domingo, 26 de febrero de 2012

Un modo de vivir seguro


Es reconfortante comprobar que el camino que uno sigue para vivir de la mejor manera es  el mismo camino elegido por otros muchos desde el principio de los tiempos; sólo han cambiado algunos elementos del paisaje, porque el camino es muy largo, va pasando de edad en edad, generación tras generación, y así hasta el final de los tiempos. El modo de caminar es el mismo, para ayer, para hoy y la mejor garantía de un  futuro cada vez mejor.
Vean si no lo que dice el Deuteronomio en 15, 7-11:
“Cuando en alguna de las ciudades de la tierra que el Señor tu Dios te va a dar veas algún pobre entre los tuyos, no seas inhumano negando tu ayuda a ese hermano necesitado; al contrario, tiéndele la mano y préstale lo que necesite para remediar su penuria. Y que no se te pase por la mente el perverso pensamiento de poner mala cara a tu hermano necesitado y no prestarle nada ya que se cerca el año séptimo, año de perdonar las deudas. Él podrá clamar al señor contra ti y te harías culpable de pecado. Debes prestarle, y además sin mezquindad, así el señor tu Dios bendecirá todos tus trabajos y todo lo que emprendas. Nunca dejará de haber pobres en esta tierra; por eso te mando que abras generosamente la mano a tu hermano, al pobre y al indigente de tu tierra".

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