(Encontré estas
palabras que pueden hacer comprender a muchos por qué conviene distinguir entre
la Iglesia, Santa en su creación, y los que la representan o los que se dicen
católicos y sus hechos los contradicen. Y quiero ponerlas aquí porque ya estoy “un
poco cansado” de escuchar cada día todo tipo de críticas a la Iglesia, al Papa,
etc. y tener que defenderla en solitario. Reconozco que me afecta, a veces me
altero, y a veces me dan ganas de
retirarme de una sociedad desagradecida, inculta, donde todo el mundo critica. En cambio, la grandeza de la
Iglesia es que da cobijo a todos, porque Cristo, su fundador, murió por todos, sin distinción, y recomienda
perdonar hasta setenta veces siete.)
Vittorio Messori
“Queda el escándalo,
sobre lo que Jesús dijo: «Ay del que causa escándalo». ¿Es para perder la fe?
«No, el cristiano conoce bien la distinción que hacía Maritain entre la Persona
de la Iglesia, que es santa, y el personal de la Iglesia, que, como toda
institución humana, está limitada por el pecado de cada uno de nosotros. Lo
importante es que la Iglesia anuncie el Evangelio. Si luego quien lo anuncia es
santo, agradecemos al Padre Eterno. Si es un canalla, paciencia: es, de todos
modos, un custodio de la Gracia». ¿Pero no son demasiados y están demasiado
encumbrados los canallas que hay hoy?
Y no olvidemos una
cosa: hoy el personal es decadente, pero la calidad del vértice jamás ha
sido tan alta. Desde la época napoleónica en adelante, todos los pontífices han
sido canonizados, o merecerían serlo. No siempre ha sido así”.
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