domingo, 19 de julio de 2015

Sólo un Mundo de Amor puede Durar la Vida Entera.


Miguel Esteves Cardoso,

in 'Jornal Expresso' 

http://www.citador.pt/textos/so-um-mundo-de-amor-pode-durar-a-vida-inteira-miguel-esteves-cardoso

Hay cosas que no son para comprender. Esta es una de ellas. Tengo una cosa que decir y no se como he de decirla. Mucho de lo que sigue puede ser, por eso, incomprensible. La culpa es mía. Lo que fuere incomprensible no es tampoco para comprenderlo. No es por falta de claridad. Seré mucho más claro. Yo mismo soy poco consciente de lo que tengo que decir. Pero tengo que decirlo.

Lo que quiero es hacer el elogio del amor puro. Me parece que ya nadie se apasiona de verdad. Ya nadie quiere vivir un amor imposible. Ya nadie acepta amar sin una razón. Hoy las personas se apasionan por una cuestión práctica. Porque da estilo. Porque son colegas y están allí mismo al lado. Porque se les da bien y no se complican mucho. Porque tiene sentido. Porque es más barato, por cuestión de la casa. Por motivo de la cama. Por motivo de los calzones y de los pantalones y de las cuentas de lavandería.

Hoy en día las personas hacen contratos pre nupciales, discuten todo de antemano, hacen planes y a la mínima mierdina entran luego en ‘diálogo’. El amor pasó a ser susceptible de ser acordado. Los amantes se tornan en socios. Se reúnen, discuten problemas, toman decisiones. El amor se transforma en una variante psico-socio-bio-ecológica de camaradería. La pasión, que debía ser desmedida, es en la medida de lo posible. El amor se tornó una cuestión práctica. El resultado es que las personas, en vez de apasionarse de verdad, quedan ‘prácticamente’ apasionadas.

Yo quiero hacer el elogio del amor puro, del amor ciego, del amor estúpido, del amor enfermo, del único amor verdadero que hay, estoy harto de conversaciones, harto de entendimientos, harto de conveniencias de servicio.

Nunca vi enamorados tan embrutecidos, tan cobardes y tan cómodos como los de hoy. Incapaces de un gran gesto, de correr un riesgo, de un rasgo de osadía, son una raza de ‘telefoneiros’ y comparsas de cantina, cuadrilla del ‘está bien, todo bien’, tomadores de becas, conseguidotes de compromisos, ‘bananoides’, ‘borra botas’, matadores del romance, romanticidas. ¿Ya nadie se apasiona? ¿Ya nadie acepta la pasión pura, la ‘saudade’ sin fin, la tristeza, el desequilibrio, el miedo, el esfuerzo, el amor, la enfermedad que es como un cáncer que nos come el corazón y que nos canta en el pecho al mismo tiempo?

El amor es una cosa, la vida otra. El amor no es para ser una ‘ayudina’. No es para ser el alivio, el reposo, el intermedio, la palmadita en las espaldas, la pausa que refresca, el punto de socorro de la tortuosa carretera de la vida, el nuestro "dá lá um jeitinho sentimental". Odio esta manía contemporánea por  sopas y descanso. Odio los nuevos ‘matrimonitos’. Para donde quiera que se mire, ya no se ve romance, griterío, malquerer, puñalada, abrazos, flores. El amor cerró la tienda. Fue traspasada al personal de la pantufla y de la serenidad. Amor es amor. Es esa belleza. Es ese peligro. Nuestro amor no es para que nosotros lo comprendamos, no es para ayudarnos, no es para hacernos felices. Tanto puede como no puede. Tanto hace. Es una cuestión de azar

Nuestro amor no es para amarnos, para llevarnos de repente al cielo, a tiempo aún de encontrar un bocadito de infierno abierto. El amor es una cosa, la vida es otra. La vida a veces mata el amor. La ‘vidina’ es una convivencia asesina. El amor puro no es un medio, no es un fin, no es un principio, no es un destino. El amor puro es una condición. Tiene tanto que ver con la vida de cada uno como el clima. El amor no se percibe, No es para percibir. El amor es un estado de quien se siente. El amor es nuestra alma. Es nuestra alma desatada. Desatada, corriendo tras lo que no sabe, no alcanza, no llega, no comprender.

El amor es una verdad. Es por eso que la ilusión es necesaria. La ilusión es bonita, no hace mal. Que se invente y mienta y sueñe lo que quiere. El amor es una cosa, la vida otra. La realidad puede matar, el amor es más bonito que la vida. La vida que se elige. En un momento, una mirada, el corazón queda prendado para siempre. Se ama a alguien. Por mucho tiempo, por muy difícil que sea, aunque sea desesperadamente. El corazón guarda lo que se nos escapa de las manos. Y durante el día y durante la vida, cuando no está ahí quien se ama, no es ella la que nos acompaña –es nuestro amor, el amor que se le tiene. No se entiende. Es señal de amor puro no entender, amar y no tenerse, querer y no guardar la esperanza, enfermar sin quedar dañado, vivir solo, triste, pero más acompañado de quien vive feliz. No se puede ceder. No se puede resistir. La vida es una cosa, el amor otra. La vida dura la Vida entera, el amor no.

Sólo un mundo de amor puede durar la vida entera. Y la vale también.

Miguel Esteves Cardoso, in 'Jornal Expresso' 

http://www.citador.pt/textos/so-um-mundo-de-amor-pode-durar-a-vida-inteira-miguel-esteves-cardoso


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