martins


Hay aquellos que buscan la felicidad lejos de la tristeza ... pero, por supuesto, no la encuentran, porque el dolor es parte de la esencia de este mundo. Donde hay mundo,  hay sufrimiento ... Esa es nuestra realidad. 
Algunos buscan la felicidad en el presente, alegrías ... pero, por supuesto, no puede encontrarla ahí, porque la ilusión no puede cambiar la realidad, y mucho menos suplantar a la verdadera felicidad. 
La adversidad, el sufrimiento y la muerte son verdades que no pueden ser ignorados por aquellos que buscan la plenitud ... sino que, por sí mismos, son los obstáculos a una vida feliz?

La felicidad no puede ser un estado de quietud, en la medida en que la vida humana implica dimensiones contra los que no es posible mantener una paz de la mente, la contemplación imperturbable, una especie de tranquilidad absoluta ... tal vez la felicidad de una piedra, pero no un ser humano.

Nuestra existencia tiene una estrecha relación con las emociones, tal vez incluso más que con ideas, pero aún así, la felicidad no proviene de la ignorancia de la verdad de los hechos. Nadie puede hacer que su corazón sonría a la miseria evidente de la condición humana, e inhumana, este mundo.

Pero ante la injusticia es posible hacer mucho más que admirarla ... usted no debe querer parar todo el mal en el mundo a la vez, en un solo gesto ...Ninguno, ni que nuestras luchas merezcan la atención o ayuda de nuestros vecinos. La mayoría de ellos no son lo suficientemente valiente para reconocer la audacia de cualquier acto cuyo propósito va más allá de su autor. Luego está también tener en cuenta que el ansia de amor recíproco falla, en la mayoría de los casos, matan el amor mismo. Tenemos que luchar contra el mal, como si todo dependiera de nosotros solos ... sin esperar grandes cosas de los demás. Muchos se apartarán tan pronto como sienten la presencia de una angustia ... como si fuera contagiosa y fatal ... como si fueran ellos mismos también humanos ... como si ellos no sintieran el valor de los que lo tienen, el pecho abierto, compartiendo el dolor.

Tenemos que aprender a escuchar lo que otros dicen, que no el silencio de su vacío ...

Estar presente y compartir la tristeza de alguien nos edifica y nos engrande. Nos prepara para algo más grande. 
Quien huye de la tristeza teme a la vida ... no va a ser feliz porque no aceptan la condición humana. Vida de los sueños que son ilusiones tristes de un mundo que no existe ... 

Podemos estar contentos, sí. Pero, sin negar las dificultades, los sufrimientos y la muerte. Dar con generosidad y buena tenacidad del amor, la lucha contra el mal, con un sentimiento puro, que no implica  reciprocidad  ni la satisfacción propia.

Amar es decir, Go! Sólo a través de la renuncia a uno mismo se puede entender el problema del mal y luchar contra el, amar.

Amar a alguien te está diciendo: ¡Vaya!  ... Permítase a sí mismo olvido ... rasgue la normalidad de egoísmo y aseste un golpe mortal en el corazón del mal ... 
La verdadera felicidad es más profunda que cualquier dolor, es la esperanza que subyace en la más profundo dolor.

Seamos espacios abiertos  a la felicidad. Un amor, una dinámica de paz, que permita que el alma amanezca ... si no para una vida celestial, sí para una vida con sentido. A pesar de todo.

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